Lxs precarizadxs del Hospital Central se organizan: “Agradecemos sus aplausos pero necesitamos condiciones laborales dignas”

Entrevistamos a Uma Daniela Flores, Técnica  en Hemodiálisis. Es una de los muchos compañeros y compañeras en situación de precariedad, bajo la modalidad de contrato de locación desde hace 5 años en el Hospital Central. Forma parte de la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras del Hospital. En esta entrevista nos cuenta la situación que atraviesan.

¿Qué es la Asamblea del Central?

La Asamblea Autoconvocada de Trabajadoras y Trabajadores surge a partir de la necesidad de poder encontrar respuestas ante las precarias condiciones laborales que poseemos como trabajadores de la salud. Está  conformada por prestadores y contratados.

Cuando hacemos referencia a “trabajadorxs precarizadxs” hablamos en términos concretos de trabajadores sin obra social, sin ART, sin licencias por enfermedad ni aguinaldo, con salarios que actualmente no superan los $21.000 de bolsillo.

¿Cuándo empieza este conflicto? ¿Qué respuesta recibieron por parte de las autoridades?

El hecho desencadenante del conflicto son las demoras en el pago de haberes de prestadores y contratados. Estuvimos desde febrero de este año casi dos meses sin percibir nuestros sueldos  y todos los meses nos quedamos sin fecha de facturación y de cobro. Esto genera un estado de incertidumbre  permanente que ya no podemos sostener. Esta situación no es exclusiva del Hospital Central, sino de todos los hospitales y centros sanitarios de la provincia de Mendoza.

Ante este panorama es que los trabajadores de la salud tomamos conciencia del nivel de explotación al que nos encontramos sometidos y sometidas, recrudecido por la inflación, la pérdida del valor adquisitivo, sueldos de miseria y la  imposibilidad de pasar a planta permanente debido a la ley de ingreso en el Estado ya vigente desde hace algunos años que, lejos de traer justicia, solo sirvió como herramienta para que el Estado nos precarizara aún más, habilitando concursos sólo para ciertas profesiones consideradas necesarias por el Estado  y excluyendo muchas otras que hoy nos encontramos en la primera línea frente a la covid-19.

En febrero iniciamos el reclamo administrativo ante las autoridades del Hospital Central, un pedido formal e individual de pase a planta permanente efectiva y sin concurso, atento a la gran cantidad de años que llevamos trabajando en estas condiciones y a que la idoneidad la venimos demostrando desde hace años en nuestros puestos laborales.

Así, ante la falta de respuesta por parte de las autoridades del Hospital Central y el silencio del Ministerio de salud de la Provincia de Mendoza, empezamos a desarrollar actividades tendientes a visibilizar las condiciones laborales deplorables en la que nos encontramos más de 400 trabajadores en el Hospital Central y cerca de 2.300 trabajadores y trabajadoras a nivel provincial.

¿Cuáles son sus reclamos?

Pase a planta permanente efectiva sin concurso  de prestadores y contratados de la  salud. Exigimos  al gobierno provincial una ART y una obra social para todos los trabajadores, extensiva a sus respectivos grupos familiares. Repudiamos la obra social por 4 meses como se ha dispuesto desde el ejecutivo provincial.

Queremos sueldo digno para todos los trabajadores de la salud. En especial para enfermeros y técnicos asistenciales en salud, que son quienes cobran entre un 50% y un 70% menos que el personal de planta permanente, incluso realizando las mismas tareas y por la misma cantidad de horas.

Exigimos respeto y trato digno para las y los trabajadores de la salud.  Repudiamos cualquier forma de violencia laboral sobre nuestros compañeros y compañeras.

¿Cómo pensás que será la situación en el corto plazo?

Creo que los siguientes días se vienen complicados para los trabajadores en general pero sobre todo para las y los trabajadores de la salud precarizados que estamos sin ningún tipo de respaldo legal para poder trabajar con mayor seguridad en esta pandemia.

El gobierno provincial se ha preocupado de habilitar camas, algunos respiradores y bombas de infusión, pero se olvidó que esos equipos no se manejan solos. No invirtió en lo primordial para poder enfrentar esta pandemia: el recurso humano.

Semana a semana nos enteramos la renuncia de algunos compañeros; abandonan esta institución en busca de mejores condiciones laborales con el único de fin de poder garantizar el sustento económico de su familia y alcanzar la tan anhelada estabilidad laboral que nos merecemos.

¿Qué le dirías a los lectores y lectoras de esta entrevista?

Les diría que se cuiden. Respeten el distanciamiento social. Usen tapabocas diariamente para resguardar su salud y la de sus seres queridos. Ayúdennos  a evitar el colapso del sistema de salud.

Y para terminar les pediría que apoyen y se solidaricen con nuestra lucha,  ayuden a visibilizar nuestras demandas. Agradecemos sus aplausos pero necesitamos condiciones laborales dignas. No somos héroes ni heroínas: somos trabajadores y trabajadoras en negro.

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