Finaliza una nueva semana de movilizaciones en Chubut, donde el conflicto protagonizado por trabajadores estatales y docentes continúa. El gobierno provincial parece estar viviendo en otra realidad y las direcciones sindicales nucleadas en la MUS jerarquizan el cierre de posiciones por arriba antes que la confluencia de las bases.
Los reclamos que docentes y estatales chubutenses vienen levantando hace un mes y medio continúan en el mismo estado que cuando comenzó el conflicto. El gobierno provincial aún no ha dado ninguna respuesta: continúa el pago escalonado, la obra social Seros sigue suspendida, menos aún se ha aplicado la cláusula gatillo de la paritaria docente ni se han comenzado con las obras de refacción edilicia en las escuelas. El silencio del gobernador Mariano Arcioni es total, ni siquiera ha emitido comentario acerca de la patota que levantó los cortes de rutas y golpeo a docentes dos semanas atrás. Cuando el gobierno provincial aparece, es sólo para echar más leña al fuego. El ejemplo más claro: dos semanas atrás se había anunciado el pago de 30 mil pesos para todos los activos y no activos, dependientes del estado (trabajadorxs estatales, docentes, judiciales y jubilados) el día 11 de septiembre, complementando luego en cuotas los salarios superiores, ahora bien, el mismo día el gobierno anunció que no tenía los fondos suficientes para cubrir al conjunto, por lo que sólo hizo los depósitos a jubilados y restableció el pago escalonado. Las mismas promesas que dan se esfuman en sólo unos días. Peor aún, el pagó llegó debido a un adelanto de los fondos de coparticipación hechos desde el Estado nacional y del Fondo de Incentivo Docente, es decir, se patea el problema sin ni siquiera resolver la demanda de lxs trabajadorxs. De cara a octubre el escenario es aún peor, dado que el vencimiento de deuda que afrontará la provincia es el mayor en lo que resta del año (33 millones de dólares).
En este escenario, las medidas que se vienen llevando desde la Mesa de Unidad Sindical (MUS) donde se nuclean los sindicatos de los sectores afectados vienen siendo insuficientes y descordinadas. En el caso de Comodoro Rivadavia, la última semana se realizó una concentración y asamblea convocada desde el espacio a la que se le puso “lo justo y necesario” de cada parte. De mayor envergadura, fue la acción impulsada por la Regional Sur de Atech (“el Escuelazo”) en el que se apeló al conjunto de la comunidad educativa a marchar desde distintos puntos de la ciudad para finalmente nuclearse en la plaza San Martín. Durante la misma semana, el dato destacado, fue la toma de la Escuela de Arte N° 746 de la ciudad por parte de los estudiantes secundarios, sumándose a las escuelas tomadas en otras ciudades de la provincia, principalmente Trelew y Puerto Madryn. La debilidad del espacio de coordinación sindical quedó evidenciada ante el anunció del nuevo cronograma de pagos hecho público sin ni siquiera recibir a los dirigentes sindicales, quiénes realizaron un acampe en la casa de gobierno provincial y días después lo levantaron.
En el caso de la Atech, desde algunas seccionales, entre ellas la Sur, el pasado miércoles se llevó al Consejo Directivo del gremio el pedido de plenario provincial de delegadxs. Pese a la resistencia de la dirección de la celeste, se logró que esta convocatoria se realice y tendrá lugar el próximo martes. Sin embargo, y a modo de maniobra, la misma conducción ha sumado una movilización provincial para ese día, “bajándole el precio” al plenario. Esta instancia es de suma importancia porque son justamente lxs delegadxs de base de toda la provincia quiénes están redoblando sus esfuerzos para mantener en pie el conflicto, convenciendo a sus compañerxs de escuela de que continúen con el paro, para que se sumen a las medidas que se realicen, hablando con madres y padres, organizando mateadas y abrazos a las escuelas, para seguir ganando el apoyo de la comunidad educativa. Estas medidas son expresiones claras de mantener activo el proceso de lucha pero claro que, ante la falta de dirección y claridad en el conflicto, en muchos casos terminan siendo medidas aisladas. El plenario entonces puede significar un punto de inflexión para trazar un plan de lucha coordinado, cuestión a la que rehúye la conducción del gremio a nivel provincial.
En cuanto a los problemas de fondo, están claros. Chubut es una de las provincias más ricas en recursos, y no de aquellos que el gobernador quiere explotar mediante la megaminería contaminante, sino los que históricamente constituyen la base de su economía. La forma de destrabar este conflicto, de obtener los fondos necesarios para estabilizar la situación laboral de miles de trabajadorxs es atacar a la renta petrolera mediante una reforma tributaria.
Como venimos sosteniendo, el gobierno juega al desgaste. Las conducciones ante su desorientación e inactividad, no hacen más que acompañar el mismo juego. Mientras tanto, docentes, estudiantes y trabajadores estatales siguen poniendo el cuerpo en cortes, movilizaciones, festivales y tomas. Es en ellxs entonces donde radica la posibilidad de que este conflicto se gane.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí