Necesitamos poner por delante todos nuestros derechos y salir a luchar hasta conquistarlos. La crisis económica que atraviesa la Argentina producto de las políticas del “mejor equipo de los últimos 50 años” está sumergiendo al conjunto de la clase trabajadora en la pobreza por la vía de la pulverización del poder de compra de los salarios y del desempleo

El acuerdo del gobierno de los CEO’S con el FMI está dejando fastuosas ganancias a los sectores vinculados con el mundo financiero (léase funcionarios y amigos del gobierno) lucrando con la bicicleta financiera, la devaluación del peso y asegurando su negocio mediante la fuga, en dólares, de capitales.

El resultado es una deuda tan ilegítima y fraudulenta cómo abultada, creada por los intereses de lucro del sector privado a costas de las arcas públicas y los derechos del pueblo trabajador. Un verdadero y gigantesco robo de guantes blancos.

Mientras tanto las recetas del FMI le indican al gobierno que siga ajustando y éstos se lamentan por no haberlo efectuado de forma más rápida y profunda, motivo por el que no se pueden descartar despidos ni siquiera en un año electoral.

El salario de lxs estatales por el suelo.

Las condiciones laborales en la administración pública evidencian las pretensiones de los gobiernos para el mercado laboral. Este es el laboratorio elegido por Cambiemos, el espacio que termina funcionando como hoja de ruta y ejemplo a seguir por el sector privado. En tal sentido vimos y padecimos en el Estado olas de despidos que se llevaron más de 30 mil puestos de trabajo en la administración pública nacional, la “modernizaron” y sofisticaron de métodos de control sobre el cumplimiento de las jornada de trabajo, el avance con la lógica de los plus por productividad en detrimento de derechos elementales y licencias adquiridas, golpeando con más dureza en las condiciones y salarios de las compañeras siendo que sobre ellas recaen, mayoritariamente, las tareas de cuidado de sus familias y por lo tanto las licencias. Todos mensajes que fueron leídos y aplicados rápidamente por todas las patronales.

Las paritarias de lxs trabajadores estatales marca el techo salarial deseado por el gobierno para el año muestran cómo las condiciones de lxs trabajadores viene siendo una variable de ajuste constante.

En éste marco se inscriben las ofertas arrojadas por el gobierno para «aumentar» los salario de lxs estatales, siempre por debajo de las proyecciones de inflación que el propio gobierno estima. Porcentajes que se aplican sobre salarios ya devaluados ampliando la brecha salarial entre quienes hacen la misma tarea pero cobran distintos, producto de la precarización y las diversas formas de contratación fraudulentas.

Las políticas del gobierno nacional y de la Ciudad de Buenos Aires encuentran complicidades en las direcciones burocráticas de UPCN y de SUTECBA que convalidan sistemáticamente las ofertas miserables para lxs trabajadores, perpetuando de esa manera salarios de pobreza, desjerarquizando las tareas y políticas públicas, empujando a miles a los despidos por goteo generándose una merma silenciosa de la plantilla pública. La paritaria de estatales nacionales y de CABA cerraron en el 2018 en un 28% y 39% respectivamente, y en cómodas cuotas lo que reduce aún más el porcentaje, siendo que la inflación interanual ya supera los 51 puntos porcentual. Otro año más que el salario de lxs estatales pierde contra la inflación sumándose un poroto la administración pública en su objetivo de “reducir el gasto”.

ATE, internas, elecciones y después.

Mientras que el PRO avanzó con su hoja de ruta de reconversión del Estado, mercantilizando los derechos, degradando ministerios y clausurando políticas públicas esenciales, las direcciones de los espacios políticos más representativos dentro de ATE se enfrascaron en una interna que, lejos de ubicarlos a la altura de lo que demandó el momento histórico, debilitaron las condiciones para enfrentar y frenar la avanzada neoliberal dentro del Estado.

