La toma de tierras en los últimos meses en diferentes provincias, ha evidenciado nuevamente la desigualdad estructural en el acceso a la tierra y la vivienda, producto de la especulación inmobiliaria basada en la lógica de propiedad que propone el capitalismo. En particular, la toma de Guernica se ha constituido en un exponente de esta problemática, donde más de 2000 familias luchan por un pedazo de tierra para vivir. A la vez, Guernica es un ejemplo de lucha de lo que el pueblo organizado puede lograr por acceder a una mejor vida, frente a lxs dueñxs de todo, que no quieren ceder nada, y un Estado que ampara los privilegios de una minoría, y defiende los megaproyectos de barrios cerrados y countries.

Para tener un panorama más general de la situación, entrevistamos a Juan Pablo Venturini, Licenciado en Geografía por la UBA, miembro del Grupo de Estudios de Geografía Urbana (GEGU) y de la Comisión de Urbanismo de la recuperación de tierras de Guernica.

Venceremos-Partido de Trabajadorxs: ¿cómo es la situación de ocupaciones de tierras a nivel nacional?

Juan Pablo Venturini: La cuestión de la llamada toma de tierras y en general el tema de la informalidad urbana no es para nada nuevo. Lo que está pasando es que el contexto de crisis económica desatada por la pandemia la está exacerbando profundamente, porque deja al descubierto las falencias en vivienda y hábitat. Para tener algunos datos actuales, por ejemplo el registro nacional de barrios populares que se hizo en el 2018, arrojo que en el total del país hay 4200 barrios populares. Esto incluye villas, asentamientos y otras situaciones de informalidad, que en su mayoría son tejidos urbanos que iniciaron como tomas de terrenos. La región más problemática es la región metropolitana de Buenos Aires, pero también es un problema muy grave en las principales ciudades del país como Rosario, Córdoba, Mendoza y también otras como Resistencia, Corrientes y Tucumán.

En la Región de Metropolitana de Buenos Aires, como decía, no es una cuestión nueva, es un proceso que inicio a principios de los años 80 con las políticas expulsivas de población iniciada por la dictadura militar, que como sabemos, consistió en la erradicación de villas de la ciudad de Buenos Aires. Esto y la normativa urbana restrictiva que limitó los tradicionales loteos populares en la provincia, hizo que en los municipios del área metropolitana empezaran a proliferar las tomas y las ocupaciones de terrenos. Para tener algunos datos de ese fenómeno, colegas del Instituto de Geografía de la Universidad de Buenos Aires investigaron que entre el 2001 y el 2015 en el Área Metropolitana de Buenos Aires se registraron más de 300 tomas de terrenos, que después se fueron consolidando como barrios informales. En esas tomas nuevas se estima una población de más de 400.000 habitantes, siendo que una de cada 25 tomas puede sobrevivir a los desalojos. Lo que hay que marcar también, es que éste fenómeno pone de relieve la forma desigual, fragmentada y polarizada socialmente en la cual se está expandiendo la ciudad.

Como veíamos con los datos que recién mencionaba, la urbanización informal es una de las principales formas de expansión de la ciudad en los últimos años, lo que se contrapone con la urbanización de barrios cerrados que incluye clubes de campo (country clubs), barrios cerrados, clubes náuticos, condominios, etc. En la actualidad hay unas 600 urbanizaciones cerradas en toda el área metropolitana, que ocupan unas 45.000 hectáreas de superficie aproximadamente. Y un dato muy significativo es que esa superficie, que ocupa 2,5 veces la superficie total de la ciudad de Buenos Aires, tiene apenas unos 300.000 habitantes. Para hacer un recorte temporal desde el año 2000 al 2020, hubo unas 184 urbanizaciones cerradas nuevas, que ocupan unas 15.000 hectáreas. Lo que refleja que un fenómeno se va correlacionando con el otro, el de la urbanización informal por un lado y el de la urbanización de alto estatus o de elite por otro. Un dato que hay que destacar para ver la desigualdad del fenómeno, estamos hablando de más población involucrada en urbanización informal que en urbanizaciones cerradas mientras que estas últimas son las que ocupan mucho más superficie.

