La situación de cierre de ramales y despidos a nivel nacional es considerable. En sintonía con la reforma laboral, el ajuste y los recortes, en la Línea General Roca aumentan los despidos sin motivo ni causa.
A nivel nacional el ferrocarril viene sufriendo cierre de ramales, tercerización y despidos. En Rosario fueron despedidos 300 trabajadores/as hace algunos meses, en La Pampa hace menos de un mes se cerró directamente la línea dejando a todos las y los ferroviarios sin trabajo. En la zona metropolitana se comienzan a dar movimientos en este sentido. Hay operaciones para tirar abajo el tren, como la quema de vagones en el Mitre, el abandono absoluto del ramal Haedo-Temperley, el cierre de Ferrobaires, etc. Estos movimientos son parte de una lógica que es pensar el transporte público como si fuera una empresa: “estación o ramal que no factura, se cierra”, este es el lema del Ministerio de Transporte y la SOFSE (Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado).
Línea Gral. Roca
En los últimos 3 meses en la Línea Roca se vienen dando una serie de despidos con distintas modalidades. En un primer momento se “ofreció” el retiro voluntario y jubilación por adelantado y se les pagó un porcentaje a las y los trabajadores, pero no alcanzó. La empresa aspiraba a dejar a 600 trabajadores y trabajadoras en la calle con estas dos primeras “ofertas” pero no más de 100 ferroviarios y ferroviarias aceptaron lo que la empresa ofrecía. Hace 3 meses comenzaron los despidos por acumulación de suspensiones. Cualquier motivo era suficiente para que un supervisor te haga un informe, el médico laboral en muchas ocasiones no reconocía los certificados de médicos profesionales, siendo su única tarea el diagnóstico.
En este último mes, la empresa empezó a despedir a las y los compañeros con “mucho médico o ART”, tirando a la calle a decenas de trabajadoras y trabajadores enfermos que realmente dejaron su espalda, su cintura, su salud en el trabajo. No desconocemos los casos que se producen con planificación y especulación, pero no son la mayoría. Es claro que una trabajadora o trabajador no puede ser despedido por “pedir mucho médico” pero, gracias a las leyes, el empresariado tiene un artículo, el 245 en la Ley de Contrato de Trabajo, que permite el despido sin causa ni motivo, así es que las empresas se sacan de encima a las y los trabajadores enfermos.
El viernes 17 al mediodía cuando todavía no terminaba la jornada llega como rumor a nuestros lugares de trabajo en la línea que un compañero brigadista se había suicidado luego de enterarse de que lo despedían. Con el pasar del día fuimos confirmando el rumor- Este compañero había sido despedido hace 3 meses de la Línea Roca, rápidamente logra conseguir otro trabajo pero es despedido nuevamente el viernes 17. Acto seguido, el compañero se quita la vida.
A esto llega la desesperación, la angustia, a esto llega el sistema en que vivimos, a enfermarnos hasta el suicidio. Hoy en el trabajo esto es lo que se vive. Mientras vemos como van quedando compañeros y compañeras en la calle, masticamos bronca, incertidumbre y angustia. No todas las personas están preparadas para resistir tanta carga, tanta presión, y terminan aplastados por la vorágine del sistema. Nuestro compañero brigadista no lo pudo soportar, nuestro más sincero saludo para su familia.
Tenemos que buscarle la vuelta
A las y los ferroviarios – como a todos los y las trabajadoras- no nos queda otra que la organización desde abajo y en nuestro lugar de trabajo para resistir lo que se viene. Sabemos que la dirigencia de nuestro gremio está completamente podrida y no podemos esperar nada de ellos. Tenemos que hacernos cargo y construir una alternativa ya que el gobierno está avanzando y la conducción de la Unión Ferroviaria no para de regalarse. Hagamos asambleas en nuestros lugares de trabajo y defendamos nuestros puestos.
Sólo con la organización y la lucha desde abajo podremos revertir esta ofensiva patronal que se lleva nuestras vidas y nuestro futuro.