Un paneo por la historia del país-continente del norte. Pasado, presente e incidencia de la potencia imperialista. Cambios y continuidades en el ejercicio de la dominación yanqui, y la necesidad de la lucha por el socialismo aquí y allá.
Después de la Guerra Civil de 1861 – 1865, Estados Unidos, que gracias a su expansionismo contó con un territorio continente privilegiado por la variedad de climas y recursos entre los dos grandes Océanos y después de haber aniquilado totalmente a su población indígena, se unificó en un proyecto industrialista y burgués para convertirse en gran potencia. Su intervención en la Primera Guerra Mundial le permitió sustituir a Inglaterra que durante todo el siglo XlX había sido la primera potencia colonialista. En tiempos del capitalismo imperialista, Estados Unidos se convirtió en la economía hegemónica que se consolidó ampliamente a partir de 1945, luego de la Segunda Guerra Mundial. El 22 de julio de 1944, la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas, reunida en Bretton Woods, aprobó la adopción del dólar como moneda global. El dólar era convertible legalmente en oro a razón de 35 dólares la onza. El intenso flujo comercial internacional y la convertibilidad fueron dejando sin oro las reservas estadounidenses lo que motivó que en 1971 el presidente Richard Nixon rompiera con la conversión del dólar en oro. A partir de allí el dólar se sostuvo únicamente con la confianza en el poderío de Estados Unidos. Al tesoro norteamericano, el billete de 100 dólares le cuesta sólo las monedas del costo del papel mientras que al resto de países les cuesta muchas mercaderías para conseguir esos 100 dólares.
EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL (FMI) fue creado en 1945 para forzar la integración a la economía mundial, y por lo tanto bajo la hegemonía estadounidense, de muchos países que durante las décadas del 50 y del 60 tenían proyectos de desarrollo con cierta autonomía. Muchos de ellos, habían formado el Movimiento de países No Alineados y se aproximaron a la órbita de la unión Soviética. Estados Unidos usó el FMI y el Banco Mundial para contrarrestar esa política. En esa época, en nuestra región se forma el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca; 1947) y la OEA (Organización de Estados Americanos; 1948) bajo dirección de Estados Unidos.
Actualmente el FMI juega igual papel al facilitar los movimientos de crédito que, tomados al 0% en los países centrales, se ven favorecidos con hasta el 17% en Argentina, consolidando así el sistema de dominación.
LAS GUERRAS MUNDIALES aceleraron el desarrollo de las tecnologías que, incorporadas a los sistemas productivos y comunicacionales, produjeron verdaderos saltos en la productividad. De allí una verdadera avalancha de sobreproducción que no encontró demanda solvente. Y la consecuencia fue la baja en la tasa de beneficio empresarial. A partir de 1970 el capitalismo vive una profunda crisis de rentabilidad. Cuando la rentabilidad cae la inversión en los medios de producción y en el trabajo se contraen, lo que lleva al desempleo, pérdida de ingresos y caída de la demanda. Aquí surgen las políticas neoliberales para aplastar el poder sindical de los trabajadores y localizar en gran medida las fases más simples y de ensamblaje de la industria en países con más mano de obra barata. Pese a estas medidas no se ha podido restablecer el nivel de rentabilidad para el capital productivo. Entre 20 y 25 billones de dólares fueron inyectados desde Estados Unidos, la Unión Europea y Japón en la Banca y las grandes empresas en este 2020 que no han sido derivados a los centros productivos sino a los instrumentos financieros (bonos, valores, compras a futuro, deudas soberanas) porque los capitalistas así tienen mayor rentabilidad y seguridad. Pero este capitalismo financiero que crece y crece desde 1970, después de varias burbujas y crisis, colapsó en 2007/2008 con la quiebra de la banca Lehman Brothers en Estados Unidos. Hoy la Deuda Global va próxima a ser cuatro veces mayor que el Producto Mundial. Y esta crisis que es global explica el desequilibrio interno de Estados Unidos que se expresa en todos sus estamentos estatales, económicos y financieros. Y fundamentalmente en el pueblo de Estados Unidos: en estos últimos meses se dio el movimiento de protesta social más grande en toda la historia de EEUU. Expresión combativa de sectores sindicales de docentes, trabajadores de la salud, metalúrgicxs, músicxs, de comida rápida. De ayuda mutua ante el desempleo. De solidaridad a favor de lxs migrantes y contra la discriminación racial. Con el crecimiento de un movimiento que se autoproclama socialista y de defensa de la naturaleza.
CON BIDEN PRESIDENTE se promoverá un multilateralismo con centro de poder en EEUU. Los demócratas representan los intereses de las poderosas empresas informáticas y el sector financiero. Los demócratas mostraron en las sucesivas administraciones fuertes fauces guerreristas dada su estrecha vinculación con el Complejo Militar que representa un tercio de toda la economía. Su hegemonismo se mantendrá mientras el dólar continúe siendo la moneda global. Por esto su multilateralismo no puede ampliarse porque le exigirían modificaciones en el Sistema Monetario internacional con pérdida del predominio dólar. El nuevo gobierno apostará a fortalecer militarmente la OTAN y en materia económica el FMI y el Banco Mundial.
El declive norteamericano de primera potencia no será reemplazado por un nuevo titular llámese China, Rusia u otro. Nos negamos a seguir teniendo Collar. La ley del Valor capitalista está siendo cuestionada. La desocupación se ha convertido en elemento crónico estructural. Y esto no se puede superar dentro del sistema. No se puede superar mientras existan la propiedad privada y la ganancia. Debemos emancipar el trabajo, la ciencia, la cultura. Y esta dialéctica nos permite pensar que puede haber una sociedad sin capitalismo y sin Estado. O sea una sociedad sin clases.
Pero como decía el Che “Para construir el comunismo simultáneamente con la base material hay que hacer el Hombre Nuevo”, es decir la humanidad nueva… “la sociedad en su conjunto debe convertirse en una gigantesca escuela.”
Desde Córdoba. 23/12/2020. Carlos Vasco Orzaocoa
