El 20 de noviembre la Cámara de Diputadxs dio media sanción al proyecto que crea un Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) para re-equipar a las Fuerzas Armadas. Esta iniciativa contó con 188 votos a favor, 8 negativos y 2 abstenciones, y ahora solo resta su tratamiento en la cámara alta.
El proyecto fue presentado por Agustín Rossi, jefe del bloque del Frente para la Victoria y candidato para ocupar nuevamente el Ministerio de Defensa en el gobierno de Alberto Fernández (cargo que ya desempeñó entre 2013 y 2015).
El proyecto establece que el FONDEF será por el 0,35% del total de los ingresos propuestos para el año 2020, que incrementará hasta llegar un 0,8% en 2023. Se estima que el cálculo es de $14.000 millones para el próximo año. Según los datos del Ministerio de Hacienda el presupuesto de 2020 destinará al Ministerio de Defensa el 1,9% del presupuesto, mientras que para Ciencia y Tecnología solo destina 1,3%.
Algo que no se debe pasar por alto es que este proyecto permite que al fondo aporten personas o entidades privadas y públicas de origen nacional o internacional. Entonces, ¿la defensa para quién es? ¿Por qué impulsar un proyecto donde empresas privadas y hasta los mismos países imperialistas podrían destinar fondos.
Mientras que el presidente electo se saca fotos con un pibe de barrio para los medios, por atrás los diputados de su fuerza política votan a favor de darle mejores armas a la fuerzas de seguridad que se meten en las villas matando a un pibe cada 21 hs, que reprimen la protesta social buscando ejercer un control social contra los pobres y los sectores organizados.
En estos momentos en que los pueblos de Nuestramérica se levantan contra los planes de ajuste, hambre, miseria y en defensa de las libertades democráticas, las fuerzas armadas cumplen el rol de defender los intereses de la clase dominante. Vimos como se levantaron en Ecuador cuando el presidente Lenin Moreno anunció el estado de sitio frente a las protestas sociales, el protagonismo que tuvieron en los toques de queda en Chile y Colombia y en el golpe de estado en Bolivia, donde el comandante Williams Kaliman le “sugirió” la renuncia a Evo Morales y luego inició una cacería contra el pueblo trabajador, que cuenta con 32 muertes hasta el día de hoy.
Por eso nos preguntamos ¿Cuál es la hipótesis de conflicto que justifica el reequipamiento? ¿Cuáles serán las prioridades del próximo gobierno? Macri se va, pero nos dejará casi un 40% de pobreza. Las prioridades deberían estar en solucionar los verdaderos problemas que sufre la clase trabajadora: la pérdida de salario, el desempleo, el hambre, la vivienda, el estado de los colegios y hospitales, y no destinar esos fondos para fortalecer el aparato militar.
La respuesta que nos da el gobierno frente a estas problemáticas es la militarización de las calles y de los barrios. Ese es nuestro lugar, sigamos el ejemplo de nuestrxs hermanxs del continente, por una alternativa socialista, antiimperialista, feminista y con protagonismo popular que se plantee un cambio radical de esta sociedad.
¡Basta de represión!
¡Fondos para salud y educación!
¡La deuda es con los pueblos!
