Ayer 18 de junio se conoció la sentencia del Tribunal Oral Criminal N°4 de la Ciudad de Buenos Aires por el travesticidio de Diana Sacayán: cadena perpetua para Gabriel David Marino.
Este juicio finaliza con un veredicto histórico. Es la primera vez que un varón es condenado a cadena perpetua por ser coautor de un crimen de odio. La sentencia dictamina que Marino irá a cárcel perpetua por “homicidio agravado por el odio de género y violencia de género”. Este reconocimiento al crimen como violencia y odio de género marca un antecedente que sólo pudo ser conseguido por la lucha perseverante e insistente de familiares, amigxs y organizaciones que llevaron adelante este juicio. Y por supuesto, también se da al calor del avance del movimiento feminista, que cada vez atraviesa mayores dimensiones de la sociedad.
La instancia de alegatos comenzaron el 12 de marzo y tanto las dos querellas como la fiscalía pidieron cadena perpetua para el travesticida Gabriel David Marino. Tras varios días y encuentros de resistencia inquebrantable de diversas organizaciones en las puertas de Tribunales, se logró esta sentencia histórica donde por primera vez la Justicia Patriarcal reconoce un crimen de odio y dicta condena.
Levantamos nuestros puños por esta condena mientras compartimos nuestras lágrimas, porque deseamos que Diana estuviera aquí con nosotras, cruzarla en los Encuentros Nacionales de Mujeres, en cada marcha y discusión. Con el inquebrantable amor, ejemplo y aprendizaje que siempre recibimos de Diana.
Este es un primer gran paso que demuestra una vez más, que la lucha colectiva hace justicia, pero justicia de la nuestra: justicia disidente, feminista, anti-patriarcal.
Compañera Diana Sacayán: ¡presente! ¡Ahora y siempre!
¡Venceremos!