En el marco de las movilizaciones que se realizarán mañana en todo el país, compartimos declaración de la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas
El 15 y 21 de febrero movilicemos por nuestros derechos en todo el país
El gobierno de Mauricio Macri profundiza su plan de ajuste que viene golpeando duramente las condiciones de vida de nuestra clase trabajadora. Por estos días, arrecian los despidos masivos en el Estado y el paquete de reformas neoliberales que impulsa Cambiemos (laboral, educativa, salud, seguridad social, entre otras) sigue plenamente vigente, a pesar del altísimo costo político que su gobierno debió pagar con la aprobación de la ley previsional, asediado por la fuerte resistencia popular que enfrentó el saqueo a los/as jubilados/as.
Es que más allá de la sanción de esa nefasta ley que le mete la mano en el bolsillo a nuestros/as viejos/as, a las futuras jubilaciones y a la asignación por hijo/a de las familias más empobrecidas, la masividad y combatividad de las jornadas del 13, 14 y 18 de diciembre ocasionaron un fuerte golpe al macrismo en el terreno donde más le duele: el de la lucha abierta en las calles. Estas movilizaciones de masas reconfiguraron el cuadro político que habían dejado las elecciones legislativas de octubre, de las que el gobierno de Cambiemos había salido fortalecido por su triunfo en los principales distritos electorales, ante una oposición fragmentada y sin liderazgo unificado.
Números en rojo, despidos masivos y luchas en curso
El traspié de diciembre, no obstante, no modificó el curso de acción del gobierno macrista, que sigue adelante con su hoja de ruta reaccionaria, sin plan alternativo más allá de ajustar y ajustar a las y los trabajadores/as. Es que en el terreno económico, el gobierno de CEO´s no logra resolver los problemas macroeconómicos fundamentales (inflación, déficit comercial y fiscal, ausencia de inversiones directas, etc.); incapacidad que es apenas disimulada por un fabuloso endeudamiento externo que además de alimentar la fuga de capitales e hipotecar el futuro de las nuevas generaciones, expone gravemente a nuestro país a la inestabilidad del sistema financiero internacional.
Como es de esperar, este ataque violento sobre las y los de abajo es acompañado con un incremento notable de la política represiva del Estado, que mediante la criminalización y represión de la lucha popular busca lograr el disciplinamiento social necesario para imponer con éxito el ajuste sobre las y los trabajadores/as. La reciente represión a los obreros azucareros de El Tabacal que defienden sus puestos de trabajo, ordenada por el gobernador salteño del PJ, Juan Manuel Urtubey, demuestra a las claras que en esta política de ajuste y garrote el gobierno nacional no está solo, sino que cuenta con la complicidad de los gobernadores supuestamente opositores.
En este marco se producen los despidos masivos que ya se cuentan por miles. Entre muchos otros: en diversas áreas del sector público (Fabricaciones Militares, INTI, Hospital Posadas, YC Río Turbio, SENASA, Ministerios de Defensa y Energía, ANSeS, Correo Argentino, Ferrobaires, municipios como el de Quilmes y otros); en el sector privado en empresas metalúrgicas en crisis como Stockl y Envases del Plata, en Ingenios azucareros en Salta y Jujuy, aceiteros de Cargill, etc.; en medios de comunicación privados y públicos (diario Hoy de La Plata, TDA, Radio Nacional); y entre los/as cooperativistas y trabajadores/as precarizados de la economía popular, con la baja masiva de programas de empleo y sociales.
A su vez, son parte complementaria de esta ofensiva patronal, los ataques directos sobre conquistas consagradas en los Convenios Colectivos que pretenden ser barridas por las patronales (Televisión Pública, por ejemplo), en una línea de “reforma laboral” sector por sector, por la vía de los hechos.
En todos esos organismos y empresas, y en muchas más, se desarrollan múltiples luchas contra los despidos y ataques patronales, aunque de manera fragmentada y con numerosas dificultades para obtener resultados favorables en un contexto complejo. Junto a esto, las primeras medidas de fuerza de las y los trabajadores/as bancarios/as en defensa de su salario (y además, en el Banco Provincia, de su régimen jubilatorio que Vidal pretende destruir); adelantan la conflictividad vinculada a la puja salarial que se profundizará en los próximos meses, en un año donde gobierno y empresarios se juegan a imponer acuerdos salariales a la baja, con la amenaza de la pérdida de los puestos de trabajo si no se acepta la pérdida del poder adquisitivo.
Como viene sucediendo en los últimos años, la paritaria docente será clave para determinar la intensidad general del enfrentamiento y como referencia del resto de las paritarias, en una coyuntura donde el gobierno nacional propicia un conflicto de características claramente políticas. Además de eliminar la paritaria nacional y fragmentar la disputa, orientándola hacia los gobernadores que firmaron disciplinadamente el “pacto fiscal” ajustador, el gobierno nacional busca instalar un debate de fondo sobre el rumbo y función del sistema educativo, en un sentido flexibilizador, eficientista y pro-empresarial.
