Queremos respuestas sobre la integridad de Julia Alejandra Leal
Julia realizó varias denuncias y es testigo en relación a una red de trata de personas con fines de explotación sexual en la que estarían involucrados funcionarios de gobierno e integrantes de fuerzas represivas de estado, de la que se presume que la joven María Cash, desaparecida en 2011 podría haber sido víctima.
Julia como tantas otras mujeres que intentan romper con las situaciones de violencia y abusos vivenciadas por ella y también por sus hijos, y que además tienen la valentía de denunciar, se encontró – como suele suceder- con la escasa capacidad de los dispositivos estatales para poder acompañar y dar respuestas efectivas ante estas situaciones de extremo riesgo y exposición. Este abandono estatal que no estamos dispuestas a naturalizar y que seguimos denunciando cada vez que sea necesario, es parte inherente del andamiaje de funcionamiento de las redes de explotación sexual, que las legítima y reproduce mediante un accionar deliberado que deja librado el camino para que proxenetas, tratantes, violentos, sigan operando con total impunidad. Mientras tanto, para quienes padecen estas situaciones, lo que se ofrece desde el estado es humillación, revictimizacion, hostigamiento, desprotección.
Julia fue brutalmente atacada en un claro amedrentamiento por su coraje para seguir llevando adelante las denuncias. Julia fue castigada por no callar. En su cuerpo inscribieron «el macho siempre gana». Se cree que este ataque fue llevado adelante por intervención de su ex pareja, quién fue denunciado en reiteradas oportunidades por ejercer violencia hacia Julia y sus hijxs, y hoy sigue desplegando su accionar violento con desparpajo. Es preocupante que luego del paso por un Refugio para víctimas de Violencia a donde habían ingresado Julia y sus hijxs en 2016, se separó a lxs niñxs de su madre y hoy se encontrarían viviendo con este hombre.
Sabemos que somos fuertes y que organizadas podemos vencer este sistema de desigualdad, y toda la red de complicidades que operan para mantener estas dominaciones. El «macho» no va a ganar. Al «macho» lo vamos a vencer.
Julia y sus hijxs no están en soledad. Julia nos encuentra firmes exigiendo por su protección y su integridad.
Hacemos responsable al estado por ello, e instamos a que se den respuestas certeras y de carácter urgente.