En lo que va del año el gobierno ya venía calculando unos 140 intentos de tomas de terrenos en la provincia de Buenos Aires. Así como está pasando ahora en Guernica, se dieron también procesos de conflicto en torno a la tierra en La Plata, en La Matanza y en San Fernando por ejemplo.

V-PT: ¿qué características adopta la toma de Guernica?

JPV: El conflicto en Guernica está evidenciando todas estas problemáticas exacerbadas por el contexto de crisis económica. Es un conflicto que está expresando por un lado la falta de acceso a la tierra y la vivienda para las mayorías trabajadoras, y por otro la contradicción entre dos modelos de ciudad totalmente opuestos. Por un lado la urbanización popular y por otro lado la expansión urbana de los capitales inmobiliarios mediante las urbanizaciones cerradas. El conflicto es en torno a unas 98 hectáreas en total, que básicamente se pueden dividir en dos situaciones. Hay unas 40 hectáreas que son reclamadas por algunos pocos propietarios, que son terrenos baldíos, que están vacíos hace décadas, que no están alambrados, no tienen ningún uso. El resto, unas 60 hectáreas pertenecen a una parcela, lo que sería una fracción rural que es propiedad de una firma inmobiliaria que se llama El Bellaco S.A. que tiene planeada la construcción de un complejo de barrios cerrados sobre esas hectáreas. El predio total involucrado en el complejo son unas 360 hectáreas, de las cuales unas 60 son las que están ocupadas actualmente por las familias. Lo que hay que destacar acá es que ni la firma El Bellaco S.A. ni los otros supuestos propietarios pudieron comprobar la propiedad de los terrenos con escritura. La situación legal de tenencia o dominio es muy endeble por su parte, lo cual tira por la borda todos los discursos en torno a la defensa de la propiedad privada y demás, cuando en realidad no pudieron demostrarla fehacientemente y son terrenos que están en un estado de abandono total. Se trata de una propiedad privada especulativa la que están desarrollando sobre esos terrenos. Además, hay que remarcar que la causa por usurpación fue montada de manera engañosa, se mintió, se dijo que las familias habían roto un supuesto alambrado que no había, también se basaron en una supuesta venta de terrenos por parte de algunos ocupantes para hacer la denuncia, fue montada muy engañosamente y no tendría que estar en el ámbito penal. Si bien los términos legales no es mi campo, entiendo que debería tratarse como un conflicto por posesión en el ámbito de civil y no como un delito de usurpación en el ámbito penal. A mí me toco recorrer la toma varias veces, estuvimos participando de distintas actividades y lo que pudimos ver, es que en su mayoría se trata de familias que no han podido seguir pagando un alquiler por la pérdida de ingresos, por la falta de trabajo. En otros casos, son familias que escapan de situaciones de hacinamiento, que en contexto de pandemia se hace intolerable, hay también mujeres solas con sus hijos que están escapando de situaciones de violencia de género.

El número de familias que siempre se manejo es de 2500 aproximadamente. El censo que realizo la provincia, en el cual hicimos el control junto con las organizaciones sociales terminó arrojando 1900 familias. Eso tiene el problema que el censo se realizo el viernes y sábado, por lo cual mucha gente se encontraba trabajando y no pudo estar en el lote, y también que hubo un subregistro. Hay familias que expresaron que no fueron censadas, pero en definitiva el rastrillaje  fue bastante amplio, la cobertura del censo, el acompañamiento que se hizo fue dentro de todo positivo y arrojo la presencia de entre 2000 y 2500 familias

V-PT: ¿Qué nivel de organización existe y que rol cumplen las organizaciones sociales?

