La alegría empieza a desbordar las gargantas. La whipalla se alza más en alto que nunca y las polleras se mueven al son de su orgullo. La esperanza empieza a encontrar un horizonte visible. El desahogo después de tanto sufrimiento se concreta en una victoria electoral favorable al pueblo boliviano. Aún sin datos oficiales, los guarismos que empezaron a circular a la madrugada indican que el MAS logra una victoria en primera vuelta superando el 50 % de los votos, y obteniendo más de 20 puntos de diferencia sobre la segunda fuerza.
Debido a la decisión del Tribunal Superior Electoral un día antes de los comicios de no dar resultados preliminares, aún resta por esperar los datos públicos. Sin embargo, hay números relevantes que indican que efectivamente no hay chances de que la derecha pueda modificar lo que las urnas han expresado: un rechazo contundente a la dictadura racista, clasista, patriarcal e imperialista. Un hecho relevante que confirma la victoria electoral del MAS es el saludo de la presidenta de facta Jeanine Añez a la fórmula Arce-Choquehuanca por resultar ganadores. El otro elemento significativo es el reconocimiento de Luis Almagro, presidente de la OEA, subordinado a las orientaciones del imperialismo norteamericano de también reconoce la derrota de sus candidatos.
Este triunfo que se ha hecho realidad, fue posible gracias a la resistencia de las organizaciones, de los movimientos, que supieron ver que era necesario dar esta batalla. La resistencia en los territorios frente a las persecuciones, los ataques, las desapariciones, demostró la tenacidad de miles de hermanos y hermanas, que representan un verdadero ejemplo de lucha y dignidad.
Sin embargo, habrá que estar alertas a la espera de que se confirme el resultado electoral. Habrá que estar alertas en los próximos días frente a cualquier intento de la derecha por impedir el traspaso y la asunción del MAS. Luis Camacho, gran derrotado este domingo ya ha lanzado amenazas de desobediencia, de violencia, de llamar a paros para evitar que el pueblo consagre su voluntad. Habrá que estar alertas para reaccionar frente a cualquier intento de insubordinación militar o policial. El pueblo debe cuidar este triunfo.
Pero el mayor desafío vendrá después, si efectivamente Luis Arce asume la primera magistratura. El desafío será aprender de los errores cometidos en el período previo, de no haber avanzado lo suficiente en las transformaciones, de confiar exclusivamente en la institucionalidad capitalista, de no concentrar las fuerzas en la organización del pueblo y las comunidades. El verdadero desafío será evitar que la derecha se recomponga, atacar los puntos nodales del poder racista y capitalista de las clases dominantes en Bolivia, y de las fuerzas de la represión que sabemos están al servicio de la oligarquía blanca de la medialuna oriental y del imperialismo. Será necesario avanzar más de lo que se logró antes, revisando, corrigiendo, pero avanzando permanentemente sin pausa en la construcción de un verdadero poder popular, que potencie y movilice las energías de les oprimides y explotades.
Saludamos con orgullo, sintiendo como propia la alegría del hermano pueblo de Bolivia.
Nos mantenemos en alerta, dispuestos a dar una rápida respuesta solidaria en las calles en defensa de la voluntad popular.
¡Abajo la dictadura Racista, Civil, Eclesiástica y Militar en Bolivia!
¡Por la defensa del triunfo en las calles, en los cerros, en las yungas, en el trópico!
¡Jallalla los pueblos bolivianos!
¡Jallalla la rebelión de los pueblos de Nuestra América!