El día de hoy es trascendental en el desarrollo del futuro político venezolano. Con convocatorias a movilizaciones opositoras, Juan Guaidó, el titular de la Asamblea Nacional, se autoproclamó presidente “encargado” de Venezuela.
Previo a esto, ni más ni menos que Mike Pompeo, secretario de estado estadounidense había dado un mensaje televisivo llamando a la movilización contra el gobierno de Nicolás Maduro y del proyecto político bolivariano.
Tras el anuncio de Guaidó, la diplomacia yanqui lo reconoció como presidente interino y del mismo modo se pronunciaron sus gobiernos lacayos en la región, entre ellos el de Mauricio Macri. Este accionar fue adelantado por el comunicado que días atrás se emitió desde el “grupo Lima”, con excepción de México, desconociendo la presidencia de Maduro. Repudiamos la injerencia en la política interior venezolana y denunciamos al aval diplomático de Argentina y otros países de América Latina como un verdadero apoyo al golpismo.
Por su parte, también en esta jornada histórica se realizaron multitudinarias manifestaciones a favor del gobierno chavista. En este marco, el presidente Nicolas Maduro anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con EEUU y dió 72 hs para la salida de sus funcionarios del país. Una acción necesaria para dar un mensaje claro frente a los planes injerencistas del imperialismo. El presidente Maduro recibió el apoyo y el reconocimiento como mandatario de países como Cuba, Bolivia, México, Rusia y China.
En este sentido, es claro que Venezuela aparece como escenario de múltiples tensiones a nivel internacional y lo que se juega en ese país, el derecho más básico de los pueblos a su autodeterminación e independencia, impactara en toda la región, marcando una correlación de fuerzas continental fundamental para nuestros pueblos.
La derecha continental y el imperialismo quieren poner de rodillas al proyecto chavista y descargar una verdadera revancha de clase contra los sectores populares. El escenario decisiva estará en las calles y en la organización popular, por lo que profundizar ese proceso con toda la solidaridad de los pueblos latinoamericanos, se vuelve una tarea ineludible y de primer orden, para estar a la altura de lo que la historia nos demanda.
¡Abajo el golpe de estado en Venezuela!
¡Fuera yanquis de América Latina!