La charla organizada por Venceremos PT realizada el pasado 26 de octubre tuvo intención de pensar y repensar, una vez más, los problemas que nos acontecen en el ámbito educativo; las reformas educativas en curso, el avance de la precarización de la educación y el trabajo, la pandemia; y las resistencias que van emergiendo de abajo. La jornada de intercambio, se propuso conocer los problemas desde la mirada de compañeras que vienen participando activamente en sus espacios de militancia. Se hace indispensable pensar desde allí los desafíos que implica trazar una política acá y en el mundo, en relación a la pandemia, desde una perspectiva feminista y de clase. Sobre todo en un sector de trabajadorxs compuesto en más de un 80% por mujeres. 

La charla tuvo lugar, en el marco del escenario de calor y alegría que llegaba desde Chile por el triunfo que se manifestó en las calles de Santiago el día anterior. Para las militantes y sectores de lucha que nos organizamos al calor del pueblo es inevitable sentirnos parte de ese triunfo y por eso la actividad se inicio transmitiendo un abrazo fervoroso al pueblo hermano chileno.

Reflexiones en torno al pacto tecnológico y las reformas educativas.

Para empezar, Ivana Muzzolón, licenciada en educación, investigadora del CONICET, maestra y militante del Colectivo Docente de Lujan (Bs As) inició el intercambio enmarcando las reformas educativa en el escenario dinámico mundial bajo la lógica de grandes monopolios empresariales. Posteriormente, Marisabel Grau (secretaria de prensa de Ademys)  y Vanina Frecentece (secretaria gremial de SUTE Las Heras), compañeras de Venceremos PT que integran las direcciones sindicales combativas docente de CABA y Mendoza respectivamente, compartieron las experiencias de lucha que están teniendo en sus espacios.

Así como Ivana Muzzolón expresó, después de 8 meses de ASPO es muy difícil poder encontrar elementos nuevos de lo dicho a cerca del teletrabajo docente, reformas laborales y ed. En su intervención se propuso recoger lo que ya se ha dicho, volver a ponerlo dialogo y establecer algunos elementos de análisis para seguir pensando, a partir de los siguientes ejes ordenadores: el shock de la distopía, el shock de la realidad, y peguntas/reflexiones para la construcción de las utopías. Lo hace apelando al aporte del marxismo y la literatura, entendiendo que estos nos dan muchos elementos para poder pensar y evocar la interpretación del mundo.

Isaac Asimov en “Cuánto se divertían”, relata en 1950 una situación que se presenta como distópica, una realidad educativa imaginaria en la que lxs docentes son desplazadxs de las aulas y destinadxs a rediseñar software por quienes son sus inspectorxs. Todo arte y particularmente la literatura nos dice Ivana, crecen en una mentalidad social de época. La modernidad ha venido acompañada con la idea de la racionalidad vinculada al progreso y el progreso vinculado al avance científico y tecnológico.

Entre las obras que menciona también trae a colación una escrita en 1516, “Se llamaba utopía” de Tomás Moro, en la que la sociedad utópica se presenta como aquella en la que no existiesen ni violencia, ni pobreza y no hubiera grados de deshumanización. Otros autores como Albert Camus, George Orwel con 1984 y Ray Bradbury con “Fahrenheit 451” se han propuesto a través de la ficción hacernos reflexionar sobre la realidad distópica. Traerlos a la actualidad, resulta importante para pensar si estas realidades son tales o si, justamente, estamos viviendo en esta realidad distópica.

Al respecto del teletrabajo, nos dice, desde diferentes ámbitos académicos, periodistas y empresarios viene dándose un lobby para decir que el llamado “home office”, es el futuro de la ocupación. Se vende el fenómeno social del teletrabajo como una suerte de solución a muchos de los problemas que tiene el capitalismo, incluso los que están por fuera del mundo del trabajo (los problemas medioambientales; la organización familiar; el ahorro en vestimenta, traslado, en la comida que se compra fuera del trabajo). Pero lo cierto es que está escondiendo muchos más problemas de los que dice solucionar.

La sociedad capitalista fetichiza cada vez más la tecnología, pero la tecnología está lejos de liberar las fuerzas productivas. Detrás de estas mercancías se esconce el nivel de explotación de lxs trabajadores. Las consecuencias, las estamos viviendo en el día a día. El teletrabajo sintetiza dos cuestiones, por un lado el trabajo domiciliario, característico de los principios del desarrollo industrial; por otro el control fabril, porque se los puede controlar sin agruparlos en el mismo lugar, a través de diferentes estrategias de disciplinamiento, se desdibuja el sentido que tiene el trabajo, el trabajador no se percibe trabajando y por lo tanto no se percibe como tal. Como estoy en casa, hago todas las tareas que tengo que hacer sin descuidar ninguna, aun si estoy enfermo o cuidando. Esto recae principalmente en el sector docente y sobre las mujeres, que tenemos doble o triple tareas; de reproducción, de cuidado y educativas laborales. Las docentes vivimos en una realidad virtual las 24 hs. La deslocalización del puesto, representa además un avance político sobre la organización de lxs trabajadorxs. Al no poder encontrar un espacio colaborativo, cotidiano, que nos enfrente en la misma realidad, la realidad nos descolectiviza.

