No a la cárcel y a la proscripción

El Tribunal Supremo Federal del país rechazó el habeas corpus presentado por la defensa del ex presidente, dejándolo más cerca de ser encarcelado y proscripto como candidato. El Ejército cierra filas con la ofensiva reaccionaria. Unidad, movilización y lucha popular contra la el imperialismo y la derecha.

El TSF rechazó hoy por tan sólo un voto de diferencia, un habeas corpus presentado por los abogados de Lula. El voto de diferencia, además, fue de la presidenta del cuerpo, quien según algunos juristas no debería haber votado y el empate debería haberse saldado a favor del ex mandatario. El recurso presentado buscaba evitar que el ex presidente cumpliera la pena de cárcel ratificada en segunda instancia por un tribunal federal en una causa por corrupción que, sin embargo, carece de las más mínimas pruebas.

El fallo del TSF debe leerse como un cierre de filas del régimen brasilero detrás de la proscripción de la candidatura de Lula, el favorito para las elecciones presidenciales de octubre. No casualmente, la noche previa al fallo, el jefe del Ejército Eduardo Villa Boas salió en las redes sociales a repudiar «la impunidad» en el país, en un claro mensaje a los jueces sobre el sentido que debía tomar su sentencia. Un militar retirado fue incluso más allá y dijo que, en caso de una candidatura presidencial de Lula, se verían obligados a «intervenir». El papel de los militares no son solo palabras: el gobierno de Temer ha iniciado un proceso de militarización (y paramilitarización) agudo en distintas ciudades y favelas que viene llevando adelante crímenes y masacres contra el pueblo como el reciente asesinato de Marielle Franco. Hace dos semanas la propia caravana de Lula fue atacada a tiros y piedrazos.

Para entender el contenido persecutorio de las resoluciones de la Justicia, en paralelo a la causa contra Lula, el presidente Temer viene «zafando» de las causas en su contra, a pesar que hay hasta grabaciones donde avala sobornos en persona. Recientemente fueron detenidos dos de sus colaboradores por una trama de corrupción, sin embargo, ningún impeachment se presentó para destituir al mandatario. Hay de todos modos una tensión en la derecha sobre como ordenarse hacia las elecciones de octubre: el mandatario de facto ha tanteado presentarse a pesar de que no llega al 10% de imagen positiva y también postergar los comicios, mientras que se apuntala una candidatura fascista encarnada en Joair Bolsonaro.

Si bien tras el fallo del TSF Lula podría ser encarcelado, hay todavía nuevos recursos que puede presentar hasta el 10 de abril para que la Corte atienda su reclamo y lo salve de la cárcel, algo que hoy por hoy parece inclinarse en sentido contrario. Por otro lado, la resolución final sobre la candidatura presidencial está en manos del tribunal electoral aunque es probable que su definición vaya en línea con los últimos fallos judiciales. La proscripción del principal candidato en las encuestas significaría la consolidación de un régimen de facto en el país, algo que no despierta la indignación de los llamados organismos internacionales.

Durante la lectura del TSJ hubo importantes movilizaciones en diversas ciudades para repudiar la ofensiva reaccionaria como en San Pablo, Brasilia y Río. Algunas semanas antes las calles también se desbordaron con decenas de miles en repudio al asesinato de Marielle Franco. Es el camino. Para derrotar la ofensiva reaccionaria de la burguesía, el imperialismo y el Ejército es necesario que se sienta toda la fuerza del pueblo en las calles, y que los pueblos de América Latina hagamos escuchar nuestra solidaridad activa. La derecha continental respalda la proscripción a Lula para consolidar un ciclo político reaccionario que descargue la crisis sobre las espaldas de las masas. No pasarán. La unidad, movilización y lucha popular puede ponerles un freno.

¡No a la cárcel y la proscripción contra Lula!

¡Abajo la ofensiva reaccionaria en América Latina!

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