El cierre de la aceitera que se encuentra lejos de sufrir una crisis, desnuda la intención de los grupos económicos que explotan los recursos de nuestro país, de reducir los costos laborales y atacar los derechos de la clase trabajadora argentina. Es el mismo proyecto del gobierno que busca imponer la reforma laboral. El ataque a un gremio como el aceitero, que es reconocido por todo el movimiento obrero por sus conquistas, es un ataque contra toda la clase trabajadora.

El 4 de enero la multinacional china Cofco (ex Nidera), una de las aceiteras más importantes de nuestro país y a nivel mundial, anunció el cierre de su planta de Valentín Alsina dejando a 195 trabajadores en la calle. Lejos de una situación de crisis que explique esta decisión, las aceiteras en 2017 tuvieron ganancias por encima de los 400 millones de pesos. Ese año, Cofco aumentó sus ganancias en un 108.4 %.
(Ver:
http://federacionaceitera.com.ar/2018/03/26/tiempo-de-cosecha/).Lo que está en juego con el cierre de esta fábrica es el intento de los empresarios, y del gobierno, de bajar el costo laboral tomando un caso testigo: atacan a uno de los gremios que mejores condiciones ha conquistado como consecuencia de una política consecuente de años. La política de la Federación de discutir salarios a partir de lo que dicta el artículo 14 bis de la constitución nacional y de las necesidades de los trabajadores (y no de la supuesta inflación), fijada a partir de asambleas y plenarios nacionales de delegados de base, que en 2015 llevó a una huelga nacional de 25 días con bloqueo de los puertos del país y en 2018 a lograr un acuerdo de un 75.9%.

La reforma laboral que el gobierno no pudo aplicar, al menos hasta ahora, a través de un paquete de medidas legislativas, y que en determinados sectores las implementa con la connivencia de la burocracia sindical, del cual el ejemplo del sindicato Petrolero dirigido por Guillermo Pereyra fue el primero pero no el único, la intenta imponer por la vía de los hechos y con extorsiones en los gremios que resisten ese ataque contra las conquistas históricas de la clase trabajadora.

El modelo productivo de país
En 2015, en paralelo al cambio de gobierno, la fábrica de Valentín Alsina pasó de manos de capitales holandeses a chinos, que buscan tener su propia Cargill, la aceitera estadounidense más poderosa del mundo. Cofco además de exportar el aceite con el valor agregado del trabajo de nuestro país produce Aceite Legítimo que es alimento que consumen los sectores populares. Hasta 2015, el Estado garantizaba que una parte de la producción se destine al consumo interno. Si eso no sucedía se paraba inmediatamente la planta. Luego del cambio de gobierno, además de abandonar esa política, se eliminaron restricciones a las exportaciones y diferentes cargas impositivas. Cofco, que antes exportaba a diferentes países y regiones del mundo, en la actualidad exporta sólo a China. Además, exportan sólo la materia prima sin valor agregado, para producir el aceite sin los costos laborales de nuestro país.
Una respuesta contundente
Desde el 4 de enero el sindicato de Bs. As. SOEIA acampa frente a la puerta de la planta a metros del riachuelo y decretó un paro a partir del cual el ministerio de la provincia de Bs. As. dictó la conciliación obligatoria, que puede extenderse en caso de que se decrete un paro provincial y luego uno nacional. La CGT, al igual que en todos los conflictos, está pintada y sigue haciéndole el juego al gobierno. Mientras tanto, los trabajadores junto a su sindicato y su federación realizaron asambleas en otras plantas y recibieron la solidaridad de diferentes gremios, como el SiPreBA y el SUTNA o los nucleados en el Movimiento Nacional para el Modelo Nacional del que forman parte,junto a un heterogéneo grupo de organizaciones sociales y políticas . A su vez, participaron de las movilizaciones contra los tarifazos en distintos puntos del país y de espacios de coordinación como el plenario realizado en SUTNA. Desde Venceremos en Poder Popular realizamos distintas acciones de acompañamiento y propaganda para visibilizar este conflicto bisagra que requiere de todo el apoyo posible.

Si quiebran a los aceiteros, un sindicato que es ejemplo no solo por sus conquistas sino también por su construcción democrática, de base, solidaridad y de lucha, será un golpe para toda la clase trabajadora. Por eso es fundamental rodear de solidaridad a los aceiteros y apostar con todo al triunfo de esta lucha.

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