Después de más de un año de trabajo conjunto, presentamos Venceremos – Partido de Trabajadorxs. Aquí, parte de nuestro recorrido, de dónde venimos, cuáles son nuestras perspectivas y espacios de construcción y cuál es nuestra proyección a futuro.
Con un masivo acto, lleno de emoción por el enorme paso que estamos dando, el pasado 18 de noviembre presentamos Venceremos – Partido de Trabajadorxs, en el emblemático salón de Unione e Benevolenza. Este significativo lugar, es la más antigua de las asociaciones italianas de ayuda mutua fundada en 1858 por siete obreros italianos, emigrados ilegales, con el objetivo de ayudar a los y las miembros de su comunidad radicados/as en el barrio porteño de La Boca, que vivían en situaciones paupérrimas, desamparados/as.
Sus fundadores pertenecían al movimiento político revolucionario clandestino de ideales republicanos, forjados en barricadas, condenados a prisión y en algunos casos a la muerte. Allí, asumiendo el principio de defender a los y las trabajadores, se creó la primera organización obrera en la Argentina, la Sociedad Tipográfica Bonaerense.
Imbuidos/as de ese internacionalismo proletario, rodeados y rodeadas de aquellos símbolos y en ese salón donde se gestaron las primeras organizaciones y luchas obreras en nuestro territorio, presentamos a nuestro nuevo partido. Nuevo, pero que tiene ya un intenso y arduo recorrido previo. Un camino que se inició hace varias décadas. Como señalara nuestro compañero Carlos “Vas co” Orzaocoa, estuvieron presentes en el acto compañeros y compañeras de las organizaciones revolucionarias de los 70, a quienes reivindicamos y de quienes retomamos la mejor y más avanzada experiencia de lucha revolucionaria en nuestro país. El Vasco resaltó la importancia de presencia de compañeros y compañeras setentistas, “porque su presencia significa continuidad de un proyecto revolucionario guevarista, es muy importante porque desde el pasado ustedes están acá, están acá con iniciativa, están acá empujando, acompañando, hasta a veces aconsejando a las actuales generaciones que son hoy las y los responsables y protagonistas fundamentales de la revolución socialista que vamos a hacer. Somos puente entre el ayer y el mañana. Y somos la unidad, vamos a buscar la unidad entre el futuro y la esperanza. Pero para lograr esa unidad es imprescindible la revolución socialista”.
Sabemos que no partimos de cero. Pero el camino del que nos sentimos parte no empezó en los 60. Nos sentimos hijos e hijas de los pueblos americanos que resistieron la invasión europea, de aquellos que lucharon en las guerras de independencia, que promovieron un proyecto emancipador para Nuestra América basado en la libertad y la igualdad social. De aquellos primeros y primeras patriotas que valoraron, respetaron y reconocieron los derechos de los pueblos originarios, sin pretender apropiarse de sus tierras. De esos pueblos con los que hoy nos hermanamos ante la brutal represión del Estado que no ha cesado desde hace siglos. Buscamos reapropiarnos de ese hilo rojo con el que tejemos la continuidad de la lucha de millones de hombres, mujeres y disidencias a los largo de la historia por forjar una sociedad realmente humana.
El acto estuvo teñido de una enorme emoción por la militancia y simpatizantes con la certeza de estar presenciando un hecho histórico: hacía décadas no existía un partido que se plantee construir una organización con vocación de poder retomando las mejores experiencias de la izquierda revolucionaria en nuestro país. Como señaló nuestra compañera Marianela “Pini” Navarro, “Tenemos prisa por avanzar porque la ofensiva contra la clase obrera es brutal y las consecuencias serán de largo plazo. Por eso, nos proponemos construir un partido anticapitalista de nuevo tipo en pleno siglo XXI en el sur de Nuestra América y debemos adelantar los pasos, apurar la marcha y estrechar las fuerzas porque los dueños del capital vienen por todo, sobre todo a quitarnos la fe y la confianza en las fuerzas de las y los de abajo y doblegar nuestra tradición de lucha. Nos proponemos construir un partido de nuevo tipo en pleno siglo XXI indócil ante el poder, con iniciativa para intervenir en la lucha de clases, vinculando las luchas concretas con el proyecto estratégico y un plan político para la etapa. Un plan anclado en el marxismo revolucionario como guía para la acción que tiene un sujeto que es la clase trabajadora, que tiene principios que son el socialismo, el feminismo revolucionario y el antiimperialismo”.
En el difícil contexto que nos toca vivir, damos este paso conscientes de los desafíos de nuestra época y luego de más de un año de trabajo en común para forjar este proceso de unidad. En este sentido se expresó nuestro compañero Leonardo Lopresti, señalando que “La unidad es fundamental para cimentar triunfos duraderos, se trata de construir con una visión de largo plazo con temple para forjar los lazos necesarios en las tareas históricas que como clase tenemos. Si no comprendemos que la unidad es fundamental estamos condenando nuestras luchas a las derrotas porque es el camino más noble que necesitamos emprender todas y todos las y los explotados y oprimidos de nuestro pueblo”. Estamos poniendo este partido en pie, como dijera nuestra compañera Valeria Ianni, “a contramano del sentido común, del posibilismo, de la adaptación y de la resignación. Poner en pie este proyecto estratégico significa una enorme responsabilidad.
En ese sentido, reivindicamos un marxismo revolucionario, que no se contenta con lo establecido, que no busca acomodarse en los cafés ni en los sillones ni en las cátedras, sino que busca estar en las calles para derrotar al capitalismo”.
