A medida que transcurren las horas queda cada vez más en evidencia la intención desestabilizadora que acompaña el reclamo de aumento salarial de la Policía Bonaerense. La decisión presidencial, anunciada en cadena nacional, que consiste en una transferencia en concepto de coparticipación desde CABA a provincia de Buenos Aires, indica una concesión ante reclamo policial.
En estos momentos se multiplican reclamos en los municipios del AMBA y varias provincias. Las fuerzas de las represión rodearon, incluso, la Quinta de Olivos.
Estos sucesos se dan en un marco en el que la derecha se envalentona: salieron nacionalmente en defensa de la estafa que significa Vicentín; salen contra las medidas de aislamiento mientras colapsa el sistema sanitario; intentan bloquear el funcionamiento del Congreso. Y ahora agitan un reclamo de la fuerza policial, ya preanunciado por una ex-asesora de Patricia Bullrich y por Eduardo Duhalde.
Junto la derecha opositora, el propio Frente de Todos es ejecutor de una política reaccionaria cuya figura más nítida es el ministro Sergio Berni. El acicate constante en pos de la represión ante la crisis social creciente; el Plan Centinela 2 para pertrechar las policías, refaccionar comisarías y acrecentar con 10.000 efectivos las filas de la represión no hace más que agravar el escenario. Basta un ejemplo: la orden de desalojo de miles de familias en Guernica es una muestra clara de esto y de cómo el Frente de Todos arma su propio laberinto.
Hace días tuvimos confirmación de la identidad del cuerpo de Facundo Astudillo Castro. Junto a este caso de desaparición forzada seguida de muerte que salpica a la Bonaerense, hay más de 100 casos de gatillo fácil durante el aislamiento. También, frente a estos hechos, es imposible no leer que los motines son una «marcada de cancha» para el gobierno y una exigencia de impunidad.
Ante los reclamos de la Policía Bonaerense, insistimos: no son trabajadorxs; son una fuerza de represión de innumerables luchas de la clase y el pueblo pobre. Cualquier mejora en sus condiciones materiales y de organización, significa un retroceso para la lucha de lxs trabajadorxs.
Llamamos a la más amplia unidad de las organizaciones populares para defender las libertades democráticas conquistadas, a repudiar el levantamiento policial y a prepararnos para salir a la calle para frenar la avanzada de la derecha.