El aparato judicial y político intenta aleccionar al movimiento estudiantil judicializando la protesta. De manera escandalosa, se pretende enjuiciar a 27 estudiantes por la legítima protesta de 2018 que incluyó la toma del “Pabellón Argentina”, parte de la Universidad Nacional de Córdoba. Toda nuestra solidaridad con lxs compañerxs. Rechacemos esta persecución y exijamos la absolución de lxs estudiantes enjuiciadxs por luchar.

 

Este jueves 13 de mayo habrá una nueva convocatoria contra la criminalización de la protesta. Nuevamente diversas organizaciones estaremos en las calles. En este escenario, cobra relevancia la elevación a juicio de 27 estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba, que pretenden ser juzgados por luchar en defensa de la educación pública y realizar acciones de protesta en el marco de ese reclamo. El juez federal Miguel Vaca Narvaja ha confirmado recientemente esta decisión y aunque no se ha fijado aún la fecha de juicio, todo indica que será en los próximos meses. “Es sumamente grave que el poder judicial de la nación quiera pasar por encima de la autonomía universitaria, y más que lo haga con el objetivo de criminalizar una masiva lucha estudiantil, como fue la de 2018”, señaló nuestro compañero Carlos “Vasco” Orzaocoa, abogado defensor en esta causa.

La Justicia Federal que dilata las sentencias a los genocidas de la última dictadura cívico militar y protege a los femicidas, avanza en este caso sin problemas con un proceso judicial contra la protesta estudiantil. Esto no hace más que ratificar el carácter de clase y profundamente reaccionario de esta causa y su intención política de amedrantar al movimiento estudiantil y sus luchas.

Las reivindicaciones del movimiento estudiantil de 2018 continúan vigentes. Los reclamos no fueron resueltos y el ajuste sobre la educación pública continúa y se profundiza. En aquel momento, se puso en pie una gran rebelión educativa que abordó el reclamo salarial docente, a lo que se sumó el conjunto de demandas estudiantiles como el aumento de presupuesto y el rechazo al acuerdo con el FMI, por condiciones dignas de cursada, becas para todos los estudiantes que las necesiten, por políticas de género, contra el recorte en el alcance de los títulos, entre otras.

En ese entonces, se impulsó la toma de más de 50 facultades en todo el país, en una histórica lucha, con marchas multitudinarias y asambleas de miles de estudiantes, investigadorxs, docentes y no docentes. La respuesta del gobierno, en aquel entonces Macri como presidente y Finocchiaro como Ministro de Educación, fue el inicio de la judicialización de 27 estudiantes por la toma del Pabellón Argentina, parte de las instalaciones de la UNC. El instrumento de esta causa fue no solo el poder judicial, sino que se llevó adelante con la complicidad del rector Hugo Juri y el vicerrector Ramón Yanzi, que fueron quienes entregaron los nombres de los estudiantes y hasta el día de hoy están ocupando sus puestos. Con el actual gobierno de Fernández, esta causa no se revirtió sino que avanzó y nos encuentra ahora a las puertas del juicio.

Nosotrxs reivindicamos esa lucha y mantenemos en alto los reclamos que le dieron impulso. Hoy, en medio de la pandemia, la presencialidad de la educación es objeto de tironeo por parte de los partidos del sistema, que más allá de sus disputas electoralistas concuerdan en concebirla como un apéndice del aparato productivo en el que se privilegian las tareas de cuidado por sobre lo estrictamente educativo para los sectores populares. Quienes dicen preocuparse por “los días perdidos de clases” son lxs mismxs que la desfinancian, y que persiguen a quienes la defendemos.

Es necesario luchar contra la judicialización de la protesta a la par que levantar el pliego de un mayor presupuesto, seguir peleando por comedores estudiantiles y universitarios, combatir la deserción estudiantil, exigir equipos informáticos, conectividad y becas para quienes lo necesiten, y por todas las demandas del movimiento estudiantil y universitario.

Es preciso que las conducciones de las organizaciones gremiales y estudiantiles se pongan a la cabeza de esta pelea y convoquen a asambleas para organizarnos. Por el contrario a esta necesidad, agrupaciones como Franja Morada mantienen un completo silencio, y así sostienen a la gestión.

Participemos de las movilizaciones para defender a lxs 27 compañerxs estudiantes y exijamos su absolución.

¡Por una nueva rebelión educativa!

¡Luchar no es delito!

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí