Luego de la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado en el Río Chubut, se ha desplegado un nuevo operativo oficial de encubrimiento bajo la hipótesis que el joven artesano que acompañaba el reclamo de la comunidad mapuche se habría ahogado. Es necesario seguir en las calles para desbaratar esta maniobra y que paguen los culpables de este crimen.

Las elecciones legislativas del 22 de octubre transcurrieron atravesadas por la aparición la semana anterior del cuerpo de Santiago en el Río Chubut. Tras más de 77 días desaparecido y con multitudinarias marchas para pedir su aparición con vida, la aparición a 300 metros río arriba de donde tuvo lugar el operativo represivo de Gendarmería contra la Pu Lof, una parte que en ese momento no tenía más de 30 centimetros de profundidad y que es visible para cualquier personas que pase por el lugar, resulta cuanto menos sorpresiva. Como sostiene la comunidad y la propia familia de Santiago el cuerpo fue evidentemente «plantado», luego de que – como fue expresado por los testimonios de quienes fueron reprimidos por Gendarmería aquel 1° de agosto, fueron miembros de esa fuerza quienes rodearon a Santiago a la vera del río y luego de golpearlo lo subieron a una camioneta secuestrándolo.

Sin embargo, desde las usinas del gobierno se lanzaron inmediatamente a la campaña de desligar a la Gendarmería de su responsabilidad y de instalar la culpabilidad de la propia comunidad mapuche. En el mismo sentido, el juez de la causa se apresuró a informar a los medios con información sumamente parcial que el cuerpo no presentaba ninguna lesión mientras el diario Clarín decía que «fuentes de la investigación dicen que estaba hace más de 60 días allí». En primer lugar, los resultados finales de la autopsia con las posiciones de todos los peritos de parte se conocerán recién en dos semanas. En segundo lugar, existe una lamentablemente larga tradición de las fuerzas represivas en nuestro país de crear «accidentes» para encubrir casos de gatillo fácil como atestiguan Luciano Arruga, Ezequiel Demonty y Natalia Mellman.

Sin embargo, el gobierno y los medios oficiales junto con su aparato clandestino en las redes sociales salieron a intentar imponer rápidamente esta versión. La decisión de las fuerzas políticas y espacios del kirchnerismo que optaron por no movlizarse -a diferencia del Encuentro Memoria Verdad y Justicia que dio el lugar y la tribuna para que miles pudieran gritar su bronca-, solo le dio aire al macrismo para que pueda sembrar confusión y avanzar en su plan de impunidad.

Tras más de 80 días desde la desaparición de Santiago y contra todas las operaciones realizadas, los únicos datos certeros en la causa son que gendarmería reprimió el corte de la ruta 40 donde estaba Santiago hasta ingresar al territorio de la Puf Lof, y filmó y registró el operativo aunque hayan negado todo desde el principio. También se ha comprobado en forma fechaciente que el mismo fue dirigido por Pablo Noceti, jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, y que este avisó luego de la desaparición de Santiago que serían peritadas las camionetas y la Unimog.

Con el resultado electoral en mano, Cambiemos se siente envalentonado para poder imponer a fondo su política de represión y criminalización de la protesta social. Resulta fundamental redoblar la lucha y la movilización popular para que no haya impunidad siguiendo en las calles como hasta ahora. Como gritaron miles en Plaza de Mayo:

Fue gendarmería, fuera Bullrich, el Estado es responsable.

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