El próximo 7 de agosto se realizarán las elecciones de autoridades de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) en todo el país, en todos sus niveles (nacional, provinciales y municipales). En este marco, la militancia estatal de Venceremos de CABA, como parte de la agrupación ATE Desde Abajo (ADA), es parte de la lista Blanca, Violeta y Granate recientemente conformada por ADA, la Granate del INTI, Estatales de Pie y un importante número de compañeros/as independientes de numerosos organismos de los Estados Nacional y de la Ciudad de Buenos Aires.
La Blanca, Violeta y Granate de ATE Capital sintetiza un proceso amplio de acumulación político-sindical en múltiples sectores de trabajo de Nación y Ciudad; y su conformación, sostenida en una mirada común sobre las características del modelo sindical que necesita hoy ATE, supone un paso de consolidación de esa perspectiva a nivel de Seccional. Un claro indicador de ello resultó el hecho que una vez establecido el acuerdo de lanzamiento de la Lista, la militancia de la Blanca, Violeta y Granate, en apenas 72 horas, reunió en los distintos sectores de trabajo los más de 850 avales necesarios para la presentación de la Lista, que ya fue oficializada por la Junta Electoral de ATE Capital.
¿Qué ATE Capital necesitamos las y los estatales?
En su declaración de presentación, la Blanca, Violeta y Granate plantea como objetivo fundamental aportar a la construcción de “una ATE Capital democrática, plural, feminista y de lucha” y expone críticamente la fragmentación permanente a la que vienen sometiendo al Sindicato las conducciones de ATE Nacional y Capital (Verde y Verde-Blanca, respectivamente), lo que ha generado un quiebre permanente la unidad de acción de ATE ante la patronal macrista de Nación y Ciudad.
Asimismo, la perspectiva plural de la lista contrasta con la política de la conducción verde-blanca de ATE Capital que viene desplegando su orientación gremial desde una lógica de fracción, convirtiendo la consigna “la unidad es el camino” en punta de lanza de una ofensiva sostenida por homogeneizar políticamente los sectores de trabajo, apuntando a barrer con la diversidad de posiciones e identidades políticas que existen en todo colectivo de laburantes y en la clase trabajadora en general.
En contraposición, desde la Blanca, Violeta y Granate se postula la necesidad de “generar líneas de intervención gremial que interpelen a la pluralidad de sectores de nuestro sindicato y que pongan en el centro la lucha por nuestros derechos”.
Nos proponemos un sindicato participativo, diverso, democrático, feminista y de lucha, sustentado en métodos asamblearios y ámbitos de decisión colectiva, como premisas fundamentales para propiciar el protagonismo de las y los estatales en la lucha por nuestras reivindicaciones. Y en esas batallas apostamos a construir acciones unitarias de lucha, poniendo por delante siempre las necesidades y demandas de las y los estatales por encima de cualquier otro interés de aparato.
Un debate válido y necesario
Ante el lanzamiento de la Lista Blanca, Violeta y Granate, distintas corrientes con las que compartimos la Lista Bermellón de ATE en las elecciones de 2011 y 2015, se pronunciaron críticamente con diversos argumentos de diferente tenor y solidez. En particular, la nota publicada por el Partido Obrero responsabiliza equivocadamente a la CPS Rompiendo Cadenas de la decisión de “romper la lista” (lo que manifiesta una incomprensión del funcionamiento de una corriente sindical amplia en la que confluyen agrupaciones y un activismo de base heterogéneo); y, entre varias consideraciones, señala que “la lucha sindical es indisoluble de la lucha política. Adaptarse al kirchnerismo al no criticarlo, lo único que hará es reforzar el kirchnerismo y debilitar al clasismo”.
En este sentido, a modo de sintética respuesta, deberíamos señalar que, de dar por ciertas ambas afirmaciones, sería importante conocer cuál es el balance autocrítico del PO por haber “roto” con la Lista Bordó en las elecciones de la UF Oeste, al integrar la Lista Negra argumentando una serie de motivos de naturaleza sindical inscriptos en la experiencia que viene llevando adelante un sector de trabajadores ferroviarios de esos ramales (puede verse la argumentación completa en https://prensaobrera.com/sindicales/44788-una-respuesta-a-izquierda-socialista-sobre-la-lista-negra-del-sarmiento).