En este marco es importante entender a las reformas educativas y laborales, no en la pandemia sino cómo la pandemia viene a exacerbar la situaciones previas y que se agudizan por esta realidad que decimos distópica. Estos modelos flexibles de acumulación capitalista han logrado introducir dentro de  los sistemas de educación, así como en otras experiencias, las doctrinas de los grupos empresariales que empiezan a entrar en las burocracias nacionales. Esto lo podemos ver, sobre todo desde la modernización del Estado en la década de los 90, y con intentos previos en la década del 70 y 80; pero ahora es más transparente porque la lógica se agudiza cada día más. En esa misma lógica podemos nombrar un montón de planes, programas y leyes que han tratado de incorporar éstas doctrinas empresariales desde la organización de trabajo y la subjetividad docente, porque necesitan que lxs trabajadorxs vayamos en sintonía con ella. El plan maestro, el operativo aprender, las evaluaciones estandarizadas son parte de esto.

Las plataformas vienen, en la era de la modernización tecnológica, a sostener la acumulación por desposesión de la que habla David Harvey, y esto solo puede tener lugar en un momento de shock de la realidad. En esta situación de pandemia, hemos visto aumentadas las brechas sociales y educativas asociadas a las supuestas políticas de continuidad pedagógica digitales. La doctrina del shock, que recoge Ivana de Naomi Klein, explica cómo unas medidas tan impopulares, como la continuidad pedagógica desde la virtualidad, puedan implementarse e incluso pensarse como posibles. Lo que nombramos entonces como distópico, nos dice Ivana, no es otra cosa que una grotesca expresión de las desigualdades sociales que estamos atravesando.

Ademys, la organización frente a la precarización y la presencialidad impuesta.

Nuestra compañera Marisabel Grau, por su parte, comentó cómo desde hace tiempo se viene batallando en Ciudad de Buenos Aires, contra las políticas educativas de corte neoliberal que buscan convertir a la educación en un mero espacio de formación de destrezas y habilidades blandas. Desde la sanción de la LEN en el 2006, se han asentado muchas de las principales líneas educativas ya planteadas por la ley federal. Máxima expresión de esto en CABA, es la llamada Secundaria del Futuro, donde se apunta a aprender solo algunas herramientas que les permita desenvolverse en un mercado laboral sumamente precarizado, y por fuera de todo pensamiento crítico. Todo un andamiaje pensado para favorecer a la acumulación de capital y no a las necesidades reales de los pueblos.

En este sentido, expone Marisabel, la cuarentena ha sido una excusa fenomenal para avanzar con políticas regresivas. El ASPO implicó las suspensiones de las actividades gremiales, mientras que por otro lado, se promueve la apertura de las escuelas. Todo esto en un contexto de desfinanciamiento educativo, expresado en la disminución de las partidas alimentarias para los comedores escolares, de pérdida de poder adquisitivo de lxs docentxs, de creación de programas ligados a la precarización laboral, de un manejo cada vez más arbitrario del estatuto docente, etc.

Además, nos dice Marisabel, estas políticas van de la mano de instalar una educación virtual y digitalizada. En CABA se está avanzando con las negociaciones con grandes corporaciones que lucran con la educación, como Santillana, para realizar una digitalización de los productos educativos. Esto tiene implicancias en el control ideológico de aquellos saberes que se imparten en las escuelas. La presencialidad es irremplazable por la virtualidad, porque la educación es lo que se co-construye de forma colectiva en el aula.

La idea de que “esto vino para quedarse” debe ser cuestionada a fondo. Desde Ademys se viene impulsando una organización muy fuerte desde las escuelas, donde fue necesaria la creatividad política para poner en juego nuevas formas de organización, como lo son las asambleas virtuales. Ademys es el único sindicato docente de la provincia de Buenos Aires que está llevando adelante este tipo de instancias de organización y lucha. Además de numerosas caravanas, desde Ademys se han llevado donaciones a las familias de Guernica. Asimismo y, frente al intento del gobierno de Larreta de abrir las escuelas a las actividades presenciales en este contexto de pandemia, se impulsaron debates desde las escuelas con el objetivo de discutir que las condiciones para la vuelta a clases no están dadas. En este sentido, se puso en pie un plan de lucha desde el gremio con el conjunto de la comunidad educativa.  Es necesario construir una lucha que sea la expresión de las necesidades de la clase en su conjunto y para eso, en un camino de largo plazo y desde abajo, es necesario superar la fragmentación sindical de la ciudad. En lo inmediato, se hace imperiosa la necesidad de desplegar la unidad de la lucha en la calle y que los demás sindicatos docentes de la ciudad cambien su posición y confluyan en defensa de lxs trabajadorxs y la educación pública.