El 15 y el 21 de febrero ganemos las calles
La ausencia de acciones unificadas del conjunto del movimiento obrero viene siendo una de las grandes dificultades que enfrentan las luchas en curso, que quedan aisladas y libradas exclusivamente a la acumulación de fuerzas sectorial para su triunfo. La alevosa complicidad de la conducción de la CGT (amenazada por causas judiciales varias), que brinda una tregua criminal al gobierno macrista, es un factor decisivo para el avance general de las políticas de ajuste de Cambiemos.
En este cuadro, desde la CPS Rompiendo Cadenas consideramos que los trabajadores y trabajadoras en lucha debemos apuntar a la coordinación de los conflictos abiertos e intervenir activamente en todas las medidas y manifestaciones masivas que puedan contribuir a una acumulación de fuerzas más favorable para la clase trabajadora.
Desde esta perspectiva, llamamos a sumarnos con fuerza al Paro Nacional de ATE del 15 de febrero y de las movilizaciones y actos que ese día, en todo el país, impulsan la CTA-Autónoma junto al SUTNA, Unión Ferroviaria (Seccional Oeste), Aceiteros, SiPreBA, Ademys, Conadu-H y movimientos sociales, que en el caso de la Ciudad de Buenos Aires tendrá un acto central en Plaza de Mayo, con caravanas de distintos puntos que confluirán allí en horas del mediodía.
Del mismo modo, convocamos a la concentración impulsada por Camioneros, la Corriente Federal de Trabajadores y las conducciones de las CTA´s para el 21 de febrero, en Avenida 9 de Julio y Belgrano en CABA; y a todas las movilizaciones y actos que se realizan ese día en numerosas provincias, con el objetivo de manifestar masivamente el rechazo a las políticas de ajuste de los gobiernos nacional y provinciales.
En defensa propia
En la vereda de enfrente, el gobierno nacional busca deslegitimar estos reclamos reduciendo las manifestaciones al objetivo espurio de protección de la “tarjeta de crédito” de algún dirigente sindical. Muy lejos de esto, las bases obreras y las direcciones democráticas y de lucha del movimiento obrero no tenemos nada que ocultar y no custodiamos la cuenta bancaria de ningún jerarca sindical.. Tampoco nos asustan las causas judiciales que arma el gobierno nacional, porque la corrupción y las prácticas mafiosas y patoteras son patrimonio de la burocracia sindical apañada por los gobiernos de turno, a los que son funcionales..
De la misma manera, sabemos muy bien que con el encarcelamiento de dirigentes corruptos e impresentables como el “Caballo” Suárez del SOMU, el “Pata” Medina de la UOCRA (La Plata) y Marcelo Balmaceda del SOEME, el gobierno de Cambiemos no busca transparentar ni democratizar nada; sino disciplinar al conjunto de los sindicatos para imponer el ajuste, metiendo además en la “misma bolsa” de desprestigio a todos/as los/as que enfrentan sus políticas antipopulares.
Sin dejarnos confundir por las operaciones del gobierno macrista multiplicadas al infinito por los medios de comunicación hegemónicos, desde la CPS Rompiendo Cadenas llamamos al conjunto de los trabajadores y trabajadoras a protagonizar desde abajo, con decisión e independencia política, la pelea por nuestros derechos..
Un gran ejemplo de ese proceso de organización desde las bases son las masivas asambleas de mujeres, lesbianas, travestis y trans que se vienen desarrollando en numerosas ciudades y provincias de nuestro país, preparatorias de un nuevo Paro Internacional de Mujeres el próximo 8 de marzo, que anticipan que las movilizaciones a desarrollarse ese día volverán a ser históricas, ratificando que la imparable organización del movimiento de mujeres constituye un aporte fundamental a la resistencia y lucha del conjunto de nuestro pueblo.
La defensa de los puestos de trabajo, de nuestro salario y de las conquistas consagradas en los convenios colectivos, debe desarrollarse en la calle con la movilización masiva, unitaria y combativa del conjunto del movimiento obrero y de las organizaciones sociales, imponiendo desde las bases un paro nacional activo y un plan de lucha que permita llevar al triunfo a las numerosas luchas y conflictos en curso.
Unidad de clase y en la acción es el camino a seguir para derrotar la ofensiva neoliberal del gobierno de Cambiemos y de los empresarios.
¡Ganemos las calles contra los despidos, el ajuste y la represión, por paritarias libres y sin techo!
¡Impulsemos la solidaridad y la coordinación de los luchas en todo el país!
¡Vamos con fuerza y desde abajo por un Paro Nacional Activo y un Plan de Lucha unificado!
CPS Rompiendo Cadenas