Fragmentación que no nace con el gobierno de Macri sino que viene del período anterior entre quienes se posicionaron como el ala oficialista del gobierno kirchnerista dentro del gremio y quienes se ubicaron en el campo de la oposición. Sin embargo, esas diferencias se cristalizaron en las elecciones sindicales del 2015.  Como consecuencia fueron dejadas de lado las necesidades de lxs trabajadores y la política gremial por sobre las disputas internas. La única acción conjunta de relevancia fue la marcha del 24 de febrero del 2016 que mostró la potencialidad de la unidad para luchar desde ATE pero inmediatamente después del acto las distintas fracciones operaron en sentido inverso a la unidad dentro del gremio.

Las mayores diferencias entre la Verde de Cachorro y la Verde y Blanca de Catalano no se encuentran en el modelo sindical que construyen, siendo ambas fracciones provenientes de la misma matriz sindical. La diferencia está dada por los proyectos políticos a los que adscriben y tributan desde cada espacio. Por su parte la Verde venía siendo impulsora del proyecto de la Constituyente Social teniendo como herramienta electoral Unidad Popular y a Víctor De Gennaro como referencia. Espacio de centro izquierda que perdó lugar en el escenario político con el kirchnerismo, cosechó fracasos electorales que tuvieron repercusión al interior del sindicato en la crisis de la Verde que aún no toca fondo.

Por otro lado, la Verde y Blanca plantó bandera desde la identidad política kirchnerista y desarrolló todo un discurso y acciones de oposición al gobierno macrista que le dieron lugar y orgánica a un recambio generacional en el gremio. En este escenario la Verde y Blanca se movilizó más desde la política de superestructura, saliendo a la calle en el marco de alianzas que le propiciara la CTA de los Trabajadores (Yasky), más que por la política reivindicativa en defensa de los puestos y condiciones de trabajo. De hecho la conducción de ATE Capital lejos de verse cuestionada por su rol ante la ola de despido encontró a todo un universo a cual interpelar y organizar. Desde éste lugar consolido su hegemonía, profundizó un modelo sindical más clásico, pejotizando su identidad, verticalizando las decisiones y exacerbando su confrontación tanto con ATE Nacional como con las agrupaciones opositoras. Por lo que la diversidad y la construcción genuina de las instancias democráticas para construir los planes de lucha consecuentes con las necesidades y derechos de lxs estatales nacionales y de CABA quedaron relegado de la mano de apostar todo a la política institucional y  «reventar las urnas de votos».

Ante este escenario las elecciones en ATE a desarrollarse el 7 de agosto no van a resolver la crisis y fractura del gremio sino más bien van a profundizar y cristalizar las diferencias.

Por otro modelo sindical para luchar en unidad y ganar.

Desde Venceremos venimos promoviendo otro modelo sindical en el movimiento obrero. En la CABA lxs trabajadores del estado apostamos al desarrollo y crecimiento de la agrupación ATE Desde Abajo en conjunto con organizaciones hermanas y compañerxs independientes. Promoviendo la organización de lxs trabajadores en cada uno de los lugares de trabajo y la democracia de base, para que seamos lxs trabajadores lxs que tomemos el rumbo de la historia en nuestras manos y construyamos poder. Apelando a la lucha y las acciones directas como la forma histórica en que nuestra clase trabajadora supo conquistar y defender todos nuestros derechos. Intereses colectivos que tienen que ocupar el centro de la escena por sobre cualquier interés particular, única manera de garantizar la participación de las distintas identidades políticas ideológicas que habitan en cada lugar de trabajo, única forma de hacer efectiva la independencia y autonomía política de la herramienta sindical.

Con éstos principios éticos políticos y metodológicas, abrazadxs al feminismo para que atraviese todas nuestras prácticas, venimos construyendo hace más de ocho años en ATE Capital. Desde estos caminos y aprendizajes es que vamos a intervenir en las próximas elecciones de ATE para afirmar y dar a conocer que otro modelo sindical no sólo resulta deseable sino que es posible y son las distintas experiencias en curso las que así lo demuestran.

¡Unidad para luchar por todos nuestros derechos!

¡Pase a planta ya de todxs lxs trabajadores contratadxs y precarizadxs!

¡Salarios igual a la canasta básica familiar!

¡Por políticas públicas gratuitas universales y de calidad!

¡Por un sindicato feminista para que sea transformado todo lo que deba ser cambiado!

 

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