El viernes 25 de mayo se llevó adelante un histórico referéndum para reformar la octava enmienda de la Constitución, que prohibía la interrupción del embarazo, excepto que corra riesgo la vida de la mujer gestante.

Con más del 66% se impuso el SÍ a la reforma de la enmienda, hecho que allana el terreno para el tratamiento en el Parlamento de una ley que contemple el derecho al aborto legal dentro de las primeras 12 semanas de gestación. Actualmente la ley pena con 14 años de prisión a la mujer y al personal médico que practique un aborto.

Este hecho, que no es aislado, merece también el reconocimiento histórico y la muestra que alrededor del mundo las mujeres y disidencias nos ponemos de pie, para luchar por nuestro derecho a la vida y a la libertad.

En el caso de Irlanda la predominancia del credo católico y la fuerte campaña por el NO, no fueron suficientes para ganarle a una abrumadora mayoría que votó por el SÍ, donde la participación de la juventud significó un 86%. A su vez, otro hecho destacable fueron la movilización y convocatoria de mujeres irlandesas emigradas en muchos casos para poder abortar sin ser criminalizadas, que convocaron a votar por el SÍ.

Sin duda, esta victoria por más derechos, se enmarca en el ascenso mundial del movimiento de mujeres, disidencias y el feminismo. Ya en 2012 se conquistó por la misma vía el derecho al matrimonio igualitario en ese país, donde la propia consulta fue arrancada por el movimiento de lucha en septiembre bajo la consigna #repealthe8 («Repudiá la 8»).

La prohibición del aborto en Irlanda estuvo signada históricamente por la influencia de la Iglesia, cuya autoridad se vio fuertemente cuestionada tras conocerse una masividad de casos de abusos sexuales a niños y niñas ocurridos en el Orfanato Magdalena.

También el caso de la joven de origen indio que falleció en 2012 producto de un aborto realizado en condiciones de clandestinidad, puso nuevamente en las calles la necesidad de la legalización del aborto.

Esta votación en Irlanda significa un nuevo ejemplo de conquista de derechos para todas las mujeres y personas con capacidad de gestar. Mientras tanto en nuestro país, nos encontramos a sólo 2 semanas del tratamiento del proyecto de ley presentado por la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en la Cámara de Diputados, conquista que también hemos logrado tras tantos años de lucha y movilización exigiendo “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal PARA NO MORIR”.

El SÍ de Irlanda representa un impulso para redoblar la pelea y que se apruebe definitivamente en nuestro país el aborto legal en el hospital para que ninguna mujer o persona gestante sea criminalizada o muera a causa del aborto clandestino.

Las mujeres y disidencias del mundo gritamos bien fuerte: ¡Aborto legal para no morir!

 

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