El sábado 16 de diciembre se llevó a cabo el Plenario Nacional de Poder Popular al que asistieron más de 150 personas de distintos puntos del país, con los objetivos de discutir la realidad política y trazar líneas de acción para enfrentar la avanzada derechista en nuestro país. A continuación, reproducimos fragmentos del documento debatido, que fue completado a partir de los acontecimientos del lunes 18.

Las últimas elecciones legislativas del 22 de octubre dejan como saldo un gobierno envalentonado que había logrado reunir el capital político necesario para aplicar las reformas estructurales en este ciclo de acumulación de capital.

(…) Sin embargo, las jornadas de lucha del 14, 18 y 19 con cientos de miles de personas en las calles nos dejan algunas conclusiones. Por un lado, las reformas que intenta llevar adelante el gobierno de CEO’s son medidas que expresan debilidad y no fortalezas, tal como dijo Macri: no hay plan B. Lo que significa que deberán imponer las reformas a la fuerza, como sucedió estos días con la reforma Previsional, para lo que tendremos que estar preparados y preparadas. No hay ajuste ni avanzada contra el pueblo de esta magnitud que no esté acompañada de una brutal represión y judicialización de los y las que estamos dispuestas a dar pelea. En este sentido, la Reforma Previsional y Tributaria son el anticipo de lo que se viene. Pero resalta también con claridad que Cambiemos no ha alcanzado una hegemonía política sobre nuestro pueblo. Macri pudo, con lo justo, aprobar las dos reformas gracias al apoyo de los gobernadores y diputados del peronismo, pero a un alto costo político, incluso sobre su propia base de apoyo electoral.

La otra gran lección se dio en las calles, cuando el pueblo salió masivamente a defender las conquistas y los derechos obtenidos, enfrentando el recorte a jubiladxs, pensionadxs y niñxs que reciben la AUH, y repudiando las políticas de ajuste y represión de Cambiemos. La unidad es el arma principal con la que la clase obrera en su conjunto puede derrotar la ofensiva neoliberal. La convocatoria unitaria de jueves y lunes reunió a organizaciones sociales, partidos de izquierda y del kirchnerismo, y a un amplio abanico de sindicatos que tomaron la tarea de garantizar un paro activo en sus manos contra las vacilaciones cómplices del triunvirato de la CGT, que hoy se tensiona tras la salida de la UOM y los reproches entre facciones. Luego de la represión, en la madrugada y noche del martes tuvieron lugar masivas movilizaciones y cacerolazos en sintonía con el aniversario de la rebelión popular del 2001. El oficialismo sale muy desgastado, rifando gran parte del capital polí- tico obtenido en las elecciones, mientras que el pueblo ha ganado en conciencia, unidad y capacidad de organización en un diciembre que guarda en las retinas el Argentinazo.

Represión y estado de excepción

A medida que crece la lucha y resistencia al ajuste, estamos viviendo la progresiva instalación de un estado de excepción. Se abre una etapa de mayor confrontación con las masas populares producto del paquete de medidas que intentan imponer. Todo el ajuste va acompañado de una escalada represiva que tiene como novedad un gobierno cuya cúpula defiende los fusilamientos de manifestantes.

En lo que va del año las fuerzas represivas ya cargan con varias vidas, entre ellas la de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, quienes fueron asesinados por defender al pueblo mapuche del saqueo de los terratenientes. Las mismas fuerzas que se llevan la vida de una persona cada día en casos de gatillo fácil y torturas. Que simulan hechos de violencia en movilizaciones para salir a la cacería de militantes, o que directamente balean a traición a un diputado obrero que apoya la toma de una fábrica, instalando el miedo como en los peores momentos de nuestra historia.

(…) Por otro lado el movimiento de mujeres y disidencias sufre los mismos atropellos y asesinatos, donde el gobierno no sólo no da respuestas a los femicidios y travesticidios que suceden a diario en nuestro país, ni a las centenares de muertes por abortos que sufrimos las mujeres trabajadoras al año, sino que además difunde un discurso misógino y violento que empalma con los protocolos que elaboran para regular una sociedad heteronormativa y neoliberal, y ejecuta un ajuste sobre el presupuesto en el combate contra la violencia de género.