JPV: fue creciendo a lo largo de los más de 2 meses que lleva la toma y alcanzó un nivel importantísimo, muy destacable y conmovedor. En primer lugar, hay que destacar que la toma empezó en forma espontánea. Para desmentir lo que se dijo en algún momento desde el gobierno, de que había sectores o partidos políticos que habían impulsado la toma. Eso no es así, la toma empezó de forma espontánea. Se empezó a correr la bola. Por el boca en boca, que las familias se van enterando. Que hay un proceso de toma y que hay una posibilidad de obtener un terreno, y entonces se van sumando progresivamente. Y en ese proceso se fueron sumando las organizaciones sociales para ir acompañando, para todo lo que es el asentamiento ahí. Y para cómo se manejan las familias para ir pasando los días en la toma. A su vez, la toma se va organizando por manzana y con delegados y delegadas por manzana y por barrios. Todo el conjunto de terrenos donde se está dando el conflicto está dividido en 4 barrios. Que son “La lucha”, “La Unión”, “20 de julio” y “San Martín”. Cada uno de estos 4 sectores tiene un esquema de delegados y delegadas, y a su vez, hacia abajo de toda esa estructura por manzana. O sea, hay todo una estructura de delegados y delegadas por manzana y por barrio, que funciona por mandato de las familias. Eso con la ayuda y participación de las organizaciones sociales. Después, en cuanto a lo que es la organización, hay que destacar que de a poco nos fuimos sumando también de lo que sería el sector académico o universitario. En mi caso desde la carrera de geografía. Nos sumamos geógrafos profesionales y estudiantes de la carrera de geografía de UBA. Y también un laburo impresionante de gente de FADU. De algunas cátedras libres de la Carrera de Arquitectura que también se sumaron. Y bueno, con las organizaciones y a través de los delegados y delegadas se empezó a hacer distintos laburos. Hicimos laburos de relevamiento en campo. Con el cual se llegó a una propuesta de plano y de proyecto de urbanización para el barrio, que se presentó ante el gobierno y la justicia y que estamos difundiendo para juntar apoyo y adhesión, y que se puede considerar como solución concreta al conflicto. Que eso también después se los paso. Lo estamos tratando de difundir lo más posible hasta el día de hoy. También hicimos aportes desde la cuestión legal, para ver en qué instrumento se puede basar la propuesta de urbanización. Y también hicimos un despliegue junto con las organizaciones para hacer el acompañamiento y control del censo que hizo la provincia en los días 18 y 19 de septiembre. Así que desde ese lado, también intentamos de aportar conocimiento en esa actividad. Sobre este tema cabe destacar que es muy triste la posición del gobierno en los últimos días, que se dedicó a deslegitimar, a decir mentiras entorno a las organizaciones sociales. De que las organizaciones sociales están entorpeciendo el rol del Estado. Eso no es para nada así. El rol del gobierno viene siendo muy contradictorio. En algún momento se abrió una mesa de negociación, de diálogo, pero nunca se aportaron de su lado soluciones concretas. Y ahora hubo toda una tergiversación de lo que fue pasando, para deslegitimar el rol de las organizaciones sociales, y lo que quieren es quebrar esa gran organización que hay. Están buscando acercarse a las familias una por una, en función de los datos que relevaron con el censo. Y a partir de ahí lograr que las familias vayan abandonando el predio, sin brindar una solución concreta, sin brindar una solución estructural, colectiva. Y apenas ofreciéndoles promesas individuales a las familias, y algún que otro subsidio que es totalmente insuficiente. Que lo que pretende es quebrar todo ese esquema de organización y todas las propuestas concretas que se lograron hacer desde esa organización.

V-PT: ¿cómo es la problemática habitacional en el país y cómo es la propiedad de la tierra en Argentina?, ¿qué medidas podrían tomarse para revertir esta desigualdad?

