Desde que comenzó la cuarentena y se decretó el ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio), las organizaciones y espacios feministas venimos denunciando el recrudecimiento de la violencia machista sobre las cuerpas de mujeres, lesbianas, trans travestis y no binaries. A la crisis económica, social y estrucutral que la pandemia del COVID-19 deja en evidencia, el peso sobre quienes históricamente estamos en peores condiciones se hace aun más fuerte.
Esta situación no solo nos confina a compartir más y más horas con nuestro agresores o abusadores, sino que también nos recarga en las tareas de cuidado y crianza, nos hace laburar más y más horas. Lo mismo pasa con les trabajadores de la salud,  la educación y los programas de atención de niñes, adolescentes y mujeres víctimas de violencia  que están trabajando con pocas herramientas de seguridad, con protocolos deficientes a la par que intentan contener todos los emergentes que surgen en este contexto tan complejo. Se suma a esto que somos nosotres, mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y no binaries quienes sufrimos los laburos más precarios e informales o vivimos de changas. Hasta este momento, tenemos que lamentar más de 52 femicidios y casi 40 travesticidios en 60 días de cuarentena.
A su vez, El control social que está generando la consigna «quédate en casa» nos sigue negando el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.   La dificultad de salir de casa, llegar al centro de salud o de ir a la farmacia  hace que la interrupción de un embarazo no deseado se complique mucho más. A su vez, las instituciones de salud son sigue negando el acceso a la ILE ( interrupción legal del embarazo) en el hospital, negándoselo incluso (una vez más) a una niña que quedó embarazada producto de una violación en Tucumán. ¡¡El aborto tiene que ser ley!!
En los últimos días, esta situación se fue haciendo más evidente. El contagio masivo que está teniendo lugar en las villas populares y barrios más pobres de nuestro país sacó a la luz las pésimas condiciones de vivienda, acceso a la salud y al alimento de quienes vivimos en las barriadas. La desidia estatal y la falta de protocolos que sean acordes a nuestros territorios están teniendo graves consecuencias y ya se llevaron a varies vecines de nuestros barrios, como a Ramona.
Hace varios días que distintas organizaciones y partidos políticos comenzamos a impulsar la primer asamblea feminista en el marco de las luchas por el aborto legal el 28M y el grito por Ni Una Menos 3J. Ni la cuarentena ni la virtualidad nos frena, el feminismo sigue organizado, acompañando y cuidando colectivamente En este marco, convocamos el día de hoy/ayer a una concentración en las puertas del ex INAM siguiendo todas las medidas de autocuidado y prevención. Exigimos a los diferentes organismos estatales y en particular al Mnistrio de la Mujer, diversidad y género que lidera Elizabeth Gomez Alcorta que de respuestas reales y concretas a las cientas de miles que seguimos sufriendo de la violencia machista a lo largo y ancho del país.

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