Fuego - Ruta - Venceremos

Los días 19, 20 y 26 de septiembre de 2020 se desarrolló el III° Congreso de Venceremos – Partido de Trabajadorxs. El congreso partidario contó con la participación de decenas de compañerxs de nuestra organización que militan en AMBA, Mar del Plata, Rosario, Jujuy, Córdoba, Mendoza y Neuquén. Enriquecieron el debate destacadxs activistas del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL); militantes sindicales que intervienen en el sector privado; delegadxs que construyen Juntas Internas antiburocráticas de ATE, como Promoción Social y Trabajo; docentes que forman parte de la dirección del SUTE mendocino y de Ademys en CABA, y otrxs que luchan por la recuperación de ATEN, de UEPC y diversas seccionales de SUTEBA; militantes del frente antirrepresivo y de DD.HH.;  compañeras que militan en espacios feministas, como la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres y la Campaña Nacional Por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito; militantes culturales que sostienen Casas de Trabajadorxs; jóvenes trabajadorxs y estudiantes, entre otrxs. Los debates estratégicos y las principales líneas de acción para un período signado por la crisis del capitalismo y las luchas que se abren fueron protagonistas de estas jornadas. Un partido que se consolida y apuesta a nutrirse de la experiencia de nuestra clase; una rebelión que muestra el camino en Nuestra América.

Un congreso de análisis y debates para la acción

Nuestro congreso sesionó  bajo el lema “Por la rebelión de los pueblos de Nuestra América” y con la presidencia honoraria de Antonio del Carmen “El Negrito” Fernández, reconocido militante obrero y político del PRT-ERP, y del revolucionario chileno Miguel Enríquez, militante del MIR chileno; ambos caídos en combate bajo balas de la represión, de éste y aquel lado de la cordillera, respectivamente, en 1974.

En cuanto a nuestra caracterización de la etapa y partiendo del plano internacional, en el congreso fueron expuestos análisis que señalan la profundidad de la crisis capitalista en curso, abierta desde 2008 y agravada de manera exponencial por la pandemia. Analizamos cómo la presión del capital sobre la clase trabajadora y sus condiciones de vida y trabajo se incrementará, valiéndose de una masa de trabajadorxs cada vez más numerosa que se ve arrojada a la desocupación y la precarización. Fue señalada también la avanzada extractivista en nuestra región, cuya profundización en los distintos escenarios posteriores al aislamiento ya está en curso con el argumento de generar una reactivación económica. La disputa imperialista entre China y EE.UU. forma parte sustancial de este período, y muestra cada vez mayores niveles de agresividad, teniendo como escenario una buena parte de nuestro continente. La rebelión popular en Estados Unidos contra un estado absolutamente racista es de una trascendencia histórica inédita preanunciadora de graves situaciones de conflicto civil.

Un desafío para la clase trabajadora será superar las variantes reaccionarias que responderán a esta crisis con modelos xenófobos y desde un nacionalismo de derecha, pero también las alternativas “progresistas” que tratarán de ofrecer una supuesta variante neokeynesiana impracticable y que no podría resolver los problemas de fondo de nuestra clase, ligados estructuralmente al propio desarrollo del capitalismo: la exclusión y desocupación, la falta de vivienda y de tierras, la depredación acelerada sobre los bienes comunes, la precarización del trabajo y la vida.

Tanto a nivel mundial, como particularmente en nuestra región, sacudida por la mayor desigualdad social del planeta y epicentro actual de la pandemia, se despliegan intensas luchas de calles, atenuadas por el desarrollo del virus del covid-19, pero presentes en distintas zonas de toda Nuestra América. Contrariamente a análisis estáticos e impresionistas que atribuían una “estabilidad” que resultó efímera en nuestro hemisferio, sacudido por las protestas y con episodios como el golpe de estado en Bolivia, las luchas en curso tenderán a profundizarse al calor de la crisis. Será una tarea primordial de nuestros pueblos dar impulso a esas peleas desde un horizonte feminista, antirracista y clasista.

