La noche del 16 de septiembre de 1976, diez estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nº 3 de la Plata fueron secuestradxs por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y la Policía de la Provincia de Buenos Aires. En medio de la lucha por el otorgamiento del Boleto Estudiantil Secundario, estxs jóvenes que tenían entre 14 y 17 años fueron arrebatadxs de sus casas, torturadxs y varixs de ellxs asesinadxs por la dictadura militar.

Esa noche se llevó a cabo una de las muchas operaciones que realizó la dictadura con el fin de eliminar de raíz la organización de la juventud, la organización del pueblo, que al calor de las luchas contra la dictadura de Onganía había forjado la unidad obrero-estudiantil que tanto temía la burguesía.

Lxs diez estudiantes eran parte de un movimiento estudiantil que había crecido con las luchas de los años 60’. Militaban en las escuelas, en las calles y en las barriadas populares. Formaban parte una generación que peleaba por reivindicaciones estudiantiles como el boleto, pero enmarcadas en una lucha decidida por un mundo diferente, sin injusticias, sin explotación; una lucha por el socialismo. Formaban parte de organizaciones políticas, convencidxs que ante la injusticia y la desigualdad la única alternativa era organizarse y pelear para cambiarla.

En la actualidad los espacios de estudio siguen siendo una trinchera de lucha: centenares de escuelas sin clases por la exigencia de acondicionamiento de las instalaciones de servicios que se encuentran en un estado peligroso; los profesorados resistiendo el intento de cierre de sus 29 establecimientos para la creación de una única universidad que no asegura la continuidad académica de todos lxs estudiantes y docentes; y las Universidades de todo el país, exigiendo una paritaria acorde a la inflación y más presupuesto para la educación. Además, lxs secundarios, desde el estudiantazo del 2010, vienen cultivando una fuerte conciencia por la defensa de la educación como un derecho en el que lxs jóvenes buscamos ser protagonistas. A través de grandes movilizaciones, asambleas, sentadas y tomas, el movimiento secundario pone en discusión y se involucra en qué tipo de educación media propone la Escuela del Futuro.

Hoy en día nos encontramos resistiendo en todos estos espacios de estudio las políticas vaciadoras del gobierno de Cambiemos, que intentan destruir la educación pública para que solo unxs pocxs puedan acceder, profundizando la desigualdad de oportunidades, fomentando la meritocracia y restringiendo cada vez más nuestros derechos.

Como parte de una nueva generación de jóvenes, a 42 años de aquella oscura noche que buscó arrebatarnos el sueño de que otro mundo es posible, seguimos escribiendo la historia, con una memoria ardiente y convencidxs de que el cambio social de raíz es el futuro que queremos para nuestra sociedad.

En épocas donde las políticas neoliberales del gobierno de los CEO’s quieren desmantelar la educación pública, en todos sus niveles, donde los despidos y el hambre crecen día a día y donde miles de jóvenes somos empujadxs a elegir entre trabajar o estudiar, debemos seguir luchando. Con el fuego de lxs 10 estudiantes y con el ejemplo de la generación de los 60 y 70 debemos poner en pie una juventud que enfrente el ajuste y la explotación que nos quieren imponer desde arriba.

Fuera Macri y fuera el FMI

Organización y lucha contra el ajuste.

Resistencia en las calles

30.000 veces venceremos 

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