Colombia
El domingo 18 de octubre, un día antes de lo previsto, la Minga llegó a Bogotá. Luego de infructuosos diálogos con representantes del gobierno nacional, y del desplante realizado por el presidente Iván Duque quien se negó a reunirse con la Minga en Cali el pasado 12 de octubre, la Minga cumplió su palabra de que “si el presidente no viene a la Minga, la Minga irá al presidente”. Cerca de 8.000 integrantes de la minga, conformada por comunidades indígenas pero también por otras organizaciones comunitarias, arribaron a Bogotá.
El recibimiento de una parte importante de la población de la capital muestra el proceso de reconstrucción del movimiento popular colombiano. La muralla de paracos con la que Uribe blindó las ciudades se resquebraja. Y la Minga se suma al paro cívico del próximo miércoles 21. Diversas expresiones políticas y sectoriales también se van sumando a esta nueva fase de lucha contra un gobierno ineficiente, corrupto, y que expresa la continuidad de la política del estado colombiano de criminalizar y tratar bélicamente el conflicto social. Con una Doctrina de la Seguridad Nacional en plena vigencia, con una formación de las fuerzas armadas y represivas explícitamente contrainsurgente, cualquier reclamo, cualquier organización popular, es considerada en los dichos y en los hechos como un enemigo interno al que aniquilar. El delfín de Uribe, osó afirmar que no concurrió a la reunión con la Minga porque temía por su vida.
La violación sistemática a los derechos humanos por parte del Estado colombiano, no provoca ninguna condena eficaz de parte de los representantes del poder político, diplomático, mediático en el mundo. La alianza estratégica de los sectores dominantes con el imperialismo yanqui garantiza esa impunidad que caracteriza a los regímenes genocidas. Resulta imposible escribir una declaración sobre Colombia sin que las cifras luctuosas de asesinados y asesinadas no quede desactualizada. El informe de Indepaz con corte de registro el 10 de octubre da cuenta de durante el 2020 han sido asesinadas 267 personas en 67 masacres. Fueron 231 las lideresas y líderes sociales y defensores de los derechos humanos asesinados en lo que va del presente año. La cantidad de ex combatientes en proceso de reincorporación también crece a diario, alcanzando el total de 234 asesinadxs desde la firma de los Acuerdos de La Habana.
A esto hay que sumarle la miseria, recrudecida por la pandemia, que los empresarios y terratenientes colombianos imponen a las mayorías del país. La precariedad de la vida en todas sus dimensiones es la contracara necesaria de una sociedad que mercantiliza y privatiza servicios esenciales. Los desplazamientos son la contracara de los grandes proyectos extractivistas que arrasan con los ríos, con la selva, con los territorios.
Las exigencias de la Minga trascienden lo estrictamente corporativo; el gobierno denuncia que el reclamo es “político” y no “reivindicativo” y lo desoye. Sin embargo, ya desde septiembre el pueblo volvió a salir a las calles para expresarse en contra de tanta injusticia. El programa de puntos que levanta la Minga, empalma sin duda con el programa que el heterogéneo y diverso movimiento popular del hermano país viene construyendo, como única respuesta de vida frente a la catástrofe de muerte que ofrece el poder constituido:
•  Vida y deber de garantía desde el Estado.
•  Respeto al territorio y a sus pobladores, acorde con derechos diferenciales y colectivos.
•  Democracia, como base del Estado social de derecho.
•  Cumplimiento e implementación del acuerdo de paz realizado con las FARC y avance hacia una paz completa, continuando los diálogos con el ELN.
•  Acceso a los derechos fundamentales, sociales, políticos y culturales.
Desde Argentina, enviamos nuestro abrazo solidario a la Minga y en general al movimiento popular colombiano que estará nuevamente en las calles para reclamar lo que es suyo. Como en Chile, como en Bolivia, y como en Argentina, somos los pueblos en lucha la única esperanza de los cambios de fondos que urgen.
Venceremos – Partido de Trabajadorxs
18 de octubre de 2020

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