Lo mismo cabría para analizar la afirmación acerca del carácter absolutamente indisoluble de la lucha sindical de la política -sin la existencia de mediaciones o de márgenes efectivos de autonomía específica en el plano reivindicativo-, lo que a la luz del acuerdo del Partido Obrero con La Cámpora para las elecciones estudiantiles de la FUBA de meses atrás, debería llevarnos a pensar que los primeros estarían por sumarse al kirchnerismo o los segundos al Frente de Izquierda y los Trabajadores.
Sabemos que ni una cosa ni la otra, pero lo que evidentemente queda demostrado con los ejemplos que tienen al mismo PO como protagonista, es que las intervenciones en las organizaciones reivindicativas de la clase obrera y el movimiento popular, plantean situaciones diversas que pueden dar marco al despliegue de tácticas específicas, en función del análisis concreto de la situación concreta. Todo es discutible, obviamente, lo que resulta impropio es denostar las intervenciones de otras fuerzas y justificar irreflexivamente las propias, con argumentaciones volátiles y maleables según se trate de evaluar la acción política propia o ajena.
Muy lejos de un ánimo rupturista, de “hacer seguidismo” a las y los afiliados/as de base o por “temor a ser confundidos con la izquierda” (lo que no resiste el menor análisis), el debate fundamental de por qué conformar un nuevo agrupamiento para las próximas elecciones de ATE Capital, se ubica en qué tipo de política sindical consideramos necesaria poner en pie entre las y los estatales en la actual coyuntura y qué rol puede y debe jugar ATE Capital en ese proceso.
El lanzamiento de la Blanca, Violeta y Granate apunta a amplificar una perspectiva sindical democrática, plural y de lucha a nivel de Seccional, que permita interpelar y organizar a la mayor cantidad de compañeros y compañeras estatales en la pelea por todas las reivindicaciones del sector frente al ajuste brutal del macrismo y el FMI. No surge de la necesidad de dividir nada sino de sumar fuerza para esa pelea crucial para las y los trabajadores estatales.
Un debate de política gremial
En el último período, desde Venceremos-Partido de Trabajadorxs venimos manteniendo diferencias con la política sindical de delimitacionismo exacerbado que postulan las fuerzas dirigentes de la lista Multicolor entre las y los estatales, lo que aplica tanto para la dimensión de disputa con las conducciones sindicales de las que somos críticos; como en lo que refiere a la política gremial de base para propiciar la más amplia y heterogénea participación de las compañeras y compañeros en los sectores de trabajo.
Desde nuestro punto de vista, esta orientación sectaria tiene un efecto aislacionista y muestra severas limitaciones para construir la fuerza necesaria desde abajo para dar cuenta de las peleas y desafíos que tenemos por delante las y los estatales. La política sindical que postulamos desde Venceremos no apuesta a la construcción acotada de “sindicatos o juntas internas de izquierda”, para satisfacción de las y los ya convencidos, sino a desarrollar una orientación que pueda interpelar de manera consecuente a los más amplios sectores de la clase trabajadora en toda su heterogeneidad y complejidad, defendiendo siempre una perspectiva de independencia de clase, en la huella que el Gringo Tosco forjó como legado político en el movimiento obrero argentino en la lucha por su emancipación social y nacional.
Desde estas definiciones político-sindicales volcaremos nuestros mayores esfuerzos militantes para que la Lista Blanca, Violeta y Granate se consolide y crezca en ATE Capital, fortaleciendo la primera instancia de unidad ya conquistada entre ADA, la Granate del INTI, Estatales de Pie y un importante número de compañeros/as no agrupados, para ampliarla a más sectores que coincidan con esta perspectiva de unidad democrática, plural, feminista y combativa.
El próximo 7 de agosto, en ATE Capital, ¡vamos con la Blanca, Violeta y Granate!