Rechacemos que los funcionarios que ajustan a la escuela pública vengan a evaluarla
El 7 de noviembre el Ministerio de Educación de la Nación llevará adelante el operativo “Aprender 2017”, una serie de evaluaciones externas, estandarizadas y que presentan como obligatorias que tomarán a los alumnos de 6to grado de la primaria y del último año de la secundaria. Según el gobierno, buscan medir el nivel educativo. Los sindicatos docentes combativos la rechazan y denuncian su intención para disciplinar a la docencia y responsabilizar a la escuela pública de la crisis estructural en la que sucesivos gobiernos la sumieron.
¿De dónde proviene este proyecto y que implicancias tendrá?
La idea de evaluar al sistema educativo “desde fuera” no es nueva. Este operativo implica un salto de calidad en sus dimensiones, pero retoma experiencias ya realizadas pero de menor escala, como las pruebas ONE que se realizan hace más de una década en Argentina. Esta nueva iniciativa política educativa sigue los lineamientos de los organismos internacionales (Banco Mundial, FMI, OCDE, entre otros) y ya han sido aplicadas en EEUU, Chile y México. Los resultados en estos países han sido la profundización de la precarización laboral, la competencia entre docentes y escuelas por el presupuesto, el corrimiento de la currícula hacia aquellos contenidos que son evaluables, y estigmatización de las escuelas públicas.
El objetivo de esta política que hoy despliega el macrismo es poner el eje de los problemas de la educación en los docentes, evadiendo toda responsabilidad del Estado. Esto se evidenció de una manera transparente cuando en marzo de este año, y en medio del conflicto salarial docente Macri dio una conferencia de prensa donde, utilizando los resultados del “Aprender 2016” planteó que en la educación privada el rendimiento es superior al de quienes “tienen que caer en la educación pública”. Estas evaluaciones tienen una lógica empresarial, ya que buscan medir la “productividad” del docente y a partir de allí promover diferencias salariales. Su perspectiva es generar comparación y competencia entre escuelas, docentes, estudiantes, distritos y con todo ello generar “rankings” y un sistema de incentivos materiales que presentan como “estímulo” pero que no son otra cosa que los ‘premios y castigos’ por rendimiento al mejor estilo de las metas comerciales. En la Nación, el 31/05/2013, Esteban Bullrich se refirió a este tipo de “estímulos” diciendo que: “…si la escuela mejora un 10% con respecto al año anterior, podemos darle una nueva biblioteca. Si mejora un 20%, los chicos de 7mo grado podrán viajar a Bariloche”.
Además de este marco político y de sus intenciones, estas evaluaciones tienen una serie de características específicas por las cuales las y los docentes la rechazamos:
– Pone a los trabajadores en situación de vigilancia y control los unos a los otros.
– No tiene en cuenta el contexto ni las condiciones de aprendizaje de los alumnos, considerándolos como simples objetos de estudio y no como sujetos de aprendizaje.
– Implica al Ministerio una enorme inversión de dinero en la elaboración de las pruebas y en la contratación de quienes las toman y corrigen, que podría ser usada para construir nuevas escuelas, resolver problemas de infraestructura, aumentar el sueldo docente, invertir en materiales y capacitaciones, etcétera.
– Implican la injerencia externa y directa de dispositivos elaborados por tecnócratas y funcionarios, y financiados por organismos externos y corporaciones.
El año pasado pudimos desplegar un importante boicot, ¡rechacémosla este año también!
Desde el Frente Único Izquierda Revolucionaria – Hombre Nuevo creemos que es fundamental organizar e impulsar un nuevo rechazo a este operativo junto a las familias y estudiantes. El año pasado, donde la izquierda y los sectores combativos de la docencia tienen influencia, se logró un significativo rechazo. En CABA, con Ademys a la cabeza, no se realizaron más de la mitad de las evaluaciones; números similares se logró en los distritos de la Provincia de Bs As en los que la Multicolor conduce el Suteba. Este martes 7, algunos de estos distritos como La Matanza realizarán un paro de 24hs para garantizar el fracaso del operativo.
Debemos impulsar el debate en cada escuela, en cada distrito y exigirle a CTERA un plan de lucha con paros y movilizaciones para enfrentar al Plan Maestro y la reforma educativa.
¡Si sos docente, no participes como aplicador ni como veedor! ¡Organizate en tu escuela para decirle NO al operativo Aprender 2017!
¡Si sos estudiante, entregá la evaluación en blanco!
¡Si tenés hijos/as en 6to de primaria o último de secundaria, no los mandes ese día!
¡Organicemos el rechazo!
¡Por un paro nacional de CTERA el 7 de noviembre!
¡Por la defensa de la educación pública!
Frente Único Izquierda Revolucionaria – Organización Política Hombre Nuevo