La patronal agraria mide fuerzas y prepara un nuevo lock out
Con las imágenes aún frescas de los “piquetes de la abundancia” del lock out agrario de 2008, las entidades rurales patronales de la Mesa de Enlace anunciaron un cese de la comercialización de granos y hacienda desde el próximo lunes 9 y hasta el jueves 12, en reclamo contra el aumento del 3% de las retenciones a la soja (de 30 a 33%), anunciado por el gobierno nacional.
La medida de fuerza patronal de 96 horas apunta a “marcar la cancha” en toda la línea, mediante una reacción sobreactuada frente a una moderadísima variación de la carga tributaria del sector. Ni siquiera los anuncios de baja del Ministerio de Agricultura a productos de economías regionales y las compensaciones para los productores de soja más pequeños, pudieron frenar la medida de fuerza empresarial encabezada por la CRA, secundada por la SRA y Coninagro y que logró traccionar institucionalmente a la Federación Agraria, que adhirió pero dio libertad de acción a sus entidades de base a nivel de regionales.
Con el lock out anunciado, la Mesa de Enlace pretende movilizar a la base social que forjó en el conflicto de 2008 por las retenciones móviles (Resolución 125), que constituye el sustento electoral fundamental del macrismo, cohesionándola activamente en la puja contra el gobierno de Alberto Fernández (AF). Visto al pasar, la desmesurada respuesta parece inexplicable frente al gobierno de AF que ha sido hasta el momento muy condescendiente con los principales ganadores de los 4 años de gobierno macrista (bancos, privatizadas y los dueños del agronegocio), ya que su “ajuste solidario” orientada a la renegociación de la deuda externa, lo hizo recaer sobre sectores de ingresos medio-bajos de las y los jubilados y trabajadores y trabajadoras en actividad, mediante la rebaja real de jubilaciones y salarios en dicha franja.
Más aún, buena parte de los recursos adicionales de esta suba del 3% a las retenciones a la soja irán, por una vía u otra, al pago de la deuda externa, con lo que ni siquiera supone -en sí misma- una transferencia directa de recursos hacia los sectores populares en general. Sin embargo, los dueños de la tierra y de los agronegocios no están dispuestos a ceder ni un peso (o dólar, mejor dicho) de sus suculentas ganancias y empiezan a ir por todo, desde el vamos, contra una nueva gestión que lejos de amenazar con medidas radicales ha recibido elogios del FMI y buena parte del establishment empresarial, que empezó a abandonar los campamentos macristas ante las primeras señales amistosas con el gran capital emitidas por el gobierno del Frente de Todos.
En este marco, desde Venceremos – Partido de Trabajadorxs llamamos a enfrentar mediante la movilización obrera y popular un nuevo chantaje de la oligarquía terrateniente, pooles de siembra y cerealeras, defendiendo la potestad estatal de aplicar impuestos progresivos a los grandes ganadores de la renta de la tierra y levantando la perspectiva programática de la nacionalización efectiva del comercio exterior.
Al mismo tiempo, con independencia política respecto al gobierno del Frente de Todos, postulamos  que los recursos obtenidos con las retenciones y demás impuestos sobre sectores empresarios del campo y la ciudad, deben destinarse íntegramente para presupuesto en educación, salud, vivienda y trabajo digno y ni un sólo peso de esos recursos de nuestro pueblo, puede asignarse a seguir pagando una deuda ilegítima, fraudulenta y odiosa.
Por esto mismo, el rechazo a la extorsión de las patronales agrarias debe ligarse decididamente a la campaña por la suspensión de los pagos de la deuda externa y su investigación, para sostener una política de desconocimiento y ruptura con el FMI, y sus políticas de hambre y ajuste.
– No a al lock out de la patronal agraria, no al pago de la deuda externa.
– Presupuesto para salud, educación, vivienda y trabajo, no para banqueros y fondos buitres.
– Fuera el FMI de Argentina y América Latina.

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