El precio del dólar sigue escalando, la remarcación está a la orden del día y el gobierno se propone “reperfilar” la deuda usuraria (lo que en verdad es una camuflada aceptación de un nuevo default); en tanto, la contracara de la especulación de quienes se la siguen llevando en pala es la dura realidad de millones de trabajadorxs que ya no dan más golpeados por la pobreza y el hambre.

El derrumbe en el gobierno se acelera tras el rechazo que millones expresaron en las PASO a sus políticas extremas de miseria y desocupación. Las declaraciones del Presidente saliente y de sus funcionarios no dejan de sorprender por su cinismo y su desfachatez. Mientras se precipita su retirada, el gobierno combina una devaluación autoimpuesta y la renegociación de la deuda, con medidas tan demagógicas como insuficientes de cara a un electorado que lo repudió. Paralelamente, Alberto Fernández consuma una serie de visitas a coloquios empresariales para congraciarse con el establishment de Clarín, Mercado Libre y los monopolios industriales y financieros.

Sus entrevistas incluyen a la delegación del propio FMI, y si bien sus declaraciones hacen responsable al organismo y al gobierno de Macri por la crisis, continúa sosteniendo que se pagará la totalidad de la deuda contraída por el macrismo, pese a reconocer que un 80% de la misma se fugó desde los bancos, empresas multinacionales y capitales golondrina. A la par, las y los trabajadorxs vemos cómo nuestras condiciones de vida se deterioran al ritmo de los golpes que nos propina el llamado “mercado” (grandes bancos y empresarios).

La salida a la crisis es en las calles y con protagonismo popular

Las centrales de trabajadorxs, cuyas conducciones se encuentran alineadas unánimemente con el Frente de Todxs, se suman a la directiva de no hacer ningún tipo de “olas” en esta coyuntura, luego del holgado triunfo electoral. Con esta política deliberada de desmovilización -en un escenario donde recrudecen la inflación, los despidos y el hambre- las direcciones burocráticas contribuyen al sostenimiento de la gobernabilidad a través de la regulación de la conflictividad social.

Así, no sólo expresan su orientación en pos de una transición ordenada, pese a la miseria social en aumento, sino que se previenen ante un eventual desborde del malestar popular que pueda comprometer el cuadro de gestión de un gobierno de recambio de F-F que, todo indica, se prepara a administrar la continuidad de políticas de ajuste en el marco del acuerdo con el FMI.

En esta coyuntura de profunda crisis, este viernes 30 de agosto tendrá lugar una nueva sesión del Consejo del Salario en la Secretaría de Trabajo. A excepción de la CTA Autónoma, minoritaria, ninguna otra central gremial ha llamado a movilizarse en lo que constituye un gran favor al gobierno de Cambiemos. El gobierno pretende imponer un misero aumento del 30%, mientras que la CGT exige como piso el número de la canasta familiar de pobreza del Indec, valuada en $ 31.148. Sin movilización popular, no podremos conseguir estas demandas mínimas para que lxs laburantes podamos llegar a fin de mes. Asimismo, los despidos continúan como en el caso de América TV, lo que nos demanda redoblar esfuerzos para acompañar estas luchas y evitar que más familias se queden en la calle.

En este contexto, más que nunca, redoblamos nuestro llamado a ganar las calles y manifestarnos: junto con el FOL y los movimientos sociales en lucha; con los sectores estatales de ATE que siguen dando pelea y la docencia de Ademys, del SUTE y las Multicolores que continúan en las calles exigiendo plata para educación y no para el pago de la deuda externa; en coordinación con todos los sectores sindicales que permanece en las calles y rechazan la tregua de quienes nos proponen esperar como son la Coordinadora de Trabajadorxs de zona norte y la Coordinadora de Organizaciones en Lucha de zona Sur; y siguiendo el ejemplo de la gran lucha del pueblo chubutense, afirmamos que la salida es la movilización popular aquí y ahora.

Mientras construimos una alternativa política de lxs trabajadorxs que ponga en cuestión este sistema de hambre y explotación, llamamos a movilizar en cada acción callejera junto todxs quienes rechacen la espera pasiva mientras los de arriba avanzan sobre nuestras condiciones de vida y nuestros derechos elementales.

– ¡La deuda es con el pueblo y no con el Fondo!

– El saqueo no puede seguir: ¡hay que derrotarlos en las calles!

– ¡Fuera Macri y el FMI!

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