En las últimas PASO la coalición Cambiemos alcanzó el 45% de los votos, con más de 16 puntos de diferencia sobre el peronismo local, representado por Unión por Córdoba. Al igual que en las elecciones de 2015 donde Córdoba le permitió un triunfo a Macri, el apoyo de las/ los cordobeses al gobierno de derecha fue contundente. La desigualdad en la provincia se agudiza y el gobierno intensifica la represión.

¿Córdoba de las campanas o tierra del Cordobazo?
Históricamente en Córdoba han convivido dos polos ideológicos: la Córdoba de las Campanas, clerical, conservadora y de derecha se contrapone a la Córdoba de la Reforma Universitaria del 18, a la intelectualidad progresista, de los miles de jóvenes trabajadores/as y estudiantes clasistas, de la migración latinoamericana, del Cordobazo, del Viborazo, del Gringo Tosco. Esos polos en pugna se repiten a lo largo de la historia. La Dictadura Militar de los años 70 no sólo desarticuló las organizaciones revolucionarias de la época, sino que instauró un modelo económico que desmanteló la industria metalmecánica e impuso un modelo de reprimarización de la economía, de la agroexportación bien funcional a los intereses de los empresarios que reestructuraban su producción acomodándose a los cambios en el mercado capitalista mundial.

Mapa social

Hoy, la realidad de Córdoba refleja esas transformaciones tanto en términos productivos como en sus consecuencias socioeconómicas, culturales y políticas. Según los datos del INDEC de marzo, en Córdoba el 40,5% de la población del Gran Córdoba vive con ingresos por debajo de la línea de la pobreza. Esto representa un total de 453 mil personas que son pobres. Para ser más gráficos, equivale a 8 Estadios Kempes repletos.
De esas 453 mil personas, hay 165 mil que son indigentes, es decir que no llegan a poder garantizar el alimento. La pobreza aumenta de la mano de la desocupación y de la precarización de la vida. A nivel provincial el 55,6% de niños/as y adolescentes viven en hogares que no cubren necesidades básicas. Son unos 564 mil niños/as y jóvenes de los que 156 mil están en situación de indigencia.

Mapa productivo

En Córdoba el principal motor de la economía es el agro. En la última cosecha se sembraron 1.887.100 hectáreas de maíz, 4.527.200 de soja y 319.400 de maní.

La Provincia representa el 24% de las exportaciones nacionales según IERAL. Pese a la especulación del sector sobre cuándo liquidar la cosecha, los ingresos empresarios por la venta de cereales se han mantenido siempre arriba de los 10.000 millones de dólares. Esta cifra alcanzaría para hacer más de 250 mil viviendas en solo un año (a 35 mil dólares por vivienda aproximadamente). Con el boom sojero, la multiplicación de esta producción ha crecido en los últimos años y las exenciones impositivas no han hecho más que multiplicar sus ganancias, promoviendo la extensión de este monocultivo.

Pero el movimiento de la economía provincial no solo se da por la venta del grano sino todo lo que se genera alrededor del mismo. Se gastan en comercialización unos 1.040 millones de dólares en fletes (23% de los ingresos brutos de los productores) y 755.000 camiones para trasladar la producción de maíz y soja de esta provincia al puerto. Esto genera mayor consumo de combustible, mayor demanda de maquinaria agrícola, implementos, camiones y camionetas, aumento de la demanda de servicios profesionales, mayor consumo de bienes durables. También se han desarrollado las industrias de fabricación de herramientas y maquinaria agrícola y las de fabricación de etanol, que se procesa con maíz, para mezclar con los combustibles. A la vez, el flujo de ganancias a los bolsillos empresarios genera dinamismo en la rama de la construcción….de barrios residenciales y de lujo por supuesto. Toda esta situación próspera del sector agropecuario tiene su origen en las medidas implementadas por el gobierno nacional de quita de retenciones al maíz y al trigo y disminución a las de la soja. Los pueblos y ciudades de la pampa gringa del sur de la provincia dependen, en todas las fuentes laborales, del efecto derrame de esta prosperidad. En esta parte de la población, Cambiemos obtuvo amplias diferencias de votos que le permitieron ganar con comodidad.
Este sistema productivo genera una mayor polarización social y una cada vez mayor concentración y centralización del capital en manos de unos pocos grandes pooles de siembra y comercialización. De los 27 mil millones de dólares que ingresan por la exportación de oleaginosas a nivel nacional, las cerealeras instaladas en Córdoba participan en 7.000 millones. rg, Nidera (multinacional), Dreyfus (multinacional), Bunge, Noble (chinosaCargil (multinacional), ADM ( yanqui) Asoc de Coop ). Además, este sistema ha generado sin duda un cambio en las ramas de ocupación de la clase trabajadora cordobesa, con su respectivo impacto en las posibilidades de organización, desarrollo de la conciencia y construcción de una perspectiva común de lucha.