La lucha contra el ítem aula y la reforma educativa en Mendoza

Hacia el final, contamos con la intervención de nuestra compañera Vanina Frecentece para comentar la situación de la provincia de Mendoza que viene de largos procesos de resistencia. En este sentido, Vanina valoró la posibilidad de contar con aportes de análisis de diferentes jurisdicciones frente a la negativa de la CTERA de asumir este rol fundamental. Comentó que uno de los avances más fuertes de la reforma educativa y laboral fue la instauración del ítem aula. Para avanzar el gobierno se basa de un diagnóstico que culpa a lxs trabajadorxs de la educación de todos los problemas educativos. Ese diagnóstico fue el primer paso que les permitió avanzar en la quita de derechos de licencia por enfermedad, por cuidados, por capacitación, a través del ítem aula. Al punto tal que una ausencia de 3 días por estos motivos representa una disminución del 10% del salario.

Aprovechando el contexto de pandemia, explica Vanina, el gobierno de Mendoza quiso dar un paso más con un Proyecto de Ley de reforma educativa. Una reforma que encuentra muchos puntos de coincidencia con las reformas que se vienen aplicando en México y en Chile, y que hoy están siendo masiva y fuertemente cuestionadas en las calles por su población. Uno de los elementos más importantes de la reforma tiene que ver con la descentralización y municipalización del sistema educativo mendocino. El Estado provincial se corre de su lugar como principal garante de la educación y avanza en una mayor precarización laboral para lxs docentxs.

El proyecto de Ley, nos comenta Vanina, profundiza los procesos de precarización laboral y los mecanismos de control, por ejemplo a través de la modificación del estatuto docente atada a los mecanismos que propone la Ley y no necesariamente por paritaria como hasta ahora. Por otro lado, aparece la creación del Instituto de la Evaluación Educativa, destinado a evaluar y  controlar el desempeño docente. Se trataría de la remuneración atada al desempeño y a los rendimientos de cada docente y no por la antigüedad, la capacitación y demás derechos atados a la carrera docente.

En el proyecto de reforma de Mendoza se encarnan muchos de los lineamientos presentes en la LEN. Con respecto al financiamiento, propone mantener el artículo que sostiene el 35% de presupuesto para educación mientras las erogaciones destinadas en los últimos años no ha superado el 25% y este año el presupuesto provincial plantea un porcentaje aún más bajo.

La postergación en el tratamiento de la Ley fue un triunfo de la docencia mendocina en su conjunto. El cansancio y la indignación de lxs compañerxs de base frente a los atropellos se expresó en el pedido de asambleas y de información. Este fenómeno fue catalizado por la acción del sindicato que impulsó la organización por la base de les compañeres. A contramarcha del aislamiento que nos impone la pandemia, la virtualidad y las medidas de gobierno, se conformaron plenarios virtuales con la participación de más de 1000 escuelas que permitieron darle una orientación al conflicto y poner en pie un plan de lucha. Fue así como se logró la masividad histórica en las acciones callejeras, en el pedido de apertura de paritarias y el reimpulso de la campaña “Mas para educación” junto con organizaciones sociales y la población mendocina que se hizo eco del reclamo.

Las largas jornadas de lucha llevadas adelante en CABA y Mendoza no cesan, el próximo miércoles  4/11 Ademys y SUTE empalman en una jornada de lucha con paro, movilizaciones y caravanazos educativos en contra de la presencialidad impuesta en CABA y por apertura de paritarias en Mendoza. Desde Venceremos PT, saludamos la lucha que están dando lxs compañerxs de la educación desde los sindicatos de base, levantando las herramientas de lucha de lxs trabajadorxs para lxs trabajadorxs. Una vez más, las direcciones combativas y con independencia de los gobiernos, marcan el rumbo de la lucha de lxs trabajadorxs, frente al ajuste, la precarización y la parálisis de los sindicatos y de las centrales sindicales alineadas a los gobiernos de turno. Así como en Chile ganemos las calles, resistamos el sentido común que nos imponen las corporaciones y las burocracias sindicales, defendamos y construyamos un proyecto educativo para la clase.

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