Entramos en la etapa final del proceso de unidad que venimos construyendo entre la OP Hombre Nuevo e Izquierda Revolucionaria, que dará nacimiento, tras un Congreso de fusión, a una nueva organización partidaria. Presentamos en esta nota algunas de las principales tareas que nos planteamos para la intervención política en esta etapa de fuerte ofensiva patronal sobre la clase trabajadora y el pueblo.

El proceso de fusión que venimos desarrollando entre las organizaciones Izquierda Revolucionaria y Hombre Nuevo va llegando a su momento final y pronto se concretará la formación de una nueva organización partidaria con la que nos planteamos aportar al desarrollo de un proceso revolucionario en nuestro país.
El camino de preparar a nuestra organización en la paciente e inclaudicable lucha por una transformación radical lo recorremos ahora con una fuerza renovada por esta unidad que hemos sabido forjar luego de un proceso de debates y trabajo en común.
Sabemos que la acumulación de fuerzas necesaria para que nuestra clase pueda efectivamente hacerse del poder para iniciar la construcción del socialismo implicará un arduo trabajo que no comenzó con nosotros, por supuesto. Nos sentimos herederos de las luchas que nos antecedieron y nos disponemos en este, nuestro tiempo, a afrontar las necesidades de organización y disputa en un período signado por una larga etapa neoliberal que se extiende ahora por todo nuestro continente.
En nuestro país, desde la llegada al gobierno de Cambiemos se viene aplicando un plan político-económico sostenido en los intereses del capital más concentrado, que requiere un cambio radical en la correlación de fuerzas del capital sobre el trabajo. Se viene desplegando así una ofensiva patronal que implica no sólo el ajuste económico y la transferencia de ingresos desde los sectores populares hacia la clase dominante, sino también un plan de reformas estructurales que amplíe los márgenes de ganancia, es decir, la extracción de plusvalía en beneficio, sobre todo, de las fracciones de la burguesía que comandan el bloque de poder: el capital transnacional (concentrado en sectores energéticos y extractivistas), el gran capital agroexportador, el capital financiero y de servicios y las empresas industriales que exportan en el mercado mundial.
Las reformas neoliberales en curso tienen entre sus principales objetivos disciplinar a los sectores populares, derrotar las luchas obreras y acabar con la organización de la clase aún en la defensa de las condiciones más mínimas de existencia.
En este marco, la etapa actual está signada por el carácter defensivo de las luchas de las y los trabajadores y sectores populares, centradas en el mantenimiento de las conquistas logradas. Por ello y ante este escenario, una de nuestras principales tareas políticas es aportar en todos los niveles a organizar la resistencia para enfrentar al neoliberalismo y contribuir a la derrota del macrismo. Esta tarea de primer orden supone en la coyuntura actual promover la unidad de acción en la lucha en las calles con corrientes o sectores políticos con los que compartimos la lucha contra el proyecto político del gobierno, al tiempo que damos una disputa para que la acumulación política de estas luchas abone a una alternativa de izquierda, clasista, que implique una salida realmente de fondo a este sistema de miseria y explotación.
El proyecto neoliberal de Cambiemos no se reduce sólo a lo económico, sino que además incluye toda una dimensión ideológica-simbólica en la que se basa el gobierno de los empresarios. En su batalla cultural el macrismo apuesta a construir su propio relato que se asienta en reforzar un sentido común reaccionario y conservador haciendo énfasis en la “desideologización” de la política. Frente a esto, entendemos que no debemos restringir nuestras intervenciones y disputas a lo económico corporativo. Por el contrario, es indispensable que nos planteemos desplegar una lucha en el terreno político e ideológico. En este sentido, consideramos fundamental en este período desplegar un trabajo específico en el plano de la batalla de ideas recuperando el socialismo como el único camino posible para la emancipación de los trabajadores.
En esta perspectiva es que como organización política, ahora desde este salto cualitativo que daremos a partir de la fusión entre nuestros destacamentos, continuaremos construyendo organización y desarrollando un trabajo político en los distintos frentes donde intervenimos: a nivel sindical, en el ámbito territorial y la organización de las trabajadoras y trabajadores precarizados y desocupados, en el movimiento de mujeres y de disidencias sexuales, en el frente juvenil y estudiantil, en terreno cultural y en la lucha antirrepresiva que adquiere un lugar preponderante ante el avance represivo del Estado.

Al mismo tiempo, aspiramos a poder conformar un frente político y social que pueda efectivamente contener las diversas tradiciones políticas con las que compartimos espacios de lucha, enmarcadas en una perspectiva clasista, anticapitalista, antimperialista, antipatriarcal y socialista. Un espacio que combinando lo social y lo político se constituya en una alternativa política de masas y de lucha. En ese horizonte se enmarca el impulso de la corriente de izquierda Poder Popular, herramienta frentista con la que intervenimos en el plano electoral y que apostamos a consolidar para que pueda constituirse en una referencia política a nivel nacional y con arraigo en el movimiento de masas. Una propuesta política que pueda disputar las ideas dominantes desde una visión contrahegemónica anclada en la concepción del mundo y los intereses de los trabajadores y las trabajadoras.

Con todas las fuerzas de la historia, con la energía renovada por este gran paso que dará lugar a nuestra nueva organización partidaria, muñidos de nuestro acervo estratégico y de las luchas de las compañeras y compañeros que nos precedieron, aquí estamos, hacia allí vamos. A vencer!

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