En palabras de nuestro compañero Leonardo Lopresti, “Venceremos nace con una proyección nacional cualitativamente superior. No solamente de ahora en adelante estamos en más territorios que los destacamentos precedentes construyendo como una sola organización, sino que estamos redoblando esfuerzos por llegar a cada rincón del país. Es fundamental una perspectiva integral y nacional de los problemas que aquejan al conjunto de nuestra clase”.
Desde hace décadas venimos construyendo organización obrera y popular en las distintas regiones de nuestro país. Somos parte de la construcción desde abajo en fábricas de la alimentación, químicas, petroleras, en el ferrocarril y en empresas telefónicas, entre otras. Venimos dando la pelea por la educación y los derechos docentes en Mendoza con el recientemente recuperado Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires desde el Encuentro Colectivo Docente, como parte de la Agrupación Azabache en Neuquén y en Córdoba con la Otilia Lescano. Somos parte de las expresiones combativas y antiburocráticas de diversas construcciones sindicales participando en la conducción del SIPREBA -sindicato de trabajadores de prensa- y del sindicato docente Ademys. Asimismo impulsamos experiencias de organización obrera y promovemos una lucha sistemática y con perspectiva clasista en cada lugar de trabajo, lo que venimos sosteniendo desde hace años de lucha en las calles, apostando a la construcción de espacios unitarios como en ATE Desde Abajo y en la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas. Aportamos a la organización en las zonas fabriles de Córdoba, San Luis, Rosario, y la zona norte, oeste y sur de la Provincia de Bs. As. y también en Mar del Plata, junto a los trabajadores/as pesqueros, de las industrias del turismo y alimenticias entre otras.
También desde hace décadas, impulsamos organización junto a los trabajadores y trabajadoras desocupados en el conurbano bonaerense con el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), y en la lucha en los piquetes junto a los despedidos y despedidas en distintas regiones del país.
En Córdoba, como parte del combate contra el extractivismo y la minería que impulsamos en todo el país, hemos sido parte de la lucha que logró finalmente echar a Monsanto de la provincia.
También desde hace décadas nuestros compañeros y compañeras encabezan la lucha contra la política represiva del estado. Esta tarea, abordada con tenacidad, coherencia y perseverancia hace de ellos / as referentes del movimiento de derechos humanos y antirrepresivo, al tiempo que son pilares en la construcción de CORREPI.
Como parte del movimiento estudiantil luchamos en las universidades, terciarios y colegios de todo el país para forjar una educación popular y con perspectiva emancipatoria. En Mar del Plata, con la construcción en el IPA (Instituto Polivalente de Artes) donde encabezamos luchas centrales en la defensa de la educación pública y en Buenos Aires impulsando la Juventud Insurgente (JI) en la Universidad de Buenos Aires y el movimiento juvenil Hagamos Lo Imposible (HLI). Desde ese movimiento también nos organizamos en las barriadas más pobres de nuestro país y llevamos adelante proyectos solidarios, culturales, junto a los jóvenes y también las familias más castigadas de nuestro pueblo, tanto en Rosario y San Luis, como en el Conurbano bonaerense, en Córdoba y también Rosario, Neuquén, Mendoza. Nos guía la aspiración de lograr realmente el protagonismo de nuestra clase, de nuestro pueblo todo en una construcción que necesariamente debe ser desde abajo y nacional.
Al mismo tiempo, “seguiremos aportando a la unidad de la izquierda en su conjunto porque entendemos que necesitamos construir una unidad que sea capaz de sintetizar distintas tradiciones revolucionarias, políticas y de identidades en torno a un programa político de profunda independencia de clase y que tenga claro sus objetivos socialistas de profunda transformación”, como sostuvo nuestro compañero Hernán “Vasco” Izurieta. En ese camino “Expresamos nuestro compromiso para seguir construyendo la Corriente de Izquierda Poder Popular con organizaciones compañeras, con las que hemos ensayado una experiencia de unidad a partir de la cual hicimos nuestra primera intervención electoral con un balance positivo”.
Desde una perspectiva feminista, venimos avanzando y participando en la organización de espacios que luchen contra el patriarcado, la opresión hacia las mujeres y disidencias sexuales en cada una de nuestras construcciones, impulsando la Campaña Nacional Contra Las Violencias Hacia Las Mujeres, participando del espacio de Varones Antipatriarcales y en diversas agrupaciones de mujeres y feministas en diversas provincias.
Entendiendo que, como afirmó Valeria Ianni “El feminismo revolucionario tiene mucho que aportar para la profundización del marxismo y para ponernos realmente en todos los planos en la primera línea de la lucha contra la opresión y contra esa opresión tan particular que es el patriarcado porque nos cala en el fondo de nuestra subjetividad y en lo más íntimo de nuestras relaciones humanas”.
La construcción de nuestro partido aspira a profundizar esa organización y esas luchas que venimos dando. Somos conscientes de la importancia de este paso y, al mismo tiempo de los grandes y complejos desafíos que tenemos por delante. Este momento, representa un salto cualitativo en las posibilidades reales de avanzar y un gran reto para dar batalla en todos los terrenos. Con la movilización del pueblo en las calles para hacer frente a los planes de la burguesía y resistir su proyecto neoliberal. Pero también y fundamentalmente para aportar al desarrollo de la conciencia revolucionaria, luchando codo a codo como parte de nuestro pueblo trabajador, difundiendo las ideas socialistas, y construyendo en esa praxis la fuerza material que nos permita cambiar la historia.
Como dijera el “Vasco” Izurieta: “Tenemos que gestar una fuerza social revolucionaria que sea capaz de asumir la tarea histórica de la construcción de un gobierno obrero y popular que se decida de una vez y para siempre terminar con la barbarie del capitalismo y tirarlo al basurero de la historia”. En eso andamos.