Entre las nefastas consecuencias del aborto clandestino se cuenta el hecho de no poder acceder a estadísticas y análisis fiables de las mismas. Esto obedece a que, al ser una práctica penada, los abortos no son declarados y no se puede desarrollar un estudio que permita evaluar políticas públicas que reduzcan la cantidad de embarazos no deseados, por ejemplo. Es sabido que el número del que se habla a nivel nacional es de 500.000 abortos anuales, pero ¿cuál es la situación en Mendoza?

Teniendo en cuenta este bache en el debate sobre la legalización y despenalización del aborto, hicimos un trabajo de rastreo y análisis de periódicos y páginas web locales, así como la página de las Socorristas. Aquí compartimos los resultados.

 

Las mujeres en Mendoza abortamos

En 2007 se realizó un estudio nacional, impulsado por el Ministerio de Salud y realizado por CONICET, el instituto Gino Germani y el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES). Este trabajo consistió en registrar la cantidad de internaciones en  hospitales públicos de personas que llegaron con abortos espontáneos y/o provocados. El equipo interdisciplinario de profesionales que llevaron a cabo este trabajo, estimó porcentualmente que por cada una de las mujeres o personas gestantes que recurren a un hospital por abortos mal hechos, existen entre siete y diez que no necesitaron ninguna atención médica, ya que pudieron acceder a un aborto seguro –por misoprostol o en una clínica privada.

Entre las provincias en las que se realizó el registro, figura Mendoza. En la provincia egresan entre 2.605 y 3.000 mujeres y personas gestantes por año que llegaron con abortos en curso. Es importante señalar que la mayoría de estas personas llega al hospital con sangrado o procesos infecciosos en ciernes, lo que indica que la gran mayoría responde a abortos mal realizados, según datos proporcionados por el Ministerio de Salud de la Provincia.

Aplicando la fórmula propuesta por CEDES a los datos de Mendoza, se puede concluir que en la provincia se realizan entre 18.235  y 30.000 abortos por año. Lo que significa que aproximadamente se interrumpe un embarazo por cada dos nacimientos, o en número casi idéntico, ya que por año nacen unos 34.000 niñxs mendocinxs.

En 2015, el Dr. Carlos Cardello (quien fue director de Promoción, Prevención y Atención Primaria y tuvo varias gestiones en Salud), en una entrevista con Radio Andina, reconoció: “Hemos clandestinizado lo legal. En muchos hospitales se realiza esta práctica a escondidas”.

Un artículo publicado en Explícito (13/08/2016), indica que los últimos datos oficiales brindados por el Ministerio de Salud de provincia datan de 2014. Esta información, obviamente no incluye los abortos que se producen en la clandestinidad. Los datos indican que en el Hospital Lagomaggiore ingresaron 859 mujeres con abortos en curso durante 2014. Le siguen en cantidad el Paroissien (357 casos), el Perrupato (con 330 casos), el Scaravelli (191) y el Schestakow (con 177). En total, en todos los hospitales de Mendoza, ingresaron ese año 2.063 mujeres y personas gestantes con abortos.

En 2016, siendo Ministro de Salud de Mendoza, Armando Calletti reconoció a Página 12 que: “En Mendoza hay 3.200 internaciones pos aborto, es decir, de mujeres que llegan con complicaciones de abortos. El aborto es la segunda causa de mortalidad materna en la provincia. Por eso decidimos que es un problema de salud pública. No se puede no ver esta realidad que genera una gran injusticia, porque muchas mujeres no tienen acceso a una prestación en tiempo y forma y sufren infecciones por abortos hechos en malas condiciones. Esta situación causa un alto costo sanitario. En los últimos cuatro años hubo 14 muertes por abortos clandestinos”.

Las citas de los funcionarios provinciales en el área de Salud tienen dos implicancias. Por un lado, el reconocimiento del alto número de abortos realizados en Mendoza y de la clandestinidad y precariedad de su práctica. Por otro lado, y a pesar de esta verdad, el Estado mendocino no sólo no ha desarrollado políticas públicas efectivas ante esta grave situación, sino que ha tomado decisiones femicidas: hasta el día de hoy no adhiere a la Guía Técnica para la Atención Integral de los Abortos no Punibles que existe desde 2010 (ni tampoco elabora un protocolo propio). A ello se suma que en 2009, durante la gestión del kirchnerista Celso Jaque, una ley provincial prohibió la venta de misoprostol en farmacias, restringiendo su uso a los hospitales públicos, a pesar de que en el resto del país sí se consigue en farmacias y de que la Organización Mundial para la Salud (OMS) la recomienda como la droga más segura para interrupción de embarazos.

 

Mitos y verdades sobre las mujeres que abortamos

En Mendoza, la organización socorrista Malona Rosa realizó una sistematización sobre los acompañamientos a mujeres y personas gestantes que abortaron durante 2017 (la misma está disponible, junto con información nacional de las socorristas en: http://socorristasenred.org/index.php/datos-2017/). Durante ese año, 276 mujeres fueron acompañadas para abortar en la provincia (mientras que en el país fueron 4.783). De esa sistematización se desprenden algunas reflexiones fundamentales. Por ejemplo, hay un mito que señala que la mayoría de las que abortan son adolescentes, pero esto no es así. De las 276 mujeres que abortaron en 2017 en Mendoza, el 72,9% tenía entre  29 y 34 años, mientras que sólo el 15,4% eran menores de 20 años. Del total, más del 50% ya eran madres. Las creyentes también abortan: el 58,3% dijo ser creyente de alguna religión. Además, el 62,2% contó que sufrió violencia machista en su vida, pero sólo el 28,5% hizo algún tipo de denuncia. Esto evidencia que, ante la violencia machista, las instituciones estatales aún no han logrado brindar contención ni despertar confianza en las mujeres.

El análisis de las socorristas mendocinas también encuentra confirmación en los datos brindados por el Ministerio de Salud en 2014 que fueron citados previamente. De los 859 abortos atendidos en el Lagomaggiore, 650 eran mujeres de entre 20 y 39 años y es el grupo más numeroso. Le siguen las de 15 a 19 años, que son 138 casos. Otro dato que se desprende de los números oficiales: la mayoría de las mujeres que llegaron con abortos ya habían tenido otros hijos (658 casos) mientras que 201 había quedado embarazada por primera vez. Del total de abortos realizados en la provincia en ese año (2.063), 1.628 ya había sido madre y de las cuales 1.624 tenían entre 20 y 39 años.

 

Mañana todxs a la vigilia

Caben muchos análisis más sobre el tema. Por ejemplo, la cantidad de mujeres que han tenido que pasar por odiseas para poder acceder a una interrupción legal de embarazo en nuestra provincia, o la cantidad de niñas violadas a las que le fue negado este derecho. También hay algunos datos disponibles, muy pocos, de los casos de mujeres que murieron en hospitales por llegar con una infección avanzada producto de un aborto mal realizado en alguno de los tantos barrios pobres de Mendoza.

Lo cierto es que queda por demás demostrado que el aborto es una práctica a la que las mujeres y personas gestantes acudimos cada vez que lo necesitamos. Es que no estamos dispuestas a continuar con embarazos que no son deseados. Por tanto, la penalización del aborto lejos de impedirlo, garantiza que lo tengamos que hacer manera clandestina e insegura, poniendo en riesgo nuestra salud y nuestras vidas.

Por todo ello, desde Venceremos estaremos presentes en la vigilia organizada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito en Plaza Independencia desde las 16hs, exigiendo ¡aborto legal ya!

 

¡Educación sexual para decidir,

anticonceptivos para no abortar –y disfrutar-,

aborto legal para no morir!

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