Tras cerrar un 2018 que acumuló una inflación cercana al 48%, con subas en alimentos que rondan el 65%, el gobierno de Cambiemos anunció un nuevo tarifazo en transportes, peajes y servicios. Sólo en cuanto a la luz eléctrica, en el área Metropolitana los aumentos de 2018 fueron del 100%, y se proyecta para enero un nuevo incremento del 30%. Para un trabajador que cobra el salario mínimo, el impacto de los servicios en su sueldo pasará de representar más de un 26%. La contracara de este robo a las y los asalariados son las ganancias extraordinarias y millonarias de las empresas de servicios. Necesitamos ganar las calles contra los tarifazos, los despidos, suspensiones y el plan de miseria que imponen el FMI y el gobierno. Las CTA y CGT deben abandonar las convocatorias tibias y llamar a un verdadero plan de lucha con paros generales. La clase trabajadora puede derrotar el plan de ajuste.

La plata que nos falta a lxs trabajadorxs es la que les sobra a los grandes empresarios

Desde la asunción del macrismo, las tarifas de servicios aumentaron hasta un 3.600%. Lo servicios públicos se llevan 1 cada 4 pesos que gana un trabajador o trabajadora con el salario mínimo. La luz eléctrica, aumentó hasta 24 veces su valor inicial desde fines de 2015 a la fecha. A su vez, y gracias a este verdadero robo al salario acompañado por una inflación cercana al 50% en 2018, las utilidades millonarias de las empresas de energía no paran de crecer: Edelap –que opera en la zona de La Plata y alrededores- septupilcó sus ganancias en 2018; Edenor las quintuplicó y Edesur las duplicó. Paralelamente, siguen los cortes de luz a cientos de miles de usuarios por la falta de inversión de las privatizadas, y los cortes de suministro por falta de pago o facturación fraudulenta están a la orden del día. Las empresas privatizadas de luz logran así el prodigio de que baje el consumo y crezcan sus ganancias.
Los aumentos en el transporte (acumulará entre un 500% y 600% promedio durante el macrismo), el gas (1.100%), agua corriente (1.000%) y peajes (1000%) completan el cuadro. Estos últimos, junto con los aumentos de combustibles, impactan fuertemente en toda la escala de precios, dado que el transporte terrestre por ruta representa el 90% de los fletes de mercancías en nuestro país.
Mientras el endeudamiento y la fuga de divisas crecen, el ajuste producto de la devaluación, los despidos y salarios a la baja pauperizan a sectores cada vez más amplios de la clase trabajadora y el pueblo.
Lejos de la pasividad que practican desde las centrales dirigidas por las distintas fracciones de la burocracia, la clase trabajadora puede y debe ganar las calles. Cuestionando la marcada complicidad con el macrismo de los “gordos” e “independientes” de la CGT Daer (Sanidad), Acuña (Estaciones de Servicio) o Andrés Rodríguez (UPCN), la ausencia de medidas contundentes desde el moyanismo o la explícita vocación de no llamar a paros generales en un año electoral expresada por el kirchnerismo mediante Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), el malestar por abajo señala la necesidad de medidas de lucha más profundas, que incluyan el paro general.
Con la perspectiva de la mayor unidad de acción frente al ajuste y los tarifazos, y nuestra exigencia a las centrales de paro general y plan de lucha, participaremos de las movilizaciones que ya se han anunciado en Rosario, Mendoza, Mar del Plata, Córdoba y CABA.
Con la fuerza de lxs trabajadorxs podemos derrotar el ajuste de Macri y el FMI.
¡Ganemos las calles contra los tarifazos!

Venceremos – Partido de Trabajadorxs en Poder Popular

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