Como al principio de cada temporada de ascensos al Aconcagua, salen a relucir los problemas históricos que acarreamos los trabajadores/as del parque, tanto guardaparques como personal médico, porteadores, campamenteros, guías y arrieros.
La temporada 2017/18 trae consigo la primera manifestación de compañeros/as guardaparques en las puertas de la legislatura provincial y el estado de alerta sobre futuras medidas de fuerza, exigiendo el pase a planta de los/as contratados/as y la mejora de las condiciones laborales, que siguen agravadas por la negligencia y el recorte del gobierno en el área de recursos naturales de la provincia. Recordemos que la temporada pasada, tanto el servicio médico, como guardaparques tuvieron que trabajar los 5 meses de la temporada en domos improvisados por una avalancha que, previo a la temporada, destruyó los refugios, sin las condiciones mínimas y expuestos a las inclemencias extremas de alta montaña, como lo remarcamos siempre en lo que hace al trabajo allá arriba.
El pase a planta demandado por los compañeros/as, implica, como en todo caso de contrataciones precarias y negro del estado, garantizar continuidad laboral y ponerse mínimamente a la altura de los convenios con el resto de los estatales, que, en referencia de su actual conducción sindical en la provincia, en la persona de Roberto Macho, siguen haciendo la plancha en clara entrega de nuestros derechos acordada con el gobierno de Cornejo.
Además de las condiciones laborales lamentables de Guardaparques, el gobierno de Mendoza, sigue garantizando la precarización de los/as trabajadores/as de las empresas prestadoras de servicios en el parque, principalmente Aymará, con su nueva chapa: Aconcagua Mountain Guides, que luego de una estafa millonaria y escandalosa a sus trabajadores/as, con decenas de despidos sin indemnización y cheques sin fondos, la sigue levantando en pala como si nada, al igual que Inka expediciones continúa con su modus operandis de precarización y despidos.
Hace ya 4 temporadas que la mayoría de las empresas no modifican sustancialmente el salario de sus trabajadores/as como, por ejemplo, en el caso de campamenteros y armadores de campamentos que estaban cobrando en 2014 una paga diaria de 450 pesos por un día completo de trabajo, que a veces implican hasta 18 horas de trabajo, LITERAL, hoy, 2017, se les está pagando 500 pesos el día.
LA EXPERIENCIA DE LUCHA DE 2014 / 2015
La lucha que encabezamos los porteadores temporadas atrás, con el paro total de nuestras actividades y la conquista de derechos y mejoras de condiciones laborales, fue debilitada por los despidos, la persecución sindical, las amenazas y el miedo, a la misma vez que se fortalecía el contexto regresivo en contra de los/as laburantes a nivel nacional. Pero a pesar de los esfuerzos de las empresas del parque y del gobierno por acabar con cualquier reclamo de los/as trabajadores/as del Aconcagua, no pudieron derrotar nuestro trabajo permanente por la construcción de un sindicato de trabajadores/as de montaña y tampoco pudieron frenar la consulta permanente de los/as nuevos/as trabajadores/as del parque sobre condiciones laborales a los que fuimos referentes de esa lucha.
La lucha actual, también tiene una pata en la justicia que ya sabemos para qué lado juega, pero que dentro de sus fisuras puede favorecer a esta genuina y estoica experiencia de hace unos años.
Existen en la actualidad 2 recursos ingresados en la corte suprema de justicia de la provincia, de porteadores y guías, luego de escandalosos fallos de la cámara laboral, inusitados en términos técnicos-jurídicos y evidentemente respondiendo al clima de época, y al mandato de “lucha contra la litigiosidad laboral” que encabeza el gobierno de Macri junto a Cornejo para terminar de destruir el derecho de los/as laburantes.
Invitamos a seguir acompañando a los/as compañeros/as guardaparques que siguen en pie de lucha, a la misma vez de poder recuperar la iniciativa de todos/as los/as trabajadores/as de parque Aconcagua por nuestros derechos laborales.
ARRIBA LOS/AS QUE LUCHAN!