Es noviembre de 2017 y se encuentran junto a Mauricio Macri, Eduardo Elsztain y Carlos Miguens, dos grandes empresarios mineros, funcionarios de Medio Ambiente y los ministros de Energía y Trabajo, Aranguren y Triaca, entre otros. El tema central de la reunión, urticante para este gobierno como lo ha sido para el anterior, es la discusión sobre la Ley de Glaciares.
Ese encuentro prendió una luz roja en la plaza central de la localidad de Jáchal, en el norte de la provincia de San Juan, donde hace casi 3 años se instaló un campamento y nació la Asamblea Jáchal No Se Toca. Los y las habitantes de esta localidad cordillerana, así como de Iglesia, población vecina, vienen hace más de 15 años organizados y en lucha. Allá estuvieron en el 2002, junto a otros pueblos, rechazando la instalación de la canadiense Barrick Gold en la cordillera de San Juan. Han denunciado los derrames de cianuro del 2015, 2016 y 2017 exigiendo, no solo el esclarecimiento de estos sucesos, sino el cierre con remediación de la Mina Veladero. Son ejemplo de lucha, resistiendo extorsiones, represión y detenciones por parte del gobierno provincial y las intendencias, en todos los casos íntimos aliados de las mineras que operan en la provincia. También han quebrado la búsqueda de licencia social por parte de la Barrick que, con toda clase de regalos y discursos sobre la creación de empleo seguro y desarrollo sustentable, ha intentado en vano ganarse a la población local.
Pero, ahora, la discusión toma un calibre mayor y los rumores de esa reunión son fuertes, ya que no quedan dudas que los gestos de entrega y sumisión a los capitales extranjeros abundan en el gobierno de los CEOs. Así quedó demostrado en 2016 cuando el macrismo quitó, entre otras, las retenciones a la minería, buscando el apoyo de las provincias e incentivando a las distintas firmas canadienses, australianas, inglesas y demás que operan en nuestro país, a que inviertan. Sin embargo, esto no ocurrió y ahora las empresas mineras presionan al gobierno para que haga modificaciones a la Ley de Glaciares, argumentando que hay proyectos mineros, que supondrían más de 18 mil millones de dólares en inversiones, que están frenados debido a la incertidumbre que produce la actual ley.
Si bien no se ha llegado a aplicar plenamente y muchos artículos no han sido reglamentados, la Ley de Glaciares vigente establece importantes pautas mínimas para la protección del ambiente glaciar y periglaciar. Cambios en esta ley podrían dar vía libre a la afectación de zonas que actualmente se hallan protegidas. En definitiva, implicarían una profundización del impacto de la megaminería en este caso sobre algo tan fundamental para la humanidad como las mayores reservas de agua dulce, algo que no afecta sólo al pueblo de Jáchal y la provincia de San Juan, sino que tendrá consecuencias sobre las generaciones futuras de todo nuestro territorio.
Pero para evitarlo hay un pueblo organizado. En una original “bicicleteada” un grupo de asambleístas de Jáchal está recorriendo cientos de kilómetros hasta llegar el próximo martes 27 de febrero a las 18 hs a la Plaza Congreso. En su recorrido por distintos pueblos y ciudades están encontrando diversas formas de apoyo, que se suman a la solidaridad que han acercado distintas personalidades reconocidas, entre ellas la siempre presente Norita Cortiñas. Al llegar a la Plaza Congreso se realizará un acto en defensa del agua y la vida, denunciando la intención del gobierno de modificar la ley y solicitando una reunión con el presidente de la Nación para discutir este tema. Una de las facetas más crudas del neoliberalismo en nuestro continente es el avance de las llamadas “zonas de sacrificio” que, alejadas de los grandes centros urbanos, son testigo del saqueo de nuestros bienes comunes y los peores daños al medio ambiente. Por eso, aquellos que luchamos por un futuro más humano, debemos abrazar la pelea por la defensa del territorio, denunciando este intento de nueva entrega de nuestros bienes comunes.
#ElAguaValeMasQueElOro
#LosGlaciaresNoSeTocan