El pueblo se congregó frente al Congreso, donde los diputados oficialistas iniciaron la sesión gracias a la represión que se desplegó en los alrededores. Más de 1200 policías de la Ciudad de Buenos Aires, Gendarmería y policía Federal enfrentaron la enorme movilización popular detrás de un vallado que rodea por trescientos metros todos los accesos al edificio militarizado.
Recuperando las mejores experiencias de lucha de calles, el pueblo combatió durante horas a una fuerza policial que debió retroceder en varias oportunidades ante la contundencia y masividad de la movilización que enfrentó a piedrazos los camiones hidrantes, balas de goma y bombas de gas lacrimógeno. Como era de esperar, tras horas de resistencia popular la policía avanzó reprimiendo con gases, balas de goma y detenciones que ya superan los 50 detenidos y detenidas, y hay cientos de heridos, algunos de gravedad, mientras siguen las protestas y la infantería continúa recorriendo las calles y levantando gente, tirando gases en diferentes sitios, como el subte, lugares de comida, etc.
Pero la jornada del jueves 14 y la del día de hoy sin duda ponen de manifiesto que cada vez es mayor la bronca popular contra este gobierno de derecha y neoliberal y que hay decisión de salir a defender los derechos conquistados combativamente en las calles.
Repudiamos la represión y exigimos la inmediata libertad de todos/as las y los detenidos.
A su vez, exigimos que se levante la sesión que vergonzosamente continúa en el Congreso, bajo una situación represiva que está a las puertas de un estado de excepción en el que un puñado de representantes de los sectores de poder avanza a fuerza de balas y militarización contra los derechos populares.
Abajo las reformas del macrismo
Basta de reprimir al pueblo
Libertad a todos/as las y los detenidos