Mientras la crisis económica y sanitaria ocupa toda la atención, el golpe en Bolivia continúa en desarrollo. Presos y presas políticas, persecución, censura están a la orden del día. La realización de elecciones en este escenario plantea enorme preocupación ante una clase dominante explotadora, racista, patriarcal y cipaya que difícilmente se disponga a respetar una derrota en las urnas.
Publicamos un balance del golpe realizado por bolivianas y bolivianos militantes, revolucionarios. Desde una ubicación precisa en el campo político, sin titubear a la hora de caracterizar el golpe y el gobierno dictatorial como expresiones de la ofensiva del imperialismo yanqui, los compañeros y compañeras analizan autocríticamente los errores propios para extraer aprendizajes y actuar con mayor efectividad en esta nueva etapa.
Muchas de esas enseñanzas y desafíos exceden las particularidades del proceso de cambio en Bolivia e iluminan los problemas que debemos enfrentar sin más demora quienes peleamos por una transformación de fondo en Nuestra América.