La semana pasada el conflicto que estatales y docentes chubutenses vienen protagonizando hace más de un mes, con cortes de rutas y asambleas en distintos puntos de la provincia, llegó a los medios nacionales luego de que una patota comandada por el dirigente petrolero “Loma” Avila, arremetiera violentamente contra lxs manifestantes, principalmente compañeras docentes que enfrentaban las bajas temperaturas en defensa de sus condiciones de trabajo en los cruces de la ruta 3 y 26 en Comodoro Rivadavia. Este hecho fue el detonante también, para que la conducción de CTERA convocara (tardíamente) a un paro nacional docente por 24 horas. Claro que se trató de una medida aislada, sin un plan de lucha que ponga al conjunto de la docencia de nuestro país en las calles ante el saqueo que viene llevando adelante el gobierno nacional y los gobernadores provinciales.
En estrecho vínculo con lo anterior, un aspecto fundamental que tras el repudiable accionar de la patota sindical ha quedado algo desdibujado, e incluso silenciado por los oradores del acto central en la movilización convocada por CTERA, es la responsabilidad política del gobernador Arcioni. En cuanto a la represión, por haber liberado la zona para que se avanzará libremente sobre lxs docentes, aspecto que ha desatado una interna dentro de la policía provincial ya que rangos inferiores salieron a denunciar la orden explícita de superiores de no intervenir. Incluso el gobernador se ha llamado al silencio y no ha emitido comentario alguno sobre lo ocurrido. Pero por otro, y PRINCIPALMENTE, por ser el responsable central del conflicto, sin ofrecer un escenario de resolución aún.
Pese a esto, el aspecto a destacar es el mensaje que el conjunto de la sociedad le dio a las autoridades y a la burocracia, saliendo masivamente a las calles de Comodoro Rivadavia el mismo día de la represión. Cerca de 40 mil personas se hicieron presentes en defensa de la lucha estatal y docente. Esa confluencia con la comunidad educativa continúa esta semana. Desde el lunes 9 se realizaron actividades por escuela, abrazos a las instituciones convocando a estudiantes, madres y padres asi cómo el martes 10 se anunció una asamblea conjunta de la Mesa de Unidad Sindical en la regional sur, mientras también se movilizará desde distintas regionales a Rawson para exigir a la conducción de ATECH el llamado a un plenario provincial de delegadxs. El miércoles, nuevamente en Comodoro Rivadavia se realizará un “Escuelazo”, actividad unificada que partirá de las escuelas convocando a sus respectivas comunidades para confluir en la plaza San Marín y finalizará con una caravana al cruce de las rutas 3 y 23 donde tuvo lugar la represión de la patota. El jueves y viernes se realizarán clases públicas frente a empresas petroleras denunciando a las corporaciones económicas que saquean.
Junto con todo lo anterior, comienza a profundizarse la organización estudiantil desde los secundarios. Si bien anteriormente hubo movilizaciones junto a universitarios por el Transporte Educativo Gratuito (TEG) a partir del lunes, los estudiantes de la Escuela de Arte N° 746 decidieron tomar la institución con la firme convicción de hacer extensible este proceso hacia otros secundarios. De desarrollarse esta orientación el proceso de lucha tendrá un nuevo empujón desde la juventud.
Todo parece indicar que la decisión del gobierno es jugar al desgaste, sin embargo, el movimiento estatal-docente- estudiantil sigue mostrando reservas y resistencia. Se impone la necesidad de una mayor articulación a nivel provincial para lograr golpear de manera conjunta al gobierno de Arcioni. En el mismo sentido, urge que se profundicen las medidas de solidaridad a nivel nacional para dotar de mayor visibilidad el enorme proceso de lucha que está teniendo lugar en el sur de nuestro país. El triunfo del movimiento chubutense tiene relevancia a nivel nacional en la medida que es la expresión más desarrollada de resistencia al ajuste en momentos signados por una crisis política y económica de
enorme magnitud a nivel nacional.