Balance autocrítico:

Sobre los errores cometidos en el abordaje de la denuncia hacia H.G.R.  en Ademys por abuso sexual.

 

Este escrito surge a partir de un proceso de balance que iniciamos hace algunos años y, con mayor profundidad en los últimos meses del pasado año, 2020. Entendemos que los resultados de dicho proceso deben ser públicos.

Somos un grupo de docentes que construimos activamente en Ademys. Actualmente, participamos en el Colectivo de Trabajadorxs de la Educación Haroldo Conti y algunxs formamos parte de Venceremos – Partido de Trabajadorxs.  Dentro de un proceso de discusión promovido en el ámbito partidario, hemos avanzado en una autocrítica profunda en torno a los errores cometidos en el abordaje de la denuncia por abuso sexual de H.G.R. presentada en Ademys en 2013 y procesada en parte durante el 2014.

En aquel entonces, integrábamos el Colectivo Lista de Maestrxs y Profesorxs como militantes de Hombre Nuevo (Venceremos – PT no existía como tal). En ese espacio sindical confluíamos con militantes de Movimiento Izquierda Revolucionaria, Izquierda Socialista e independientes. Algunxs de nosotrxs desempeñábamos cargos dentro del Consejo Directivo y otrxs compañerxs poseían una responsabilidad menor en la orientación del colectivo. El denunciado ante la justicia por abuso sexual hacia su hija, H.G.R., era parte de este espacio a través de su organización política, Izquierda Socialista.

Si bien ante la llegada de la denuncia H.G.R. fue separado preventivamente de la representación gremial en el sindicato por unanimidad, lxs que hoy escribimos este comunicado reconocemos una serie de errores asumidos en el abordaje del caso y en el proceso que se desarrolló a partir de entonces. Como principal error, reconocemos no haber priorizado a la niña y a su madre, no haber creído en la palabra expresada a través de la denuncia. Al contrario, nos dejamos llevar por discursos que buscaban desacreditarlas y que fomentaban ideas vinculadas a lo que hoy entendemos como el inexistente Síndrome de Alienación Parental (S.A.P.). Tuvimos una actitud de desconfianza general y prescindencia, que nos posicionó en la práctica del lado del victimario y no de quienes realizaban la denuncia. En aquel momento le otorgamos a H.G.R. permanentemente el beneficio de la duda, lo que en este caso constituyó una posición negligente, de descuido y revictimización. Durante todo el proceso, consentimos mantener vínculo con H.G.R. dentro de la agrupación y coexistir con su presencia.

La forma en que llegó la denuncia a Ademys y los hechos que se sucedieron a partir de la misma, se enmarcaron en un proceso de debate entre diferentes fuerzas políticas, e incluyeron su uso oportunista y maniobras varias de disputa sindical. Lo mencionado de ninguna manera justifica la equivocada posición que por entonces asumimos, pero forma parte del contexto en el que se desarrolló el abordaje de la denuncia. Nosotrxs elegimos hacernos cargo de nuestros errores y no quitarnos la responsabilidad política, personal y ética de los desaciertos que tuvimos.

Hoy, entendemos que no es nuestro rol ni como sindicato ni como militantes, intentar investigar los hechos puntuales de abuso y tampoco ocupar el lugar de jurado. Constituye parte de los errores que asumimos el haber promovido la conformación de una “comisión investigadora”. Nuestro rol no debió haber sido el de jueces, sino que deberíamos haber apoyado la denuncia de la madre protectora y promover la separación del denunciado, no sólo del sindicato sino también de su cargo docente.

Si hoy podemos llegar a una reflexión autocrítica y a una revisión de lo actuado, es gracias al aporte enorme que en los últimos años se ha realizado desde los feminismos y, particularmente, desde todos aquellos espacios que acompañan situaciones de abusos sexuales en las niñeces donde se viene batallando, desde hace décadas, en romper el silenciamiento y cuestionar los mecanismos perversos que rodean dichas situaciones, reconociendo y valorando, sin prejuicios ni juzgamientos, las voces de esxs niñxs, adolescentes, mujeres y disidencias que han atravesado situaciones de violencia machista. En este sentido, nuestro reconocimiento a la agrupación Mundanas, que desde un comienzo acompañó y sostuvo la lucha de la madre denunciante.

Pasados más de 7 años y habiendo transitado un proceso profundo de reflexión, nos vemos en la necesidad política, ética y moral de exponer públicamente lo que pensamos y sentimos con respecto a nuestra actuación en este caso. Sabiendo que de ninguna manera es suficiente en términos reparatorios, sabiendo que por acción u omisión hemos producido daño, esperamos humildemente que estas palabras sean leídas como una expresión de reconocimiento por el valor y la fuerza de esa niña y su madre, por el aprendizaje que nos deja su lucha y la de otras/es tantas compañeras/es, como así también el reconocimiento del poder interpelativo que tiene el feminismo para construirnos colectivamente en mejores militantes y organizaciones.

Por ello, no sólo nos ponemos a disposición de lo que hoy pudieran necesitar, sino que entendemos que como organizaciones políticas y sindicales debemos en adelante poner estas estructuras a disposición para acompañar, ayudar y sostener a las compañeras en situaciones tan difíciles como estas.

 

Mariano Garrido (vocal CD de Ademys mandato 2010-2013 como parte de Lista de Maestrxs y Profesorxs; actualmente militante del Colectivo Haroldo Conti y Venceremos – Partido de Trabajadorxs)

Marisabel Grau (Secretaria de Prensa de Ademys mandato 2013-2016 como parte de Lista de Maestrxs y Profesorxs; actualmente militante del Colectivo Haroldo Conti y Venceremos – Partido de Trabajadorxs)

Hernán Boeykens Larrain (Vocal del CD de Ademys 2010-2013 y Secretario de Asuntos Administrativos del CD de Ademys en el período 2013-16, actualmente militante del Colectivo Haroldo Conti)

José Guzmán (Vocal del CD de Ademys mandato 2019-2022, actualmente militante del Colectivo Haroldo Conti y Venceremos – Partido de Trabajadorxs)

 

 

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