En el plano nacional, señalamos cómo el gobierno peronista del Frente de Todos administra esta crisis mostrando en los hechos la contradicción existente entre los intereses objetivos de la base popular en que se sustenta su coalición, y los intereses de clase burguesa que representa en la práctica. Un gobierno que aún votado por gran cantidad de trabajadorxs, ha dejado sólo en el plano de los anuncios medidas que implicaban paliativos para los sectores populares o las ha aplicado de manera exigua e insuficiente. Así, de la “expropiación” de Vicentín, pasó a la represión a lxs trabajadorxs de Algodonera Avellaneda. Aplica el “rescate” de grandes grupos empresarios mediante subsidios y pago de ATP. Hace la vista gorda con los sectores empresariales que despiden, suspenden y recortan salarios, inclusive a la baja de lo homologado. Retrocedió en días del anuncio de la “nacionalización del sistema de salud”. Criminaliza y reprime las tomas de tierras, como la de Guernica, y a la par negocia de manera vergonzosa con policías amotinados de la bonaerense. Se trata del mismo gobierno que presentó un presupuesto para 2021 donde el gasto social se reduce (vía extinción del IFE) y donde el pago de vencimientos de deuda tiene 4 veces y media más presupuesto (8%) que Vivienda (1,8%) y casi una vez y media el presupuesto de Salud (4,6%). Y donde la jubilación se ha convertido en un mero y miserable subsidio a la vejez.

Pese a la larga cuarentena que va para 7 meses y precisamente por la incapacidad de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales de proteger sanitaria y económicamente a la población, la movilización y organización desde las bases surgió inmediatamente: las ollas populares que recogen la cultura de autodefensa y auto-organización de las masas. Lxs trabajadorxs de la salud que conformaron la primera línea de enfrentamiento a la pandemia y que al padecer las carencias de  políticas privatizadoras del área salieron a exigir  los recursos presupuestarios para el cumplimiento de los protocolos sanitarios. Lxs trabajadorxs de la educación de Capital Federal que frenaron los planes de Trotta y Larreta de implementar la educación presencial. Acompañados, también, por las movilizaciones de AMSAFE y el SUTE de Mendoza, que por estos días encabeza un masivo plan de lucha contra el proyecto de Ley de educación provincial con un importante acompañamiento de las comunidades educativas; por las luchas de lxs trabajadorxs estatales de Chubut y Misiones. Las movilizaciones ambientalistas y contra los poderosos intereses inmobiliarios en Córdoba, ahora multiplicadas por los incendios. Contra la megaminería en Mendoza, contra el fracking y en defensa de las gestiones obreras en Neuquén.  Huelgas de Municipales y del Transporte en todo el país. Ocupaciones de fábricas y medidas de fuerza ante la negativa patronal de implementar los protocolos sanitarios por mayores costos. Lxs trabajadorxs desocupadxs y precarizadxs, el sector más golpeado de nuestra clase, se movilizaron en todo el país.

El gobierno es temeroso ante la apertura de un período de pos pandemia porque se están acumulando fuerzas en la movilización por salud, vivienda, educación, empleo. Estas reivindicaciones que se muestran incompatibles con el capitalismo, deberán enfrentar al estado, su régimen político y su gobierno. En tal sentido, nuestro congreso se pronunció por la total independencia del gobierno peronista, que titubea a la hora de dar respuesta a los reclamos más elementales de lxs de abajo y cede inexorablemente ante las presiones de lxs de arriba. El pueblo trabajador debe imponer sin demora su propia agenda de reivindicaciones y urgencias, levantando en alto la consigna de que “la deuda es con los pueblos, no con los buitres y el FMI”; exigiendo el no pago y promoviendo que esta deuda eterna y la crisis acelerada por el COVID 19 la pague la burguesía que lucró y se fugó con ella.

La crisis mundial capitalista, que se profundiza en nuestra región, agudizó la descomposición de la representación y régimen político argentino de la burguesía. Las dos alianzas que ha construido en los últimos tiempos: Juntos por el Cambio y el Frente de Todos alistan respuestas represivas a las ocupaciones y enfrentar la movilización. La primera, neoliberal extractivista, no contó con una soja a 600 dólares, como fue en el gobierno Kirchnerista, ni se concretó su proyecto de que Vaca Muerta se convirtiera en una segunda Pampa Húmeda. Debió acudir al endeudamiento internacional pero no pudo eludir el default y la quiebra. La otra alianza, hoy gobernante, perpetúa la matriz extractivista y carece de recursos económicos para redistribuir tal como sucedió en las “mejores” etapas del kirchnerismo. Tienen que pagar el primer tramo de la deuda renegociada cuyos nuevos títulos se desbarrancaron. El riesgo país volvió a subir y por lo tanto se encarece el crédito internacional. El capital para inversión productiva elige la renta financiera y hasta las empresas se van del país (Falabella, empresas aéreas, etcétera). La fragmentación, su incapacidad para dar soluciones a los problemas del pueblo y la corrupción generalizada de ambas alianzas, atentan contra la propia posibilidad del gobierno de seguir manteniendo a un pueblo con falsas promesas

