El día sábado 9 de Junio, por las calles de Moreno, realizamos junto a un gran conjunto de organizaciones de DDHH, sociales y políticas un escrache al genocida Adolfo Kushidonchi (ex comandante de la Gendarmería Nacional), condenado a 22 años de prisión por crímenes de Lesa Humanidad durante su paso por la Cárcel de Coronda en Santa Fe.
Kushidonchi, quién ha gozado de impunidad durante todos estos años, fue funcionario público durante la gestión de Julio Antonio Assef (Padre del Concejal Anibal Assef del PRO) y también tuvo tareas dentro de la catedral de Moreno, parte del Obispado Merlo-Moreno, lo que pone en total evidencia la complicidad de la Iglesia Católica y del Estado para encubrir a genocidas.
Memoria, verdad y Justicia
Ante esto, con el objetivo de expresar el total repudio y condena social junto con la exigencia de cárcel común, perpetua y efectiva a todos los genocidas y cómplices de la dictadura cívico-militar-eclesiástica, junto a ex presos de la cárcel de Coronda y diferentes organizaciones como H.I.J.O.S Zona Oeste, H.I.J.O.S. La Plata, Colectivo Memoria Militante, CORREPI, Agrupación Docente La Bordó, Agrupación Víctor Choque (ATE), el FOL, el Frente Juvenil Hagamos Lo Imposible, MST, PTS, Partido Obrero y la CPS 29 de Mayo; nos encontramos en las calles de Moreno bajo la consigna: “¡Con genocidas en sus casas no hay justicia, y sin justicia seguirán los escraches!”
Poco antes de las 14:00hs, horario de concentración para dar inicio a la jornada de repudio, diferentes organizaciones locales junto a vecinas y vecinos, copamos las calles para dar inicio a la marcha, recorriendo diferentes puntos que visibilizan y denuncian las complicidades que existieron para que Kushidonchi haya transitado gran parte de su vida con total impunidad durante su residencia en nuestra ciudad.
La primer parada fue el Monumento que recuerda al ex Intendente durante de la Dictadura, Julio Assef, gestión durante la cual estuvo cobijado Kusidonchi. A continuación, fuimos camino a la catedral, donde cumplió el rol de colaborador para luego hacer una parada en el palacio municipal, en donde fue “Director de Transporte y Policía de Transito” durante el segundo gobierno de Aseff (1991-1995). Por último, nos dirigimos cantando, agitando, señalizando y volanteando hacia el domicilio de Kushidonchi, en donde se dio lectura a un documento elaborado de conjunto entre las organizaciones convocantes, para luego dar lugar a la palabra de compañeros ex presos políticos de la cárcel Coronda. El cierre estuvo coronado por una contundente señalización, un grito por la memoria y la justicia: “acá vive un genocida”.
Esta jornada de repudio, bronca y lucha, nos encontró junto a otros espacios políticos, permitiendo resaltar la unidad de acción en las calles para demostrar que seguimos luchando contra aquellas sentencias donde se beneficia a los genocidas, y que atentan contra la memoria colectiva, intentando humanizar a aquellos que han sido torturados, asesinados, desaparecidos, miles de compañeras y compañeros que luchaban por la transformación de este sistema de hambre, miseria y explotación.
Es por esto, que seguimos exigiendo la condena a todos los genocidas, cárcel común, perpetua y efectiva; el desmantelamiento del aparato represivo y la restitución de lxs 400 jóvenes apropiadxs. Al mismo tiempo denunciamos el actual accionar del estado represor: la criminalización y judicialización de la protesta social; la cantidad de pibxs asesinadxs por gatillo fácil y la doctrina Chocobar; lxs despedidxs por luchar; y el rol de los medios masivos de comunicación que son parte de la construcción de enemigos internos.
Por nuestrxs 30.000 compañerxs detenidxs-desaparecidxs, tenemos 30.000 razones para seguir luchando. Es por eso que no nos olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos.
¡Con genocidas en sus casas no hay justicia, y si no hay justicia seguirán los escraches!