El 27 de noviembre comenzó en Córdoba la primera audiencia del juicio contra Dahyana Gorosito y su ex pareja Luis Oroná. Ambos están acusados por el “homicidio” de su hija en mayo de 2016 y serán juzgados de la misma manera.

La audiencia comenzó con una gran concentración de organizaciones que brindamos nuestro apoyo a Dahyana y exigimos su completa absolución. También se realizó una radio abierta durante toda la jornada.

A Dahyana se la acusa de “homicidio calificado por el vínculo”, un crimen que no cometió. El 20 de mayo del 2016 Dahyana fue obligada por su pareja Luis Oroná a parir en un descampado de la localidad de Unquillo sin asistencia médica. Apenas nacida la beba, Oroná se la arrancó de los brazos y se la llevó, aduciendo que no era de él. Durante los días siguientes, sometió a la joven a decir que a su bebé se lo habían robado en el Hospital Urrutia de la localidad de Unquillo, amenazándola con que no vería más a su hija.

Dahyana fue apresada por orden de la fiscal Liliana Copello en el hospital Rawson donde se encontraba, luego de haber dado a luz a Selene en condiciones inhumanas. La jóven fue incomunicada y cuando intentó irse para ver a su hijo de 3 años y a su beba, fue nuevamente detenida. Dahyana no supo que su hija estaba muerta hasta que la policía encontró el cuerpo en la casa de los Oroná tras 5 allanamientos.

La fiscalía la acusó de “homicidio” alegando que Dahyana “no hizo lo suficiente para salvar a su hija” y que fue cómplice al entregarle su beba a Oroná, sabiendo que la iba a matar. Estas acusaciones de la fiscalía lo único que hacen es condenar a Dahyana por ser mujer y pobre, reforzar la estigmatización de los estereotipos de género, re victimizar a la víctima y convertirla en victimaria. De esta manera se busca culpar a una mujer por el hecho de tener un parto extra hospitalario, sin contención ni asistencia profesional, víctima de violencia machista. A su vez, la fiscalía deja de lado las múltiples opresiones y violencias a las que fue sometida Dahyana desde muy chica, sin tomar en cuenta las condiciones en las que tuvo que parir ni la situación de vulnerabilidad en la que vivía antes de su embarazo. Además de todo esto, tuvo que enfrentar la terrible situación del asesinato de su hija.

El 17 de mayo de este año, Dahyana logró su libertad gracias a la organización, la permanente denuncia y la lucha colectiva. La Cámara reconoció que había indicios de violencia de género que no habían sido tenidos en cuenta desde el primer momento. Hoy ella se encuentra más fuerte y acompañada por organizaciones y profesionales feministas, participando de las actividades por su absolución y acompaña a mujeres que sufren violencia.

De nuestra parte, tenemos la enorme tarea de acompañar este juicio y no descansaremos hasta que quede absuelta, hasta que la justicia machista deje de perseguirnos.

¡Basta de jueces y justicia machista! ¡Absolución de Dahyana ya!

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