Nuestro Congreso, ante la gravísima situación de desocupación, precarización y pandemia ha resuelto presentar ante el conjunto del pueblo una visión estratégica, alternativa a la de la burguesía, de un gobierno de trabajadores con un programa socialista. Llamando a construir poder popular desde las bases de todo el pueblo trabajador, en cada olla popular, en cada asamblea barrial, en las movilizaciones ambientales y feministas, en las fábricas recuperadas y los conflictos salariales; un verdadero poder, el que se construye desde abajo. Es imperioso fortalecer una izquierda revolucionaria que abra un camino socialista a toda la energía de lucha de nuestros pueblos. Impulsaremos con todas nuestras fuerzas para que el pueblo argentino se integre “Por la Rebelión de los Pueblos de Nuestra América” como fue el lema de nuestro Congreso.

Un programa encarado desde el marxismo, un plan político anclado en la clase trabajadora

Nuestro congreso debatió y aprobó líneas de análisis programáticas, plataformas de lucha y un plan político para la acción en esta etapa de luchas, peleas que se intensificarán en nuestro continente y en Argentina. Los documentos aprobados caracterizan desde el marxismo al capitalismo, al imperialismo, al patriarcado y al racismo. Pero además de implicar un método de análisis, promueven ejes de intervención política para enfrentarlos y un programa en pos de su superación.

Una definición asumida en este III° congreso partidario, en la perspectiva de la consolidación de Venceremos, implica la proletarización y nacionalización de nuestra organización, poniendo a nuestro partido a disposición y a nuestrxs militantes activos con la clase trabajadora y sus sectores en lucha. En términos de proletarización, cuestionamos las ideas mecánicas y simplistas; no tenemos una concepción obrerista de la clase trabajadora, pero esto no significa difuminar el sujeto. Debemos desterrar la visión “masculinizada” de la clase, la visión colonial y racista que todavía hace parte de versiones eurocéntricas de la izquierda. En términos de definiciones, reafirmamos nuestro internacionalismo proletario, que tiene en América Latina al guevarismo como su máxima expresión. Caracterizamos a corrientes políticas que plantean alternativas que no son tales y se enmarcan dentro de variantes del sistema capitalista: el reformismo, el populismo (dentro de éste, al peronismo), el autonomismo, y ante ellas damos la disputa ideológica. Señalamos que la lucha contra el machismo es una tarea urgente, e implica bregar activamente por la despatriarcalización en nuestras filas.

Asumimos como perspectiva la unidad de lxs revolucionarixs, rescatamos la historia de nuestro partido y los destacamentos previos que en él confluyeron, retomando la lucha de una generación que en términos organizativos es hija de la rebelión popular de 2001, y que también tiene entre sus miembros a destacados militantes de la generación del 70, algunos de ellxs como parte del PRT-ERP por entonces.

Frente a la necesidad de construir una alternativa política de izquierda que logre encausar las luchas reivindicativas hacia una perspectiva revolucionaria, aportaremos a la construcción de un bloque político que allane experiencias concretas de superación a la fragmentación y al aislamiento político de nuestra corriente y prefigure la construcción de un Frente Político y Social en su carácter embrionario hacia una Fuerza Social Revolucionaria de carácter estratégica.

Como cierre de sus tareas, el III° Congreso de Venceremos – Partido de Trabajadorxs, eligió al Comité Central de la organización que deberá instrumentar las líneas de intervención aprobadas en el próximo período.

Nuestro congreso partidario planteó enormes desafíos que asumimos como revolucionarixs que luchamos por el socialismo y contra toda opresión. Los documentos debatidos y aprobados son un aporte en esa dirección; dependerá de nuestro esfuerzo militante que se hagan praxis y constituyan no sólo un avance ideológico, sino fundamentalmente material y organizativo en el camino de nuestra lucha por la liberación de nuestro pueblo.

Convencidxs de asumir el desafío histórico que nos toca, reafirmamos nuestros principios estratégicos y avanzamos en el plano organizativo; por eso, gritamos fuerte el nombre de nuestro partido, que es a la vez un llamado a la lucha: ¡Venceremos! ¡Con el poder del pueblo y la clase trabajadora!

02-10-2020

1 COMENTARIO

  1. Importante documento. Cual es la forma para combatir al capitalismo? La lucha armada fue derrotada. La electoral representativa tiene techo bajo. La insurreccional está rigurosamente vigilada por funcionarios y punteros. ¿Que hacer? abrazos a lxs compañerxs

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí