El jueves 1º de Agosto no se pudo estrenar la película Escuela Bomba , documental que habla sobre la muerte por la explosión de una garrafa en una escuela de Moreno, de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, directora y auxiliar de la institución en cuestión . Al cumplirse un año de los trágicos hechos, el INCAA censuró la película que iba estrenarse el jueves pasado en el GAUMONT. No teniendo más posibilidades que visibilizar tamaña censura, los realizadores lograron proyectarla en la puerta del cine. En esta oportunidad entrevistamos a Juan Mascaró ,director y guionista de la misma que nos cuenta el proceso de filmación y como se llega a este desenlace. 

«Hemos dedicado nuestra vida a este oficio, lo hemos elegido, hemos elegido encaminar nuestra energía, nuestro tiempo. Para hacer documentales, cines documentales, primero reconocemos una tradición en nuestro país y en latinoamerica de una cantidad enorme de documentalistas que han puesto su cámara al servicio de las voces acalladas, de las luchas.»

Venceremos: ¿Cómo fue el acto de censura del INCAA y por qué dicen que ellos no los financiaron?

Juan: Pertenezco a una asociación de documentalistas (DOCA) y tenemos ya hace varios años un espacio que es el de los estrenos, considerando que el tema de la exhibición en los cines es uno de los problemas más fuertes hoy, lo viene siendo históricamente pero ahora se acrecentó. Así que ponemos especial atención y militamos fuertemente el tema de cómo se van a mostrar las películas más allá de poder filmarlas. Se constituye ahí una comisión de estrenos y tenemos reuniones trimestrales con una gerencia del INCAA que es la de exhibición y medios, progresivamente vamos llevando una lista de películas, inicialmente a principios de año entregamos una lista anual que tiene entre 15 y 17 películas, después vamos confirmando por trimestre. Pero quiero decir que esa lista fue entregada ya en febrero de este año y ya estaba Escuela Bomba, el INCAA tiene conocimiento que la queremos estrenar desde DOCA en ese momento. Luego por supuesto fuimos por partes y se fueron confirmando primero las del primer trimestre (enero, febrero, marzo) después en abril tuvimos una reunión para la del segundo y esta (Escuela Bomba) junto con otras dos películas más estaban en el tercer trimestre o sea julio, agosto y septiembre. Las otras dos películas por supuesto se estrenaron, que son de compañeros de DOCA ,una está en cartel ahora y la otra se estrena la semana que viene y la tercera que es la nuestra se nos avisa dos días antes del estreno ,cuando en general uno tiene la última comunicación del cine para saber las salas y el horario de la película en el cine Gaumont, después de haber entregado la copia , los banners, los afiches de la película, los volantes, todo el trámite previo que implica estrenar.

V: ¿De algún modo no se hicieron cargo? 

J: Nos dicen que no se puede estrenar por que no fue producida por el instituto, ese es el argumento que nos dieron. Nosotros de forma urgente pedimos una reunión con la gerencia de exhibición y medios, ese el nombre. Nos reafirman un poco este criterio, las películas que no son producidas por el INCAA, en el marco de una de las vías del instituto, no pueden ser estrenadas en salas INCAA. Nosotros argumentamos que hubo otras que, si se estrenaron, porque nos costaba ya en ese momento, hicimos un relevamiento rápido y encontramos, por lo menos unas 10 películas, que fueron producidas por socios de nuestra asociación DOCA, que estos últimos 4 años fueron estrenadas y no eran producidas por el INCAA, estaban en la misma situación, pero se les dio pantalla. Nos argumentaron que la coyuntura cambio, que hay menos pantallas y hay que priorizar las producidas por el INCAA. Nosotrxs dijimos que estábamos de acuerdo con eso, de hecho muchos de nuestros estrenos como (Bazan frías) es una vía digital que fue producida en el marco del instituto y sin embargo se estreno. Pero también creíamos que si había una película, la única que también llevábamos por fuera de la producción del instituto, debía dársele lugar porque en definitiva era cine argentino y tampoco hay una resolución del INCAA que prohíba o impida que estas películas accedan a la pantalla. La conversación ahí se cortó, no hubo ninguna respuesta, ni siquiera para posponer el estreno más adelante. Así que decidimos nosotrxs , atando cabos un poco, pensando en todas estas variables que nos pasaron , que hay una incomodidad con el contenido de la película, que de alguna forma se intentó evitar mostrarla, no sabemos bien en que instancia , si hubo algún funcionario que llamo por teléfono y dijo esto no va o si los propios trabajadores del instituto con temor o por ser sancionados , que es algo muy común hoy en los organismos estatales, no se hayan animado a programarla y hayan encontrado esta figura burocrática que «no fue producida por el instituto» para sacarla. De todas formas rápidamente intentamos hacerlo público, esto empezó muy pronto y a muchos medios desparramarse y replicarse. Este jueves pasado hicimos la proyección de la película en el mismo día y horario que estaba estipulado en la puerta del cine con los invitados que iban a venir al estreno en la sala o sea los familiares y compañerxs de Sandra y Rubén, la gente de la película que estuvimos ahí y por supuesto todo el marco y la fuerza militante para hacerlo la puso DOCA , que es la organización a la que yo estoy asociado y soy integrante, sin la cual no hubiera sido posible armar esto , porque bueno solos ya sabemos que no se puede hacer nada. Hubo mucho esfuerzo de nosotros en poder conseguir los equipos tanto de corriente como de sonido y que se pueda fijar bien el proyector y en toda la actividad que finalmente fue masiva. Nos dijeron que por lo menos en la vereda del Gaumont hubo mil personas y se cortó parte de la calle porque no entraban en la vereda. La gente fue primero por la película y después en apoyo a la censura que tuvimos.

