El legado leninista de “la prensa como organizador colectivo” no era para el PRT una mera consigna sino que formaba parte de la conciencia que atravesaba a cada uno de sus miembros – desde los principales cuadros partidarios hasta los aspirantes– que debían comprometerse con alguna tarea relacionada con la misma.
Luego del IV Congreso del PRT en marzo de 1968 (que terminó con la expulsión de Nahuel Moreno y la confirmación de Roberto Santucho como Secretario General) comenzó a desarrollarse una tarea gigantesca de prensa por las proporciones que adquirió, la cantidad de compañeros que participaron en ella, la continuidad en el tiempo que lograron las distintas publicaciones y la penetración que tuvieron en la sociedad de la época. Si bien en la historia argentina la tradición de la prensa relacionada con las organizaciones políticas tiene una larga historia que se remonta al siglo XIX, no cabe duda que el esfuerzo realizado por el PRT y sus logros dieron cuenta del compromiso con que se asumió la tarea.
Otra de las características que asumió el desarrollo de la prensa en el PRT está relacionada con la diversidad de publicaciones que asumían diferentes interlocutores: desde publicaciones que tenían circulación principalmente entre los miembros del partido, hasta publicaciones cuyo objetivo era penetrar de forma contundente en el corazón de las masas. Para una organización político militar como el PRT-ERP la necesidad de desarrollar en profundidad la prensa entre el pueblo era una tarea impostergable. Como decía un viejo integrante del PRT “el 95% del esfuerzo es político. En un periodo donde se está desencadenando una embrionaria guerra civil, lo principal de todo es la publicidad revolucionaria, la prensa es crucial”.
Fruto de esta ardua tarea fueron naciendo diferentes herramientas de prensa. Al mes siguiente de realizado el IV Congreso, en abril de 1968 nacerá El Combatiente, el órgano oficial del partido. El Comba, como se le nombraba habitualmente, era un periódico para la vanguardia, para la lucha política y para la formación de cuadros. La disciplina era muy clara con respecto a la seriedad del trabajo de vender la prensa entre los contactos y también de leerla y discutirla entre las células partidarias. En general, estaba escrita por los principales cuadros partidarios y servía como base para comprender la línea partidaria.
El V Congreso del PRT, en junio de 1970, decide la creación del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). En abril de 1971 se publica el primer número del Estrella Roja, el órgano de prensa del ERP. Por las características que tenía el ERP (pensado como ejército popular de masas) desde un primer momento este periódico buscó desde su trama discursiva incorporar a amplios sectores del pueblo argentino. A diferencia de El Combatiente, en el que predominaba el género editorial, Estrella Roja utilizaba la crónica y el relato histórico como herramientas principales para captar la atención de sectores menos politizados y no tan consustanciados con los debates teóricos. Asimismo, desde lo formal, era un periódico cargado de ilustraciones y fotografías, que lo hacían accesible a las masas. En el corto período de legalidad que tuvieron las organizaciones luego de la vuelta de la democracia en 1973, el Estrella Roja se vendía de a miles. Para el primer aniversario de la masacre de Trelew llegó a vender 115.000 ejemplares, lo cual daba cuenta a las claras de la penetración que tenía en amplios sectores de la población.
A la par de estas publicaciones el PRT se dio también la tarea de construir una prensa más masiva, que bajo una supervisión del partido, esté en manos de periodistas profesionales con el fin de que pudieran competir con los periódicos de masas de orientación burguesa. Fruto de esa necesidad el PRT decide comprar la revista Nuevo Hombre, que había sido una creación de Enrique Jarito Walker (posteriormente desaparecido durante la dictadura). Esto sucedió para marzo de 1972, donde se hace cargo Silvio Frondizi como director, puesto que asumirá un año más tarde Rodolfo Mattarollo. La calidad de la impresión, la profundidad de sus notas y el enfoque moderno y dinámico con que estaba realizada, hacían de Nuevo Hombre una prensa de necesaria circulación entre las capas medias informadas y los intelectuales. Si bien era financiado por el PRT, Nuevo Hombre estaba pensado para ser la herramienta comunicacional del FAS.
Como parte de la estrategia tendiente a romper con el andamiaje discursivo con que las clases dominantes suelen envenenar las conciencias de los oprimidos, el PRT-ERP realizó su apuesta más importante en el campo comunicacional: la compra de los derechos del viejo diario El Mundo de la editorial Haynes y su puesta en circulación. El primer número apareció en junio de 1973 y fue un verdadero éxito. Con una redacción de 280 periodistas el periódico logró pronto su inserción en el mercado de los diarios con tirada nacional. Convivían en él tanto periodistas profesionales como militantes provenientes de distintos partidos y organizaciones. Se vendía en kioscos de revistas y por su diseño ágil, por su cobertura amplia del territorio nacional (a través de corresponsalías en el interior), por dar cuenta de las realidades del mundo sindical, de los desocupados, de los indígenas pero también por cubrir las minucias del espectáculo y el deporte, logró una rápida aceptación entre la población que lo ubicó entre los diarios más vendidos de la época. Fue la apuesta comunicacional masiva más jugada del PRT y la mejor lograda. La derechización del gobierno de Perón logró su proscripción y cierre en marzo de 1974. Un último aspecto a señalar, es también la influencia que el PRT logró sobre personajes destacados del ámbito periodístico, como el caso de Rafael Perrota, director del Cronista Comercial, y uno de los trabajadorxs de prensa desaparecidxs durante la última dictadura. Esto permitía que también, desde otros planos, la línea del partido logré llegada a ámbitos masivos.
Desde Venceremos queremos rescatar el esfuerzo y compromiso del PRT por dar la batalla comunicacional dando cuenta además, de la diversidad que deben adquirir nuestras herramientas de comunicación en el complejo universo de los medios masivos, el mundo digital y las redes sociales de la actualidad. Pero como decía Fierrito (el personaje de la historieta principal del periódico que oficiaba de vocero en la portada) al momento de la clausura: “clausuraron El Mundo, le cerraron la boca al pueblo, pero al pueblo le sobran dientes para comerle la mano al verdugo”.