Finalmente, el gobierno de Mauricio Macri anunció que avanzará hacia una meta de déficit cero para el año próximo y cumplir así con los mandatos del FMI. Desmantelamiento de ministerios, tarifazos y despidos, las claves del plan de un Ejecutivo a la deriva.

En un ensayado y grabado discurso, Macri reconoció lo que ya sabe todo el mundo: que el país está «en emergencia». Su principal preocupación, por supuesto, es «cumplir con las obligaciones financieras del país en 2019» y no, por ejemplo, con los reclamos de la docencia universitaria en huelga desde hace casi un mes. Para eso se encuentran negociando el adelantamiento de fondos del FMI a cambio de un ajustazo histórico.

Luego del mensaje presidencial, que no incluyó nuevos nombramientos como se rumoreaba (nadie le habría dado el sí), Dujovne brindó alguna precisiones mayores que son elocuentes. Para este año aguardan una inflación del ¡42%! contra el 15% en cuotas que quieren imponerle como techo a lxs trabajadorxs. El ministro de Economía también anticipó que se avanzará en el recorte de los subsidios con el traspaso de la tarifa social a las provincias, es decir, que seguirán con el tarifazo con el agravante ahora de arrastrar las cuentas provinciales -que ya se encuentran de por sí en una situación deficitaria.

El «mayor aporte» reclamado por las retenciones (palabra que evitaron usar) al sector agropecuario resulta irrisorio en comparación a la enorme renta extraordinaria de la que se han hecho los sojeros con una devaluación del 150% en solo un par de meses. Se mantiene la baja en las retenciones a la soja con un impuesto fijo de 4 pesos por cada dólar para productos no industrializados y 3 para los que sí. Esta medida también alimenta la especulación cambiaria. Mientras tanto, la AUH y las jubilaciones que quedaron completamente desfasadas por el encarecimiento del costo de vida tendrán, simplemente, «dos refuerzos en septiembre y diciembre». Es decir, migajas. Por otra parte se reforzará la recaudación mediante el impuesto a las ganancias que es, en realidad, un impuesto a los salarios más elevados

El gabinete fue virtualmente desmantelado. Ciencia y Tecnología, Salud, Ambiente, Energía y Minería, Transporte y Turismo, Agroindustria, Trabajo y Modernización serían pasados a secretarías dependiente de otras carteras en un modelo ejecutivo diseñado a los solos fines de cumplir con los mandatos externos de ajuste. Esto implicará un enorme recorte del gasto cuyo mayor peso recaerá sobre lxs trabajadorxs de esas dependencias, como ya lo demuestran los 600 despidos en Agroindustria. También trascendió que el gobierno dará de baja los programas de cooperación con entes como ya hizo con universidades, muchos de los cuales sostienen programas sociales como la línea contra la violencia machista, poniendo en riesgo miles de puestos de trabajo y dejando en una situación aún más vulnerable a los sectores populares.

No es de sorprenderse que en las próximas semanas se anuncien planes de ajuste similares en YPF, Aerolíneas y Correo Argentino, mientras se sigue el ataque al sistema de medios públicos. El «deficit cero» del macrismo es la radiografía de un país sometido de pies y manos al imperialismo.

Sin embargo, el recorte del gasto corriente que el gobierno llevará adelante para llegar al déficit fiscal cero oculta el aumento en el pago de los intereses de la deuda externa, que es mayoritariamente en moneda extranjera y que crecerá un 50% el año que viene llegando al 3,3% del PBI.

El gobierno de Macri ingresa de lleno a su fase fondomonetarista. En su conferencia, el presidente Macri pidió que esta sea «la última crisis» del país. Para eso, el camino es otro: luchar en las calles para que se vayan.

¡Fuera Macri y el FMI!

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