V: ¿Cuánto tiempo les llevo el documental y que proceso hubo entre medio de las movilizaciones por que ustedes comenzaron apenas paso la tragedia?

J: El documental fue producido desde el 3 o 4 de agosto del año pasado a los dos días de la explosión ya estábamos en el barrio filmando. El rodaje tuvo lugar en esos meses (agosto, septiembre, octubre, principios de noviembre) cuando reabrió la escuela. Nosotros por supuesto sumamos en el camino otros testimonios que tenía que ver con los territorial. Al principio hablamos con las familias de los chicos que iban a la escuela, lxs compañerxs de Sandra y Rubén y luego sumamos dos líneas temáticas que tiene el documental, que son el análisis histórico de cómo llegaron las escuelas y la descentralización del estado para dejar de hacerse cargo, el estado nacional, de las escuelas provinciales y otra línea que tiene que ver con la investigación del TEL (Taller de Estudios Laborales) que hizo entorno a las responsabilidades de las muertes. Con un método que se llama «el árbol de causas» que está legitimado a nivel internacional por la OIT (Organización Internacional del Trabajo) que ellos lo pusieron en juego para determinar causas y responsabilidades de la explosión. Acá aparecen las responsabilidades de los distintos estamentos del estado y por supuesto la de la provincia de Buenos Aires.

V: ¿Tuvieron problemas para filmar? Porque, vale la pena recordar, en medio de las ollas populares que se armaron a favor de la lucha hubo un secuestro y tortura a una docente

J: Inconvenientes para filmar no tuvimos , sí lxs que organizaron las ollas populares y eso lo filmamos también para el documental. Estuvimos muy codo a codo con la comunidad, muy colectiva por que mucha de la organización de las protestas de esos meses apoyo la película, ayudo a contactar a las personas y también en la parte final, en el corte de la película donde aportaron y se discutió con los familiares como tenía que ser. Opinaron sobre ella y se agregaron cosas que no estaban a partir de esa situación y el acto de reflexión para el corte de la película. Fue muy rico para todxs que es lo que queríamos mostrar en el estreno de este año y por eso elegimos la fecha que no es casualidad.

V: ¿ Qué significa para vos este tipo de documental? 

J: Es muy importante, hemos dedicado nuestra vida a este oficio, lo hemos elegido, hemos elegido encaminar nuestra energía, nuestro tiempo. Para hacer documentales, cines documentales, primero reconocemos una tradición en nuestro país y en latinoamerica de una cantidad enorme de documentalistas que han puesto su cámara al servicio de las voces acalladas, de las luchas. En muchos casos también de la reflexión sobre un tema. Pero siempre es un tema social y político ocupa el centro que es uno de los ejes argumentales de las películas nuestras. Nos reconocemos en Raymundo Gleyzer, Fernando Birr , son muchos que en esas décadas y a posterior  han hecho del documental una herramienta. Yo me forme primero en la comunicación, después termine la escuela del cine en la ENERC (Escuela Nacional de experimentación y realización cinematográfica) la única escuela de cine en la ciudad de Buenos Aires que es publica, la escuela que depende del instituto. De ahí termine de conocer un poco aprender y practicar el lenguaje del cine en una especialidad que es la de montaje, que es la que yo desarrollo y enseño en una escuela en Tucumán.

Y en todos estos años hay un camino, un recorrido¿ , creo que hemos crecido a partir de la posibilidad de producir más. Hay un hito en la lucha de los documentalistas en el año 2006/2007 se logra la aparición de una vía de fomento específica para el documental que se llama «vida digital documental». Y además que aparezca un dinero para hacer las películas, nosotrxs logramos que lxs colegas documentalistas, cineastas y de todas las áreas del cine de nuestra asociación y de otras puedan integrar los comités de selección. Entonces ahí apareció una independencia también política del instituto y de los funcionarios para que se puedan viabilizar documentales que tal vez tenían o tienen temas difíciles, temas incómodos para el poder como lo tiene nuestro documental.

Ahora este documental Escuela bomba… no pudo ser producido en ese marco, en parte también por responsabilidades del instituto, de la coyuntura actual, es decir hay retraso tan grande para poder acceder a la vía digital y poder contar con la aprobación, con la declaración de interés en uno de esos comités. Es de por lo menos de un año y medio a dos años, es decir, si yo el año pasado hubiera presentado un presupuesto al instituto en agosto , cuando tuvimos la idea de hacer la película , todavía estaría esperando una respuesta y la película no hubiera sido filmada. Es por eso que se hizo de forma auto gestionada y es como un callejón sin salida, porque uno la hace con todo el esfuerzo , con la solidaridad militante de muchos espacios que  fueron prestando y colaborando , por ejemplo con los equipos. Tenemos que hablar de la Universidad de Lujan que es el marco donde se hizo, ellos aportaron muchos de los contactos de los docentes para poder hacer las entrevistas. Y a todo esto que la película no se pudo estrenar por que no fue hecha por el INCAA y no puede hacerse por ellos porque no hay tiempo. Esta es nuestra tradición de lucha, si no hay un cambio de gestión rápido hay cosas que van a pasar que son definitivas por ejemplo la caída del fondo de fomento. Por un proyecto de ley que se metió el año pasado del macrismo, que el en el año 2022 se pretende desactivar el impuesto que se paga de las entradas del cine que deja de ir al fondo de fomento. Y esto va terminar con el dinero que hay para hacer cine en la Argentina y un montón de otras medidas como la concentración de recursos en las dos o tres productoras más grandes del país que son las que menos necesitan apoyo del estado y por supuesto la falta de control de la cuota de pantalla de cine que es el porcentaje que todas las salas , no solo las estatales ,también las privadas deberían estar dando a películas argentinas y no dan. Todos estos temas son tan urgentes como la censura de Escuela bomba.

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