En sintonía con algunos anuncios a nivel nacional que profundizan la perspectiva del ajuste del macrismo bajo el plan el FMI, los gobernadores cómplices se aprestan a discutir los presupuestos provinciales. Neuquén es un caso particular por tener uno los principales recursos que sostienen al gobierno de Cambiemos a la par del retroceso de las condiciones de vida de su población.
Con el anuncio de una inflación cercana al 10% en la provincia de Neuquén queda de manifiesto un proceso complejo de desgaste y precarización en la clase trabajadora y en los sectores populares. Existe una doble dinámica social en la provincia producto del crecimiento de la extracción de bienes comunes de las empresas transnacionales y como contra cara la exclusión social de la amplia mayoría del pueblo.
El proceso inflacionario refleja la especulación económica de los sectores del capital que intenta apropiarse a como dé lugar de los ingresos que se derraman de Vaca Muerta. Los datos que dio a conocer la dirección provincial de Estadísticas y Censos de Neuquén mostraron un aumento del 9,81 % mensual, 16,15 % trimestral, y una aceleración del 42,18 % en los últimos 12 meses.
A su vez en el mes de septiembre se hicieron anuncios desde INDEC nacional donde el 25% de las personas que viven en la provincia son pobres. Se necesitan unos $20.868,93 para no ser pobre y $8.347,57 para sobrepasar la línea de indigencia.

Presupuesto récord

Según trascendió en la prensa regional[1] durante el 2019 la provincia contará con un presupuesto récord, 100.000 millones de pesos, una cifra nunca antes vista. Esto tiene su principal origen en la devaluación del dólar que hace incrementar los ingresos por regalías (12% de la producción declarada por las empresas) e impuestos. Estas cifras astronómicas son una pequeña muestra de lo que las empresas del sector de hidrocarburos están extrayendo de nuestra provincia a costa del trabajo de los y las trabajadoras del sector que vieron deterioradas sus condiciones de trabajo, y a costa del conjunto de la población que debe afrontar con salarios devaluados los importantes aumentos en servicios, vivienda y alimentos.
El MPN ha hecho anuncios de inversión en obra pública con el que intenta diferenciarse de de un discurso de ajuste macrista, entre los que sobresalen la construcción del hospital de la norpatagonia, la construcción de 4500 viviendas, el tren a vaca muerta, así como la financiación del consumo a través del BPN. No es difícil darse cuenta que el MPN está haciendo concesiones miserables al pueblo que en nada se corresponden con los grandes márgenes de recaudación y ganancia que la actividad genera en la provincia.
Los anuncios realizados no tienen un impacto significativo en la distribución de la riqueza y mucho menos están dirigidos a revertir la matriz productiva dependiente. Las prioridades del MPN están lejos de buscar favorecer a los sectores populares, privilegian acuerdos ilegítimos, que garantizar en primera instancia la rentabilidad de las empresas trasnacionales para luego asegurar la rentabilidad de los empresarios amigos del poder que colaboran con la estructura política del partido provincial para mantener sus privilegios.
Los indicadores de la provincia no se diferencian mucho de aquellas que reflejan la situación general del país. La pobreza en Neuquén alcanza el 25% y la inflación es de las más altas del país. Solo la desocupación está por debajo de la media. Lo que evidencia la fuerte polarización social presente en la provincia. Los grandes shoppings se combinan con extensos y cada vez más alejados barrios populares, muchos de ellos con instalaciones precarias de servicios e escasa infraestructura social, condenados al aislamiento y a soportar bajas temperaturas por las altísimas tarifas de gas, servicios públicos y transporte. Estamos en una provincia donde tener un trabajo no garantiza llegar a fin de mes. Además existen problemas graves de malnutrición infantil y consumo de drogas.

Elecciones 2019

En el ámbito político, el MPN posiblemente enfrentará una elección ajustada el próximo año, frente a lo que se espera será un resultado ajustado algunos potenciales candidatos amenazan ir por fuera de lo que decidan las internas, lo que restaría votos valiosos al partido gobernante. El vice gobernador Figueroa tiene aspiraciones aunque no cuenta con el aval de su partido, hoy más inclinado por la figura del actual gobernador, Omar Gutiérrez. El ex-gobernador emepenista Jorge Sobisch, nada menos que el asesino de Carlos Fuentealba, también anunció su candidatura con una campaña sumamente provocadora[2] y haciéndose eco de la emergencia de cierto sentimiento fascista se presenta como el instaurador del orden. Lugar por el que compite con el candidato de Cambiemos, Pechi Quiroga, actual intendente de la capital y vocero de las expresiones más reaccionarias de la provincia. En simultaneo surge la convocatoria a formar un frente anti MPN y Cambiemos por parte del Frente Neuquino, Libres del Sur y Unidad Ciudadana. Una propuesta que ya ha demostrado la imposibilidad de acumular políticamente hacia los intereses de la clase trabajadora y está muy lejos de abonar a un proyecto con independencia política de las trabajadores y los trabajadores.
Como Venceremos en Poder Popular, estamos convencidas/os que el camino es aportar a un proyecto político que enfrente las políticas de ajuste del macrismo y los gobernadores en las calles con una perspectivas de clase, que trascienda las actuales propuestas de conciliación. Tenemos la obligación de construir una alternativa unitaria de la izquierda que se ponga a disposición de los intereses inmediatos de los sectores más postergados, que hemos sido los que sistemáticamente pagamos las crisis y los costos de la recomposición de las ganancias de los ricos. Entendemos que el FIT es el espacio de la izquierda anticapitalista que mejor representa la construcción de un proyecto político de liberación.

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