Con el cierre de las alianzas de cara a las elecciones nacionales se consolida el escenario de polarización entre el macrismo y la fórmula Fernández-Fernández, ya que ambos integraron a candidatos de Alternativa Federal, generando la total desintegración de dicho espacio. En ese marco, sólo la izquierda, que acaba de dar un paso unitario, expresa una propuesta alternativa en defensa de los intereses de lxs trabajadores.
Como pocas veces en las últimas décadas, los armados de los principales partidos patronales no dejaron de arrojar novedades hasta último momento. En todos los casos, resultaron armados propios para un gobierno que logre administrar la crisis sin afectar los intereses de los de arriba.
Previamente, el domingo tuvieron lugar elecciones en cinco provincias, que involucran al 14% del padrón nacional. En todas ellas se impusieron los oficialismos. Manzur en Tucumán, Morales en Jujuy, Bordet en Entre Ríos y Arsioni en Chubut fueron elegidos como gobernadores mientras Suárez, delfín de Cornejo hizo lo propio en Mendoza (ver: http://venceremos-arg.org/2019/06/12/paso-en-mendoza-las-lecciones-politicas-en-un-panorama-conservador). Este síntoma, que es el que se viene repitiendo en las diversas contiendas electorales pone de manifiesto que la crisis en curso, no se expresa en la vía electoral. El poder de contención de los gobernadores y sus aparatos es notorio, así como también lo son lo adverso de los resultados para Cambiemos.
Es este factor el que en algún punto explica la incorporación de Pichetto a la fórmula presidencial, para de este modo tener una llegada directa a los gobernadores. Pese a que el plan V(idal) era incluso rumoreado en las grandes cámaras empresarias, la flamante fórmula Kicillof-Magario subió el riesgo de perder en la provincia de Buenos Aires sin una figura fuerte del oficialismo. La incorporación de un sector del peronismo en principio parecería entrar en tensión con los planteos que el macrismo viene llevando adelante en todos estos años. Sin embargo, si vamos a los hechos, la figura de Pichetto es también la del principal garante de gobernabilidad en estos años desde su articulación parlamentaria para votar las leyes necesarias en el plan de ajuste. En el mismo sentido, el senador rionegrino ha sido uno de los principales voceros no oficialistas de las políticas xenófobas y represivas. Como nuestra compañera María del Carmen Verdú afirmó recientemente ante la justificación de la Masacre de Monte hecha por Patricia Bullrich, la campaña de Cambiemos va a ser “a pura bala” (http://venceremos-arg.org/2019/06/05/campana-electoral-a-pura-bala/ ). La figura de Pichetto reafirma esta orientación.
La UCR, que en su conferencia nacional había ratificado su apoyo a Cambiemos, quedo afuera del binomio central. Sin embargo, sectores dentro del mismo “partido centenario” fueron promotores de una táctica aperturista de la alianza gobernante. Es el caso de Gerardo Morales, el más PRO de los radicales qué volvió a imponerse en su provincia (Jujuy) sosteniendo el Frente Cambia Jujuy junto al PRO, el GEN, el Partido Socialista y el Frente Renovador. La apuesta de este sector del radicalismo será entonces ocupar lugares importantes en las listas legislativas nacionales y en el mismo posible gabinete. La expresión más clara de esto es la confirmación de Martín Lousteau como primer candidato a senador por la ciudad.
La “ampliación” de Cambiemos, también puede ser leída como una reacción contra espejo a la fórmula Fernández-Fernández, anunciada hace poco menos de un mes. Una de las cuestiones que se señaló al respecto fue lo prematuro del mismo en un escenario marcado por la especulación y el hermetismo. Claro que, al tirar la primera piedra, el kirchnerismo se aseguró ser el que iniciara “la rosca” al interior del PJ. Su logro más destacado: lograr desarticular a quienes se postulaban como ser la tercera opción frente a la polarización, es decir el ya implosionado armado de Alternativa Federal. De ese espacio se llevó a quién más medía, Sergio “suspenso” Massa, que termino cerrando con el frente de la dupla FF denominado “Frente de Todos”, todavía abierto a la posibilidad de ir a unas PASO con dicha dupla.
Por su parte del desgranamiento de Alternativa Federal también se ha nutrido “Consenso Federal 2030”, espacio encabezado por Lavagna y Urtubey que seguramente pase sin pena ni gloria, ya no que no cuenta el con volumen suficiente para resistir la polarización. El ex ministro de economía, lejos de ser la figura de la unidad ,como promocionaban incluso kirchneristas de primera hora devenidos en críticos como José Natanson, , termino en una coalición donde el eje articulador es el “peor es nada”.
Tanto el binomio Macri-Pichetto como el de Fernández-Fernández expresan la necesidad de dar señales al “mercado”, al FMI y a los empresarios, lo que al mismo tiempo deja en evidencia la profundidad de la crisis, como así también la búsqueda de ampliar su base electoral. En ambos casos, la salida es hacia opciones conservadoras. Lo hemos expresado en el caso de Alberto Fernández en notas anteriores (http://venceremos-arg.org/2019/05/19/fernandez-fernandez-un-giro-inesperado-que-rearma-el-tablero-politico) y la incorporación de Pichetto refuerza el contorno derechista del gobierno, incorporando lo más rancio del peronismo. Cualquiera de las fórmulas que se imponga, expresará un gobierno débil, atado con alambre, y es ese escenario el que debe sostener a la izquierda y el campo popular en las calles.
La unidad de la izquierda
En este marco de reordenamientos políticos también la izquierda aparece con una nueva propuesta. El lanzamiento en el hotel Castelar del Frente de Izquierda Unidad es una noticia alentadora para articular una alternativa anticapitalista que logre llegar a más sectores de nuestro pueblo. Como parte de la Corriente de Izquierda Poder Popular, somos partícipes de este frente y nuestra compañera María del Carmen Verdú será parte de las listas para diputados nacionales de la Ciudad de Buenos Aires.
Este nuevo frente refuerza las posibilidades de salir a las calles con un programa que rechace sin titubeos el pago de la deuda al FMI, que ponga en primer plano la discusión por el derecho al aborto, que enfrente las políticas de ajuste y la reforma laboral. En ese sentido venimos desplegando la campaña desde Poder Popular en distintos puntos del país.
Como izquierda se nos impone la tarea de hacer todos nuestros esfuerzos para aportar a derrotar al macrismo, reforzando tanto la unidad política como el acompañamiento a cada conflicto que esté en curso. Debemos ser claros con nuestra campaña y con un programa anticapitalista, antiimperialista y feminista que logre ser apropiado en cada barriada y sector en el que intervengamos. El escenario no es sencillo, pero solo de ese modo estaremos dando pasos firmes hacia la construcción de una alternativa política de lxs trabajadorxs y el pueblo.