Convocado por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) a nivel nacional y la CTA-Autónoma encabezada por Ricardo Peidro, las y los estatales de ATE y las organizaciones sindicales nucleadas en esa CTA, realizarán este miércoles 12 un paro nacional con movilizaciones en rechazo al ajuste, los despidos y por “trabajo, producción y soberanía”.
El marco inmediato de esta medida es un brutal ataque de parte del gobierno nacional, que mediante el Decreto 801/18 redujo a más de la mitad la estructura de Ministerios, avanzando con esta decisión en el desguace del Estado nacional, lo que anticipa un escenario de miles de despidos en toda la Administración Pública que seguramente sobrevendrán en los próximos meses. La eliminación como tales de los ministerios de Trabajo, Salud y Ciencia y Tecnología son, sin duda, los puntos más polémicos y claramente indicativos de los objetivos y propósitos del desguace: no sólo achicar y despedir laburantes sino también avanzar sobre los derechos laborales del conjunto de la clase trabajadora; postergar la salud de los sectores más desfavorecidos de nuestro pueblo y desarticular la perspectiva de un desarrollo nacional soberano mediante la ciencia e investigación con respaldo estatal.
La medida fue antecedida por el despido de unos 560 compañeros y compañeras en el entonces Ministerio de Agroindustria, encabezado por el ex presidente de la Sociedad Rural, Miguel Etchevehere, que prácticamente desmanteló la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF) en todo el país. En la sede porteña de Agroindustria las y los trabajadores de la cartera realizaron diversas expresiones de rechazo, fueron reprimidos por la Policía y a la fecha un grupo de delegados/as de la SAF y laburantes autoconvocados de sede central (sin el respaldo de la conducción de ATE Capital ni de la Junta Interna verde y blanca del sector), sostienen una permanencia pacífica en oficinas exigiendo la apertura de una mesa de negociación. Enfrentan el ataque furibundo de la patronal y la invisibilización y aislamiento de los propios.

Una división cada vez más irresponsable

En el marco del paro y la jornada nacional de lucha, ATE desarrollará acciones y movilizaciones en todo el país. En Ciudad de Buenos Aires, una vez más, la división entre el sector verde y blanco de Daniel Catalano que conduce la Seccional Capital y el de la lista Verde ANUSATE que dirige el Consejo Directivo Nacional que encabeza Hugo Godoy, vuelve a generar acciones separadas que dividen la fuerza de las y los estatales, en una fragmentación criminal cada vez más naturalizada entre la base estatal que visualiza a la distancia esta interna irresponsable, que viene barriendo con elementales criterios de clase para la vida de un sindicato.
Sin embargo, existe mucho malestar y preocupación por abajo que ya se tradujo en numerosas medidas de lucha protagonizadas por ATE, manifestación de una disconformidad que se extiende incluso entre las bases estatales de UPCN que debió salir a la calle en los Ministerios de Justicia y Salud, por la presión de sus propios trabajadores y trabajadoras afiliados que ven peligrar sus salarios y puestos de trabajo. Ni siquiera los “servicios de entrega” garantizados por Andrés Rodríguez desde el inicio del gobierno macrista (siguiendo su línea de oficialismo del oficialismo de turno) aleja la posibilidad de despidos para sus afiliados. “Roma no paga traidores” reza el dicho y vaya si lo es el “Centauro” amigo de la Sociedad Rural, que alguna vez intentó prohijar al mismísimo Mauricio Macri desde el PJ porteño a su cargo.
Más allá de este cuadro de división, a medida que se profundiza el ataque sobre las y los laburantes estatales crece la resistencia, pese al lógico cuadro de incertidumbre y preocupación instalado entre las compañeras y compañeros en los sectores de trabajo. Las y los trabajadores estatales tienen cada vez más claro que si este plan de ajuste del gobierno nacional y el FMI hace pie, si el gobierno se reestabiliza y oxigena políticamente, las consecuencias serán catastróficas para miles y miles de familias estatales.
Son ellos o nosotros y nosotras. No se puede esperar hasta el 2019, como proponen distintas sectores políticos de la oposición que sugieren postergar hasta las elecciones presidenciales las respuestas populares para enfrentar este ataque brutal contra el pueblo. La lucha a brazo partido es aquí y ahora y se los puede derrotar.

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