(…) Nos queda claro a las organizaciones del campo popular luego de este año agitado, que las peleas hay que sostenerlas en las calles, con fuerza y en la más amplia unidad posible. Así lo demuestran las jornadas del “marzo caliente”, las marchas contra los femicidios, contra el gatillo fácil y la represión, la masiva movilización que dio marcha atrás con el 2×1, las movilizaciones por Santiago Maldonado que visibilizaron la violenta situación que se vive y mantuvieron en vilo a todo el país, y las últimas jornadas del 14, 18 y 19 que mostraron a un pueblo que no está dispuesto a dar marcha atrás, y que da un salto en un capacidad de organización y lucha.

Sobre las tareas de Poder Popular

Más que nunca es necesario desarrollar una fuerte campaña contra las reformas neoliberales del macrismo, por su impacto contra el pueblo trabajador y porque son una piedra angular de su proyecto estratégico de gobierno para modificar estructuralmente las relaciones entre el capital y el trabajo de Argentina. Nuestra tarea es jugar un papel decidido y audaz en las resistencia callejera al tiempo que impulsamos la concientización y organización contra estas reformas en todos los niveles, abonando a un proyecto político propio de la clase trabajadora. La próxima pelea será la lucha contra la reforma laboral que buscará barrer con las conquistas de las y los trabajadores, precarizando y abaratando aún más la mano de obra para las patronales.

Por otro lado, el grave problema de la violencia hacia las mujeres en nuestro país continúa profundizándose, al tiempo que también se masifica el movimiento de mujeres y el colectivo disidente. Es imprescindible como Poder Popular intervenir sobre las luchas de este movimiento, con propuestas políticas claras y en amplia unidad, con el reclamo en primer lugar por la declaración de la Emergencia nacional contra la violencia de género.

Asimismo, debemos continuar profundizando la lucha antirrepresiva y de derechos humanos. La avanzada que lleva a cabo el gobierno de Macri hace urgente que aprovechemos la experiencia acumulada en este terreno para impulsar con fuerza el proyecto de ley contra las detenciones arbitrarias y aportar con esa iniciativa al freno de la escalada represiva. También es necesario redoblar las campañas por la libertad y desprocesamiento de todxs lxs presxs políticxs, por justicia por Santiago y Rafael y por la renuncia de Patricia Bullrich ya.

A su vez, el año que viene nos fijamos el objetivo de lograr la personería electoral. Entendemos que la misma es necesaria para consolidar nuestra herramienta y para poder estar en mejores condiciones para aportar a la unidad con otras fuerzas de izquierda. Dicha tarea es en sí misma una gran campaña política que implicará la búsqueda de miles de avales y afiliaciones, que nos permitirá desplegar en la calle nuestras propuestas y ganarnos el apoyo y la simpatía de diversos sectores populares.

Todo esto nos demanda profundizar la organización de nuestra corriente. Para ello nos proponemos desarrollar comités locales de Poder Popular, a partir de los cuales la herramienta pueda crecer en los distintos territorios donde hemos desarrollado la campaña en este primer año. Desde los mismos apuntaremos a desenvolver estos ejes políticos, como así también profundizar el trabajo sobre el distrito a partir de los diagnósticos locales que realicemos.(…)

Con unidad de la izquierda

En lo que respecta al crecimiento de Poder Popular seguiremos desarrollando una vocación unitaria, de apertura de la corriente a aquellas organizaciones que estén interesadas en incorporarse y que compartan nuestro marco político y programático, como así también sostener la coordinación y una política activa con aquellas organizaciones que sin la intención de incorporarse o sin acuerdos totales, tenemos importantes puntos en común para trabajar de conjunto.

Resulta indispensable seguir impulsando la más amplia unidad de la izquierda como una necesidad ante la avanzada de la derecha, que nos encuentre en otras condiciones para coordinar la resistencia con diversos sectores del campo popular y nos brinde mejores condiciones para poner en pie una alternativa política desde abajo, sabiendo que la única y verdadera salida a la situación que golpea a nuestro pueblo, es con una transformación a fondo que derribe el capitalismo de una vez y para siempre.

¡Unidad y protagonismo popular contra el ajuste

¡Por una alternativa de izquierda de las y los trabajadores!

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