Lejos de representar como plantea el gobierno mayores ingresos para los pueblos y ciudades del interior provincial en términos generales, genera ganancias para los sectores burgueses y empobrecimiento, precarización laboral, contaminación y problemas ambientales y de salud en el grueso de la población.
Mapa ambiental y de salud
La soja viene acompañada de un paquete tecnológico que no sólo ha generado poblaciones enfermas, sino que viene generando dependencia tecnológica. Así, la principal fuente de ingresos para nuestro país -la agroexportación- depende de paquetes tecnológicos de multinacionales y de sectores agro-empresarios locales que hacen lobby para avanzar sobre el bosque nativo y los montes de nuestra provincia. El resultado de estas políticas es la depredación de nuestro suelo (queda solo el 4% de sus bosques nativos originales; de 12 millones de hectáreas, quedan apenas 500 mil), trayendo como consecuencia las inundaciones, incendios provocados, tormentas de tierra, que tenemos que sufrir las y los cordobeses año a año.
Al mismo tiempo, el cultivo de maní y soja impide la absorción del agua mientras el uso de agrotóxicos contamina el curso de los ríos y napas.
El drama ambiental está instalado, no solo con la soja, sino también con la basura, y todos los residuos que se generan con la producción misma, y para los cuales no hay respuesta dentro del capitalismo. Bajo la lógica de la maximización de las ganancias no se plantea cómo resolver las consecuencias del extractivismo y el agotamiento de recursos, sobre todo en países dependientes como el nuestro, y sobre todo en provincias como la nuestra con una fuerte participación en la economía agroexportadora.

Perspectivas de lucha

La polarización social genera como en todo el país cada vez más conflictividad. Mientras un pequeño grupo se enriquece cada vez son más las familias que viven al día y muchas las que están bajo la línea de indigencia. A pesar de esta realidad tan dura y producto al mismo tiempo de ella, el pueblo cordobés -que posee una larga historia de lucha y rebelión- viene llevando adelante importantes peleas. Ejemplo de ello han sido las luchas ambientales, como la realizada contra la instalación de una planta de Monsanto, logrando echar a la empresa luego de contundentes marchas y acampes con bloqueos a la planta. Actualmente las movilizaciones se centran en el marco de la ley de bosques.

Ante la organización popular que se viene construyendo desde distintas organizaciones, la respuesta del gobierno ha sido la aplicación de una represión sistemática que se ha ido incrementado en los últimos años. La Ciudad de Córdoba ha sido ejemplo de brutalidad represiva, realizando la policía local razzias en las que se ha llegado a detener a cientos de personas. Lo mismo se puso de manifiesto el pasado jueves 30 de agosto, cuando la policía realizó allanamientos masivos y simultáneos en todos los locales de organizaciones sociales y políticas que habíamos participado de la marcha contra el gatillo fácil en esa semana, constituyendo una clara represalia y amenaza contra la organización popular y la protesta social.

Sin embargo, continuaremos firmes y decididos a seguir construyendo organizaciones sociales con profunda inserción territorial, pateando los barrios donde todos los días las familias laburantes salen a ponerle el pecho a las dificultades. Seguiremos organizándonos en cada lugar de trabajo, promoveremos el trabajo en el movimiento antirrepresivo, entre la juventud y los/as estudiantes y en el movimiento de mujeres. En eso andamos caminando.
Como parte de esa senda, hemos construido una herramienta frentista en distintos puntos del país, junto a otras organizaciones, que aporte a la unidad social y política de la lucha popular en el camino de la Liberación Nacional y Social y a dar también una pelea en el plano electoral: la Corriente de Izquierda Poder Popular. Desde esta herramienta, que nos proponemos desplegar también en Córdoba, apostamos a poder visibilizar nuestro proyecto y a poner de relieve la voz y las perspectivas de las y los laburantes y construir realmente una alternativa política que pueda llevar adelante una verdadera emancipación para nuestro pueblo. Una alternativa de sociedad en la que no haya explotación ni ninguna forma de opresión. Una alternativa socialista para nuestra Patria.

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