En nuestramérica asistimos a un proceso de levantamientos y rebeliones populares que vuelven a poner en tela de juicio la «normalidad capitalista».

La insurrección chilena, la ecuatoriana y la haitiana como ejemplos principales han marcado el nuevo despertar de los pueblos.

Ante esta nueva marcha de gigantes, el imperio reacciona como salvaguarda del sistema económico mundial y como guardián del orden establecido por la clase dominante, buscando asfixiar «por si acaso» incluso procesos democráticos apoyados en organización popular.

Para el caso boliviano, la sola concreción de un nuevo periodo presidencial de Evo Morales ha dado luz verde al intento de desestabilización, cuyo componente fascista reproduce a mayor escala el accionar de las guarimbas en Venezuela, y con el aditamento profundamente racista de la derecha boliviana que no ha podido demostrar el fraude electoral que pregonaba y que incluso desactivó el recuento de votos que había exigido, evidenciando que no hay otro motivo para su acción que el profundo odio de clase.

Discriminación, xenofobia, violencia simbólica, verbal y física, acoso callejero, acciones armadas, tortura… Las prácticas de su accionar han adoptado diversas y combinadas formas, y se dan además «in crescendo».

Ante ello, no hay neutralidad posible. Como ha sido línea de conducta de nuestra organización, ante el fascismo, unidad en la lucha para su derrota.

La intentona de la derecha boliviana y su grado de radicalización no pueden mirarse en forma aislada. La actualidad de las luchas continentales (y las de otros procesos del mundo entero) dan cuenta de las reacciones populares ante la crisis y las desigualdades producto de un sistema injusto.

Ante la represión, ante las bandas fascistas apañadas por los sectores dominantes, el derecho a la violencia organizada del pueblo y la autodefensa se tornan una necesidad urgente para consolidar, profundizar o avanzar hacia la transformación real de la sociedad.

Nos solidarizamos con el pueblo de Bolivia y respetamos su elección.

Ante el fascismo, organización popular para su derrota.

¡No pasarán!

Venceremos – Partido de Trabajadorxs

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