El ajuste desplegado por el gobierno y el FMI tiene en cada realidad local sus particularidades, dadas por los propios endeudamientos que han asumido las respectivas gestiones. El caso cordobés es uno de los destacados al respecto. El gobierno provincial al igual que el nacional esta descargando el ajuste sobre las y los trabajadores. Hay que resistir y avanzar en una alternativa política que defienda nuestros intereses.
Aunque durante años se haya hablado de Córdoba como “una isla”, el destino de los cerca de 4 millones de habitantes de la provincia, está íntimamente ligado a la situación política nacional. Unión por Córdoba, quien gobierna hace 20 años en la provincia cordobesa, ha ido profundizando la colocación de deudas para sostener las arcas provinciales. Cada una de éstas en moneda extranjera: hoy el 97% de la deuda provincial se encuentra en dólares, siendo Córdoba, la segunda provincia con mayor porcentaje de deuda en esta moneda detrás de Santa Fe que tiene el 99% de ella dolarizada. Esto trae como impacto directo que en cada devaluación , aumente la deuda.
En lo concreto, a fines del 2017 la deuda provincial era de 47mil millones de pesos. En Septiembre de 2018, solo 8 meses después, alcanza ya los 94.775 millones de pesos.
2019: PJ o UCR nada bueno se puede esperar para los y las trabajadores
El próximo Gobierno cordobés, deberá gobernar en el marco de una profunda crisis económica: ya no contará con los 2mil millones de pesos que ingresaban en concepto de la coparticipación del impuesto IVA a la provincia. Tampoco ingresarán los 2 mil millones de pesos anuales del fondo sojero. Los subsidios al transporte se recortarán y el 8% de la coparticipación de la producción agraria, tampoco llegará a las arcas cordobesas por el acuerdo fiscal en el marco del FMI.
El estrépito de la corrupción a nivel nacional, también replica y campea en Córdoba- con los locales Roggio y Electro Ingeniería a cargo de la obra pública, la brasileña Odebrecht haciendo los gasoductos- resultan casi imposibles de tapar las coimas y bolsos verdes que relacionaron a funcionarios como Schiaretti, De la Sota, y empresarios con los grandes destapes de coimas. Sin embargo, en Córdoba la pobreza sigue siendo un flagelo, aumenta año a año, con cifras por encima de la media nacional. En Agosto, una familia tipo necesitó de 21.962,11 pesos para no caer bajo la línea de pobreza y $ 13.616,43 para no ser indigente. Medio millón de niños, niñas y adolescentes cordobeses, el 55.6% del total, se encuentran bajos estos índices de pobreza.
Como viene sucediendo desde el año 1983, se sigue profundizando la desindustrialización. En la escasa industria, que ha logrado sobrevivir, el 70% de los trabajadores sufre las suspensiones rotativas debido a los problemas de la industria automotriz. El déficit habitacional supera las 250.000 viviendas, pese al lanzamiento de programas sociales, el problema no se soluciona. Mientras el negocio inmobiliario crece, cada vez se hace más difícil tener una casa propia y en condiciones de habitabilidad.
El movimiento de mujeres continúa denunciando la ausencia de políticas públicas para el sector, los femicidios continúan siendo noticia, la Educación Sexual Integral sigue siendo cuestionada por sectores conservadores y el protocolo de aborto no punible, no se aplica en Córdoba por un amparo presentado por el Portal de Belén.
La brecha salarial entre mujeres y varones sigue aumentando, además de la existencia del trabajo no remunerado en la mayoría de los hogares.
La situación ambiental se agrava día a día, la resistencia popular le hace frente a proyectos altamente peligrosos para la vida humana. Algunos de ellos, por ejemplo, el conflicto latente de la Autovía de Montaña en Punilla que pasa por encima de una mina de uranio; el proyecto del Mega Basural en la localidad de Santa Ana, la apertura de canteras ilegales y el ya clásico problema de la fumigación que sufren y enfrentan las poblaciones enteras frente al negocio de sostener la soja transgénica.
Ante cada resistencia, la respuesta del Estado es la represión, mayor vigilancia y endurecimiento del aparatado represivo. Córdoba cuenta con uno de los índices de policías por habitante más alto del país, pero cada vez se nota más que así no se solucionan los problemas, sino que empeoran ya que son numerosos los escándalos de esa institución. Escándalos que se asemeja más a una asociación ilícita que a otra cosa las noticias protagonizadas por narco policías continúan, venta de armas desaparecidas de las comisarías y los casos de gatillo fácil aumentan al mismo nivel que las detenciones arbitrarias y las razzias. En los últimos 30 días tuvimos 3 nuevos casos de gatillo fácil.
El abajo que se mueve
En las últimas semanas Córdoba fue testigo de multitudinarias manifestaciones que han sacudido el escenario político, mostrando que por abajo se gesta una resistencia profunda al modelo neoliberal de los gobiernos nacionales y provincial.
Como hacía meses no se veía, las movilizaciones en contra del gatillo fácil, la masiva lucha en defensa de la educación pública con epicentro en las facultades, pabellones tomados y multitudinarias asambleas, las marchas contra la realización de la Autovía de Montaña en Punilla han continuado el camino iniciado por la ola verde a favor del proyecto de Interrupción Voluntaria del embarazo.
La defensa de los puestos de trabajos, las movilizaciones en Villa María y Rio Tercero contra los despidos en Fabricaciones Militares, la lucha por la reincorporación de los despedidos en Agricultura Familiar, han mostrado que habrá resistencia al ajuste que ya anunció el gobierno nacional.
La respuesta popular es constante, pero debemos admitir, se da de manera parcial y sectorial, los partidos patronales vienen a asegurar que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo. Es por esto que se hace necesario construir una alternativa política anticapitalista, que incorpore en un programa de lucha cada una de las reivindicaciones sectoriales, pero atacando el problema de fondo que es el sistema de hambre y explotación en el vivimos.
La lucha en la calle marcará la agenda en los próximos meses. En ella, debe primar la unidad de acción para derrotar los planes del ajuste de Macri, Schiaretti y el FMI. Debemos construir una salida política por izquierda, agrupando a los sectores de la izquierda anticapitalista.
Desde Venceremos Córdoba, en los próximos meses estaremos lanzando la Corriente de Izquierda Poder Popular, herramienta desde la cual intentaremos dar los primeros pasos para la construcción de una alternativa anticapitalista contra el hambre y la explotación.