JPV: La problemática del hábitat y la vivienda es muy profunda a nivel nacional. Es una cuestión estructural que no para de agravarse con el correr de los años. Más allá de algunas iniciativas en algún momento como por ejemplo el plan PROCREAR, o los planes federales de vivienda, no pudieron torcer esa tendencia estructural a una cada vez mayor exclusión del mercado de suelos y de vivienda. Siempre se dice que el suelo es un bien escaso, el suelo urbano en buenas condiciones para ser habitado y con buenas condiciones de accesibilidad a los diferentes servicios y equipamientos urbanos. Se dice que es un bien escaso y por lo tanto es caro. Sumado a la mayor precarización laboral y precariedad de ingresos torna cada vez más difícil el ingreso formal al suelo y la vivienda. Y las políticas públicas en ese aspecto son en general insuficientes, y en el mejor de los casos llegan tarde, en forma paliativa, pero no logran cambiar esas tendencias estructurales.

La cuestión de la propiedad es todo un tema. De hecho el caso de Guernica lo ilustra. Lo arraigada que está en el país la concepción individualista. Los abogados dicen una concepción civilista, e individual de la propiedad privada, y eso es un gran, gran escollo. Incluso cuando la propiedad no puede ser correctamente comprobada como en este caso. Por ejemplo, hace años se viene hablando, en Brasil, en Colombia, en otros países, y también en algunas leyes en Argentina, sobre la función social de la propiedad. Pero cuando llega la hora de actuar en ese sentido, los obstáculos son siempre enormes.

En cuanto a las medidas que se pueden tomar, destacar que ya existe legislación que contempla algunas posibilidades de actuación. Por ejemplo la ley que más hemos hecho referencia en el caso de Guernica y que de hecho es la base de la propuesta de urbanización que se planteó es la ley 14.449 del acceso justo al hábitat. Una ley provincial que ya se reglamentó en el año 2013, pero bueno, después nunca se le destinó presupuesto. Y cuando llega la hora de chocarse con los intereses del gran capital inmobiliario la ley queda totalmente inocua y termina sin cumplirse. Primando el derecho a la propiedad privada individual, civilista, patrimonialista, que es una cuestión importante para caracterizar la propiedad privada en Argentina. Y que obstaculiza que el suelo ocioso o vacante se ponga en producción y se comercialice porque quizás los propietarios prefieren tenerlo vacante a la espera de una valorización en conductas especulativas. Hay legislación que podría combatir eso pero en los hechos no termina siendo efectiva.

En definitiva creo que este proceso en Guernica muestra como todo esto se cruza, hace eclosión. También pensando en alternativas, como te decía, todo el proceso de urbanización desde abajo con los delegados, con las familias, con las organizaciones sociales, con el apoyo del sector académico universitario se ha evidenciado una potencia urbanística, una capacidad de trabajo, un montón de conocimiento puesto al servicio de una necesidad social clara. Se ha mostrado la posibilidad de un modelo alternativo gestión del proceso de urbanización. Eso es lo que también termina siendo negado en este caso, si finalmente se hace el desalojo. Por lo cual ahí hay toda una alternativa de modelo de ciudad y de urbanización que esperemos seguir con la lucha llevándolo a mejor puerto y que sea una real alternativa.

(Al momento de realizar esta entrevista el jueves 1, se logró mediante la lucha posponer el plazo de desalojo)

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La necesidad de alcanzar el acceso a una vivienda digna para todes, la posibilidad de contar con un pedazo de tierra para vivir, como derecho legítimo de todo ser humano, encuentra sus límites en este marco de organización social capitalista, que mantiene la acumulación de propiedades en manos de algunxs pocxs, y que hace de la tierra un negocio. Aunque existan leyes que amparen una salida a algunas situaciones, sólo la lucha y el pueblo organizado podrán conquistar lo que les corresponde. Y la posibilidad de vivir dignamente, sólo en otro modelo de sociedad, donde la igualdad sea de verdad en la tierra, y no tiene otro nombre que socialismo.

 

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