Desde Venceremos – Partido de Trabajadorxs, decidimos apostar a ser parte del #ELVA2018CABA, para poder avanzar en una perspectiva que cuestione la masculinidad hegemónica revisando de esta manera la estructura patriarcal que se impone sobre la mayoría de los varones y que atraviesa a las organizaciones del campo popular.
El ELVA tiene historia
Aquí estamos, una vez más, transitando una experiencia que crece. El camino dice que este es el séptimo encuentro, y que viene en un proceso de crecimiento no solo cuantitativo, sino también de profundización de las discusiones y de nuestras experiencias.
El ELVA busca nuclear identidades del colectivo varón desde una clara perspectiva antiapatriarcal. No hay medias tintas. La invitación es a cuestionar nuestras masculinidades, a pensar cómo fueron construidas por un sistema heteronormativo, machista y violento. Discutimos con el patrón de una masculinidad única que responde a la figura del macho heterosexual. Así nos encontramos maricas, varones trans, varones cis -heterosexuales y todas las formas de habitar la masculinidad. Y este año, por primera vez, será en Buenos Aires.
Nuestra América
Durante los últimos años el feminismo ha inundado los caminos de América Latina, desde las masivas movilizaciones por “Ni Una Menos” hasta la Ola Verde que llegó para dar la pelea por el Aborto legal en la Argentina. Estas luchas han demostrado un gran abrazo continental de las compañeras por conquistar sus derechos y vivir sin violencias, sea en el país que sea. El continente se solidarizó con Argentina, pero también con Uruguay en su lucha por la aprobación de la Ley Integral Trans.
A su vez, la derecha acecha. La victoria de Bolsonaro en Brasil nos pone en alerta. Un discurso que trae aparejadas prácticas violentas y odiantes con el objetivo de disciplinar a los cuerpos bajo el control de la heterosexualdad obligatoria y la reconsolidación de las instituciones cristianas, incluso desde proyectos alternativos que se referencian con el Papa Francisco. Esto es la represión abierta a las disidencias y a las mujeres donde cada quien debe ocupar el espacio que el evangelio le ha asignado. Quien no lo haga, será sujetx de castigo.
La lucha contra el fascismo está en curso en nuestro continente y es necesario que enmarquemos nuestros procesos de reflexión y deconstrucción en este contexto social.
Nuestras organizaciones
La ola feminista nos lleva a replantearnos nuestras prácticas día a día. Nos replantea las formas de entablar las relaciones políticas, de construir referencias y de habitar los espacios de poder. Muestra de esto han sido las cuantiosas denuncias por violencia machista al interior de diversas organizaciones políticas y sociales.
Desde Venceremos consideramos que es fundamental trabajar hacia el interior de las organizaciones con espacios que permitan que los compañeros puedan reflexionar y hacer cuerpo nuevas prácticas que no violenten a las mujeres y disidencias sexuales al interior de la organización. El patriarcado acecha en todos los espacios y en cada uno de nuestros cuerpos. Por eso elegimos, como organización política, no sin desaciertos y tropiezos, avanzar en un proceso largo, profundo y doloroso de despatriarcalización, y para el cual necesitamos darnos herramientas para recorrerlo en el terreno de lucha que son los propios cuerpos varones. Proceso en el cual necesitamos avanzar aún más y nutrirnos de todas las experiencias existentes, y hacerlo práctica concreta en los espacios que habitamos.
Esto no puede darse sin una transformación de nuestras prácticas políticas, sin darle lugar a la afectividad tan negada en las masculinidades de nuestras organizaciones. Con esto nos referimos a que en un proyecto que cambie radicalmente la sociedad es fundamental transformar nuestra subjetividad. El ELVA permite socializar las herramientas y el trabajo interno, es una apuesta unitaria que busca encontrarnos con organizaciones de distintas partes de la Argentina y de nuestro continente, con un objetivo claro: aportar a la organización y la despatriacalizacion. Por eso desde Venceremos no solo apostamos a un proceso interno si no también a este espacio como un momento más de la lucha por un mundo más justo.
El Orgullo de Marchar
Retomando los cuestionamientos a la heterosexualidad obligatoria participamos de la XXVII Marcha del Orgullo LGBTIQ en un bloque que agrupa a las identidades disidentes que ponen sus esfuerzos en transformar la sociedad desigual en la que vivimos, en una batalla clara contra las políticas de ajuste, represión y muerte que encarnan el gobierno de Macri y otros tanto de nuestra región y el mundo. Es así como la Marcha del Orgullo y el ELVA hacen sentido de conjunto. No se trata de agendas superpuestas, sino de la clara decisión de habitar ambos espacios, el ELVA y la Marcha, con el mismo compromiso de transformar y tranformarnos. Y que nada de todo lo injusto quede en pie.
El ELVA como final abierto…
De todo esto se trata el encuentro. Se trata de encaminar un proceso colectivo de deconstrucción, de transformación organizada de nuestra subjetividad y que sea a la luz del movimiento feminista que nos sigue y seguirá interpelando incansablemente, en la perspectiva de construir un proyecto estratégico de transformación social, donde nos propongamos cambiar todo lo que deba ser cambiado. Y así debe ser. Son pasos, es un proceso, sin búsqueda de reconocimientos ni prestigios vacíos, en un rol secundario pero organizado y activo.
Este encuentro es también un llamado a romper con los pactos de complicidad, con la corporación machista. Se trata de reflexionar y poner el cuerpo, de desaprender las prácticas que hemos incorporado a lo largo de nuestras vidas. Se trata de hacernos cargo de esto, de atravesar la autocrítica más profunda, de cuestionar los privilegios, de transformar nuestras relaciones y vínculos para empezar a construir una subjetividad que ponga en juego otras formas de masculinidad que sean afectivas, cuidadas y empáticas para con las opresiones que sufren las mujeres y disidencias. Pero también queremos esto por nosotrxs mismxs. Por todo esto, abrazamos el eje central de este 7° ELVA: ¡Ni Macho Ni Facho: trabajando por masculinidades contrahegemónicas!
¡Sin feminismo no hay socialismo!
¡Sin cuestionar la heterosxualidad obligatoria no hay revolución!